Cuando hablamos de huelgas y sindicatos en México, es difícil ubicar un punto concreto de dónde partir, la discusión no es redonda, más bien es pentagonal, un lado abarca la corrupción del sindicalismo oficial, tanto al interior de las organizaciones como en las fuentes de trabajo, otro el chantaje que se hace con los emplazamientos a huelga, que es otro lado distinto del mismo problema, también están los sindicatos de protección, como en los momentos de las mafias de Chicago, se paga para que se tenga paz para trabajar, y lo marcan con lonas como el crimen organizado, no hay construcción que no diga “esta obra está totalmente controlada” por tal o cual sindicato, es la legalización del cobro de piso, el secuestro, la extorsión, pero bueno, también hay otros lados, el de los sindicatos que han logrado condiciones y prestaciones superiores a la ley para los trabajadores, los que lucharon contra todos los anteriores para lograr una organización legítima, algunos con vida democrática, la lucha obrera viva, otros con reelecciones eternas (verdaderos tótems del sindicalismo mexicano). Las autoridades laborales han jugado un papel fundamental en todo este andamiaje, pues ellas son las que han dado las autorizaciones, las tomas de nota, los emplazamientos, los registros sindicales y de contratos colectivos.
Todas las anteriores son efectos interconectados, pero las causas también son variables y conexas, por un lado, están la clase patronal que fomentó, pagó y procuró una estructura sindical oficial, que a un costo carísimo les vendió una “paz laboral”, violenta e improductiva, pues la inclusión de agentes externos, ajenos a la fuente de trabajo, en la administración de las relaciones laborales, les ha implicado buscar por otros medios la formación productiva y la vinculación del trabajador en los objetivos de la fuente de trabajo, por eso la proliferación de cursos y sistemas para tratar de integrar un diálogo, cuando en realidad el divorcio se fomentó de origen, pues no se permitió que hubiera organización y comunicación colectiva entre los factores de la producción. Hoy les pasa como a los niños con el coco (primero se lo imaginan y luego se espantan solitos de ellos), no saben como van a convivir con sus líderes peleando sus contratos con la reforma laboral. El aspecto político no puede dejarse de lado, cuando hablamos de las causas, el ilusorio control de las masas trabajadoras para fines obreros, en marchas y mítines de matracas, con banderitas a favor del candidato, sólo se explica por la amenaza del descuento de días en la nómina (los salarios no están para darse esos lujos), pero es inminente que con las reformas electorales la gente vota lo que se le da la gana en sus casillas, los líderes no controlan nada, ofrecen espejos en los que los candidatos les encanta mirarse. Entonces, el gobierno asumía que ese control servía, por eso se aferró al corporativismo, para seguir teniendo el dedo mágico que registra y controla sindicatos, algunos por generación espontánea, que en lo laboral significa sin un sólo trabajador, y con ese poder omnipotente decide qué huelga es legal y cuál no, a cuál mandar a la policía a cuidar a los trabajadores que tienen un conflicto intersindical y en cuál otra mandar a esos mismos policías a romperles cualquier intento de protesta, reprimirlos, es una autoridad muy activa que sigue trabajando sobre causas y no sobre efectos, al final, como en muchos rubros de gobierno, lo importante son las estadísticas, “que en mi Estado no aparezcan huelgas”, no importa si la población se vuelve precaria, la violencia es insoportable en las colonias de los trabajadores o la mercancía que se produce en sus fábricas se la roban en carreteras y calles, por lo menos el gobernador se ponen una estrellita en la frente en un tema: la “paz laboral”.
Pues todos pensaríamos que viene una solución de fondo con la reforma laboral que se está discutiendo en la Cámara de Diputados, que ahora sí, gracias a la coyuntura del T-MEC, la presión de EU y Canadá, se avecinan cambios radicales, pero les tenemos malas noticias, se mantienen vicios, se mantienen formas, todo cambia para seguir igual. En los siguientes puntos te explicamos las razones:
1. La autoridad continúa en su papel omnipotente, pero no sólo sigue invitada al banquete sino que además se tragó todo y engordó, le salieron lonjas y papada en forma de atribuciones y competencia, el niño se llama Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral, quien no sólo llevará el registro de todos los sindicatos del país, sino además de los contratos colectivos. El punto no está sólo en mantener la botarga Michelin, que será carísima, sino que además siempre estaremos con la incertidumbre de quién se meta adentro para manejarla, porque hoy podemos decir con certeza que las actuales autoridades encabezadas por María Luisa Alcalde no son represoras, pero la política es una ruleta, nadie nos asegura que después llegará un Arsenio Farell o un Javier Lozano recargados, para usar el muñeco en contra de los sindicatos independientes o de lucha. Pusieron la iglesia en manos de Lutero.
2. El tema es que le dieron facultades a la autoridad para tener total injerencia y posibilidad de vigilancia en las organizaciones sindicales, ahora se tiene que expedir constancias de representatividad para existir, es decir, que no sólo se mantuvo el registro corporativo (copia de la ley fascista de Mussolini), sino que ahora además se deberá contar con el gracioso aval de un inspector que deba decir la verdad de las decisiones colectivas, como si la fe pública burocrática estuviera exenta de corrupción y órdenes desde arriba, como sino estuviera envuelta de lo que más adolece la justicia: corrupción. Este guion de película sub realista lo hubiera querido tener Fellini para hacernos jalar los pelos viendo la pantalla.
3. Por otro lado, las huelgas también serán materia de autorización, el muñecote gordo será quien decida si se dio o no la voluntad de los trabajadores. Pasamos de tener papá gobierno a un híper papá en materia sindical, el que además de dar la vida en la niñez, da permiso en la juventud y sigue dando órdenes en la edad adulta, el complejo de Electra como Jung jamás lo imaginó.
Hasta aquí el recorrido de lo que se está proponiendo y discutiendo en la Cámara de Diputados, lamentablemente lo que se puede aprobar; ahora pasemos a nuestras propuestas en materia colectiva, que Juan Ortega Arenas planteó en un documento llamado: modificaciones necesarias a la Ley Federal del Trabajo y el Artículo 123 Constitucional:
a) LIBRE DERECHO DE ASOCIACIÓN. Basta de simular la libre asociación de sindicatos y patrones, que se modifique la Constitución y la Ley laboral para que se puedan asociar sin limitación de control o registro de ninguna especie, para que su registro pueda llevarse como cualquier sociedad civil y organización social ante notario, para que sus miembros constituyan libremente su acta constitutiva, reglamentos o estatutos. Suprimir en consecuencia los artículos 355 al 377, del 379 al 385 de la Ley Federal del Trabajo. Lo mismo para la asociación federal sindical o empresarial en federaciones o confederaciones.
b) SOBRE LA CONTRATACIÓN OBRERO PATRONAL. Debe existir libertad para revisar las condiciones de trabajo, tanto por el Sindicato como por el patrón, en cualquier momento, no sujeto a revisiones anuales, salariales o contractuales, sino con base en la situación que esté viviendo la fuente de trabajo.
c) SOBRE EL DERECHO DE HUELGA. Las huelgas se limitarán a la suspensión de labores de los trabajadores que así lo deseen, sin que se pueda obligar a nadie a participar, castigando el uso de la violencia en contra de quien desee laborar, se deberán respetar en el derecho al trabajo en todo momento.
d) CLÁUSULA DE EXCLUSIÓN. Suprimir el artículo 395 de la Ley actual, eliminar cualquier tipo de represión por parte de los dirigentes. Es increíble que no se haya eliminado ese artículo de en la propuesta de reforma a la ley laboral de Morena.
e) QUITAR LA COTIZACIÓN OBLIGATORIA. Eliminar del artículo 110 las fracciones IV y VI. El trabajador debe recibir íntegro su salario, sólo se aplican las deducciones de ley, pues la constitución de una organización social como un sindicato sólo puede darse mediante la absoluta voluntad de sus agremiados, quienes decidirán participar de forma voluntaria en su formación también tiene derecho a decidir como lo hace económicamente, por lo que sus aportaciones se harían directamente en el sindicato. Prohibido que el patrón haga descuentos de nómina relacionados a la organización sindical. Con esto se combate a todos los sindicatos que ven en las cuotas un modo de subsistencia de sus dirigentes. Los trabajadores ponen y ellos deciden.
f) JUSTICIA LABORAL JUDICIALIZADA. Eliminar la simulación del tripartidismo, tanto las Juntas de Conciliación y Arbitraje como de cualquier estructura laboral institucional, judicializar la justicia laboral. En esto hay coincidencia con la reforma que promueve la STPS, aunque hay aspectos que deben discutirse.
A la menoría de mi maestro Juan Ortega Arenas.
Si quieres conocer el texto completo de propuestas de reforma que hemos señalado, así como todo lo relacionado a la reforma laboral te invitamos a entra a www.reformalaboralmexico.com
*** Maestro en Derecho UNAM