El fin de semana falleció Marta Harnecker, una de las intelectuales, más influyentes para el pensamiento latinoamericano y guía moral para mucho dirigentes de algunos en vías de desarrollo en los años setenta. Sus obras fueron fundamentales para los movimientos sociales y la promoción  de la democracia como base de la liberación nacional.

Su nombre, junto con el de Louis Althusser, fueron indispensables en cualquier conversación de quien se dijera “liberal”.

Marta Harnecker tenía 82 años y escribió más de 80 libros, casi uno por cada año de su vida. Quizá el más conocido es el de Los conceptos elementales del materialismo histórico, que fue el documento de soporte para los partidos de izquierda de América Latina, aunque la mayoría de sus militantes y dirigentes nunca la hayan leído.

A esta psicóloga chilena, se le reconoce porque formó parte del gobierno de Salvador Allende, pero más por sus aportaciones para el entendimiento del marxismo como metodología para el proceso de transformación social y para poder descubrir la importancia del concepto ideología.

Cuando el general Augusto Pinochet derroca al gobierno de Salvador Allende, encuentra asilo en Cuba, en donde dio salida a buena parte de su producción como científica social como directora del Centro de Investigación Memoria Popular Latinoamericana, mejor conocida por sus siglas MEPLA, de donde salió un texto interesante sobre la izquierda en el umbral del siglo XXI, del que en México pocos líderes políticos que se decían progresistas honraron siquiera.

De formación católica, Harnecker viajó a Europa para continuar sus estudios profesionales y en París conoció al filósofo Luis Althusser con quien se vinculó sobre el estudio de la metodología y en especial a partir del modelo que se establece en el marxismo.

En alguna vieja entrevista narra que en sus primeros encuentros parisinos con Althusser, el filósofo le pidió leer un texto que había escrito sobre el teatro materialista, donde habla de Bertolt Brecht, publicado en diciembre del 1962 en la revista Esprit.

Desde principios de los años sesenta Althusser había estado publicando artículos muy polémicos  para la época sobre las obras de juventud de Marx que revolucionaron al medio intelectual francés, primero y luego a los europeos para causar revuelo en el mundo porque daba la vuelta a la condición humanista que se le atribuía entonces al joven Marx.

De ahí, Harnecker se adentró en las ideas de Marx hasta que Althusser le pidió que leyera directamente El  Capital,  pero a partir del capítulo de  la plusvalía porque ahí se partía  del principio de la dialéctica hegeliana.

Desde entonces se fue formando la idea de estudiar el materialismo histórico y la ideología que darían pie al famoso libro de los conceptos elementales del materialismo histórico, publicado por Siglo XXI, y que gozaría de la publicidad de intelectuales renombrados como Regis Debray, quien acababa un famoso libro sobre el Castrismo.

Con Althusser, del que algún día habrá que comentar, incluso de su depresión profunda a partir de los acontecimientos de Mayo de 1968 en Checoslovaquia y en París, la chilena permitió redescubrir el pensamiento marxista en función de su gran capacidad pedagógica.

Marta Harnecker se convirtió en un clásico del pensamiento de izquierda moderna y un factor esencial para entender, sobre bases sencillas la importancia del marxismo y del materialismo histórico, como método de trabajo.

El concepto de ideología, no se podría estudiar sin los aportes de la Harnecker.