Vaya golpe ruin y a tración el de Reforma al propietario de El Heraldo de México, Ángel Mieres. Ruin porque este hombre es un empresario absolutamente serio y honorable, trabajador y audaz que ha hecho crecer el patrimonio de su familia, dedicada durante décadas al negocio automotriz. A traición porque la nota mencionada está basada en medias verdades que, en este caso, son mentiras.

Mieres dirige el Grupo Andrade, que el año pasado ganó en forma limpia —ocurrió así porque ninguno de sus competidores tiene la capacidad para ofrecer las condiciones que su empresa puede dar— un contrato con la Policía Federal para la compra venta de mil quinientas patrullas.

El monto del contrato, 4 mil 300 millones de pesos, parece excesivo, pero no lo es si se analizan las características de la operación: muchas de las patrullas son blindadas (el nivel 5 de blindaje tiene un costo unitario de más de 80 mil dólares); la empresa Andrade, por lo demás, está obligada a dar el mantenimiento a las patrullas y a reemplazarlas de inmediato en caso de cualquier desperfecto o accidente, lo que le obliga a mantener una reserva, por así decirlo, de al menos el 25% de tales vehículos.

En un tono inusualmente duro hasta para Reforma, la nota pone el acento en juicios de valor, inaceptables en un trabajo periodístico objetivo: “corrupción administrativa”, “cohecho”, “abuso de atribuciones”, acusaciones que naturalmente no se sostienen en el texto.

Pienso que al señor Alejandro Junco, propietario de Reforma, lo traiciona la envidia. En algún lado leí que solo se envidia lo que se tiene cerca. Creo que Junco conoce a Mieres. Deben ser más o menos de la misma edad. El primero dirige un periódico importante, pero a la baja. El segundo, no solo es propietario de un gran grupo automotriz, sino que ha invertido en medios y ya tiene no solo un diario (El Heraldo de México) que poco a poco ha crecido, sino también televisión de paga y una de las estaciones de radio (adquirida recientemente a Imagen) más importantes de la capital mexicana.

Es decir, en muy poco tiempo Ángel Mieres, sin dejar de ser líder en el sector automotriz, ya cuenta con tanta importancia mediática como Alejandro Junco, y esto es algo que el orgulloso pero venido a menos editor de Reforma, nomás no puede perdonar.