"Primero los pobres"

En el Mexico de hoy coexistimos algunos cientos de familias con fortunas obscenas y millones de personas que viven debajo de la línea de pobreza. El éxito político del Presidente Andrés Manuel López Obrador, tiene que ver con su deseo genuino de igualdad económica y social: “primero los pobres”. Sin embargo, sus políticas públicas están limitadas a la igualdad, y aunque las apoyemos genuinamente, perdemos terreno en la productividad y en la competitividad. La inversión nacional y extranjera no llega y por lo tanto estamos estancados en la generación de riqueza, el gobierno ya dio muestras que no sabe como atraerla. No es neoliberal pensar que: o producimos, competimos y consumimos o esta gran esperanza de igualdad, de redistribución se escapará de nuestras manos.

Todavía peor, la recesión económica mundial provocada por la pandemia del COVID-19 amenaza con arrasar las finanzas publicas y la estabilidad macroeconómica en Mexico. No parece haber una respuesta clara y contundente del gobierno. Permanentemente el Presidente apela al New Deal, esa serie de medidas económicas impulsadas por el presidente estadounidense Roosevelt ante la crisis de 1929, para definir la intervención del gobierno en la reactivación económica. Sin embargo, a pesar del discurso, no impulsa nada parecido a esas políticas publicas en materia económica. No vemos como en el New Deal reformas para promover la libre competencia, al contrario. Los países que muestran indicios de recuperación en medio de esta pandemia son aquellos que: o han dado incentivos fiscales a las empresas; o, abiertamente han otorgado subsidios al sector privado. En Mexico, ni lo uno, ni lo otro.

Se despachaban con la cuchara grande

La situación que encontró el Presidente López Obrador no era sencilla. Una generación de mexicanos sacrificada por la idea impulsada por el modelo económico neo-liberal que primero generaría riqueza y modernizaría la planta productiva para hacerla competitiva y después redistribuiría las ganancias para alcanzar mejores niveles de vida para millones de mexicanos. Muchos mexicanos confiábamos en la viabilidad del nuevo modelo económico pero mientras nuestra confianza se deterioraba, las clases políticas y económicas se hacían de todo el poder, se acomodaban sus reglas y se despachaban con la cuchara gran a través de una red de complicidades, de relaciones opacas donde el común denominador era la corrupción ahora no solo publica sino también privada.

Así llega AMLO, con una sociedad desigual porque el Gobierno mexicano y sus partidos, PRI y PAN -que desilusión de este ultimo que después de décadas de lucha terminara aliado al PRI-, fracasaron en la distribución de la riqueza pero también hundidos en la corrupción, le abrieron el paso a la izquierda. Lo acepten o no, la corrupción y los intereses personales de los tecnócratas del PRI y del PAN terminaron derrotando la posibilidad de progreso económico para todos. En esa época obscura del nuevo modelo ganaron los de siempre y perdimos los de siempre, el “gran despegue” nunca ocurrió y sacrificaron a una generación completa de mexicanos. Los índices de crecimiento económico son la mejor prueba para demostrar que esos gobiernos echaron a perder el modelo por su corrupción y por sus fraudes para mantener el poder político.

En el PES, de la derecha genuina tomamos las libertades económicas, empresariales, de propiedad, de respeto al estado de derecho, de los valores democráticos, humanistas. De la izquierda autentica la preocupación y dedicación por los que menos tienen, la búsqueda de la igualdad, la inversión social productiva, comunitaria y colectiva. Lo cierto es que el modelo económico ha sido incapaz de generar por sí mismo condiciones mínimas de justicia social y de igualdad de oportunidades. Si bien el modelo genero riqueza y algo de prosperidad, fallo terriblemente en los mecanismo de redistribución de la misma y en crear un modelo económico solido con libertad económica y de competencia real.

En el PES, nos pronunciamos para que se concluya con el proyecto de reformas económicas, que no se mire al pasado con modelos que ya fracasaron en todo el mundo, que se promuevan leyes verdaderas de competencia económica, un nuevo modelo de recaudación fiscal, leyes que castiguen la corrupción tanto pública como privada, mecanismos de redistribución de la riqueza nacional, y con políticas para la generación de empleo con impuestos justos y salarios justos.

Lo que necesitamos son impuestos bajos

Para reactivar la economía, proponemos promover el consumo y, por lo tanto la productividad, bajando los precios y la manera de hacerlo es bajando el IVA al 10%. Si se reactiva el aparato productivo se generan empleos y se mitigaran los efectos de la pandemia. También para generar empleos, y obligar al gobierno a ampliar su base de contribuyentes, debe bajarse el ISR del 32% al 16%. Esto permitiría al sector privado no solo regularizarse fiscalmente sino disponer de recursos para invertir y generar empleos. No necesitamos leyes para contener el outsourcing, que es al final del día una manera para evadir impuestos. Lo que necesitamos son impuestos bajos para que no se propicie contabilidad creativa para evadirlos. La mejor política pública para reactivar la economía es incentivar la inversión porque esta genera empleos y nuestra propuesta es clara: bajando impuestos. Finalmente, la mejor política de redistribución de la riqueza no son los impuestos públicos sino mejores salarios para los trabajadores.

El PES, el único partido con propuestas económicas realistas.

Este es la generación de mexicanos donde deben caerse los muros de la pobreza. Con un espíritu solidario debemos todos los sectores público, social y privado y, desde luego los ciudadanos de a pie como nosotros, luchar para erradicarla, quitándole a la lucha contra la pobreza todo contenido político y electoral. Algún partido o algún líder político tiene que dirigir de manera inteligente y honesta políticas realistas para erradicar la pobreza y construir riqueza. Se necesita un New Deal, un NUEVO PACTO SOCIAL Y ECONÓMICO y para empezarlo proponemos bajar el IVA al 10% y el ISR al 16%. Estos incentivos fiscales si darían pie a la reactivación económica.

En el PES creemos que entre más empresas mejor le ira al país. Fortalecer la libre empresa y generar competencia económica es lo que México necesita. Bajar impuestos para apoyar en esta pandemia a las Pymes y a las Mypes, solo el PES. El único partido con propuestas económicas realistas.