Desde su fundación hace tres décadas en 1982, pero específicamente en los últimos años, el Sistema Hidalguense de Radio y Televisión ha destacado su importancia como medio de comunicación y enlace entre los hidalguenses y, concretamente en lo que se refiere a la Radio Pública, ha confirmado -principalmente en situaciones de emergencia- la efectividad de contar con una red estatal cuya señal llega a todos los rincones de la entidad.

 

Por ello era de lamentarse el abandono que durante casi tres décadas sufrió el sistema, con un equipo cada vez más obsoleto e infuncional, una unidad móvil con los mismos años de antigüedad que el canal de televisión, unas instalaciones oscuras, un mobiliario tan deprimente como el ambiente que sentían quienes tenían que trabajar junto a bodegas atiborradas de basura y desechos, en foros de TV que reflejaban el desinterés de la autoridad en un organismo a punto de fallecer y en cabinas de radio donde el amor a la camiseta se demostraba con el solo hecho de permanecer en donde se carecía de casi todo.

 

Foros donde se carecía de creatividad y prevalecía la mediocridad; sistemas de iluminación parchados, directivos improvisados o enviados ahí como castigo o para mantenerlos ocupados; un clima de injusticia laboral persistente, antenas casi inservibles, islas de edición reducidas, cuartos de master que parecían un abandonado taller radio-técnico, falta de equipo de transmisión portátil, amplias áreas desocupadas, pasillos sucios y paredes descarapeladas, fue el panorama que prevaleció durante años, lustros, en un organismo donde fue el profesionalismo de muchos de sus comunicadores, el único síntoma de que el sistema integrado por Canal 3 y las 10 estaciones de radio, no estaba dispuesto a morir.

 

Y que bueno que reporteros, locutores, camarógrafos, editores, productores y uno que otro funcionario resistieron el abandono oficial, siendo un organismo oficial; olvido imperdonable que hasta el año pasado los hizo tocar fondo y que está a punto de dar paso a una nueva etapa de crecimiento y desarrollo institucional, que significará una transformación singular y una renovación integral, para que la Televisión y la Radio Pública sigan siendo – más bien ahora si sean- pilar de la comunicación institucional.

 

Hace un par de meses, tras una etapa calificada por los trabajadores de Radio y TV de Hidalgo como “la peor”, asumió un nuevo director general, hoy, un proyecto integral se encuentran en marcha, todo el mobiliario del sistema es nuevo; casi en su totalidad, los equipos de cómputo también; se han remodelado casi todas las instalaciones, puertas, ventanas, cancelería; se construyó una sala de juntas moderna, funcional; los cuartos de edición y de master son otros, en espacio y equipo; la nueva unidad móvil es de lo más moderno, las paredes se han pintado, los pisos están relucientes y todos los pasillos y áreas de trabajo tienen una iluminación excelente.

 

Está en construcción un auditorio multimedia para capacitación y entre lo mejor de todo, está por abrir en sus instalaciones el Museo Interactivo de Radio y Televisión, es decir, la transformación del sistema es total y no se trata de un proyecto, no, todo está en marcha y bastante avanzado, por lo que han de faltar semanas para que se consolide la renovación integral que quizás para sus trabajadores parecía no llegar ni en sueños, pero que es una verdad comprobable.

 

Mucho gusto me dio conocer el proyecto en marcha, sobretodo lo del museo y que a los trabajadores de Radio y TV se les reconozca su labor, todo es nuevo ahí, los ánimos también, es de esperarse que la programación igual se renueve.

 

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