Que el gobierno rompió su promesa con el Chapo, que la fuga del penal de máxima seguridad de El Altiplano fue acordada, que su recaptura obedece a que políticos mexicanos de alto nivel lo habrían traicionado, y esto pese a que supuestamente el capo aportó dinero a campañas políticas, que tiene copias de los cheques aportados, y que tal vez los dé a conocer, son algunas de las afirmaciones más fuertes y contundentes que un familiar de primer grado del Chapo Guzmán haya revelado jamás.
También, que no es el millonario descrito en Forbes, que los millones del Chapo son invento del gobierno mexicano y que están seguros de que el Mayo Zambada habría traicionado a su antiguo socio…
Que se recuerde, Rosa Isela Guzmán Ortiz, la hija mayor del Chapo Guzmán, mujer estadounidense y empresaria -dueña de una pequeña cadena de autolavados, salones de belleza y cafés, según sus declaraciones-, jamás había concedido una entrevista a ningún medio de comunicación, en ningún lugar del mundo. La primera fue la que le concedió al prestigioso diario británico The Guardian, publicada este viernes 4 de marzo y firmada por José Luis Montenegro.
En ese intercambio, que lleva por título: “La hija americana del Chapo, californiana, mujer de negocios, narcojunior”, Rosa Isela Guzmán suelta frases demoledoras que son resaltadas como subtítulos en ese espacio informativo, en donde todo está, por supuesto, redactado en inglés, y que aquí traduzco: “Mi padre no es un criminal. El gobierno es culpable”; el Chapo entró dos veces a Estados Unidos mientras era prófugo.
Interesante el retrato de una mujer hija del capo más popular del Cártel de Sinaloa, a quien muchos admiran, y hasta veneran, y otros aborrecen. Pero al menos en Sinaloa, el Chapo no goza de mala fama, y a nivel popular parece vivir una gran aceptación, que no se basa sino en ser alguien que viene de muy abajo, de vender naranjas, y que supo cómo crecer y ganar mucho dinero, no importando lo que haya tenido que hacer para lograrlo, para entonces repartir mucho del mismo entre los pobres…
Interesante, porque presenta puntos de vista que durante los lustros en que hemos sabido del Chapo Guzmán, nunca habían sido ofrecidos. En México los capos del crimen organizado no han sido de mucho hablar, de salir a los medios, de dar entrevistas, de aparecer en la vida pública, a diferencia, por ejemplo de capos en Colombia, donde opinan de todo, desde donde estén, en sus casas o en la cárcel, y aun, en la política.
En México no, el silencio parece que había sido una característica sine qua non del ejercicio criminal desde siempre, algo tradicional, como su connivencia con actores políticos, funcionarios y grandes redes de gente útil para todo fin, desde transporte, armas, hasta servicios contables, es decir, lavado de fondos. El bajo perfil había sido la norma, el secreto, un gran valor, y la discreción, la condición para seguir con vida y operando. Es la copia de la Omertá siciliana, el código de honor que obliga al silencio pese a lo que sea, y que había funcionado muy bien en México, desde la óptica criminal.
No obstante, por ello sorprende bastante conocer en las últimas semanas dos entrevistas de alto nivel relacionadas con el Chapo Guzmán. La primera, hecha por la periodista Anabel Hernández para Telemundo, a Emma Coronel, esposa del capo, de la que básicamente puede resaltarse la denuncia de que el traficante sinaloense estaría siendo hostigado por las autoridades en la cárcel, y sus derechos humanos viéndose afectados al no dejarlo dormir en paz y de corrido.
Y la segunda, la que hoy nos ocupa, Rosa Isela Guzmán, la hija mayor del capo, avanzando aún más, dando otro paso, ya no sólo como Emma Coronel, señalando a las autoridades por provocar un declive en la salud a su esposo, sino ahora apuntando a que la fuga del Chapo del penal de alta seguridad del Altiplano fue acordada, y que hay políticos que recibieron financiamiento y luego lo traicionaron. El hecho de que habría pruebas de esto y que si fuera necesario se podrían dar a conocer, es un llamado de atención, por no decir una franca advertencia con destinatarios desconocidos aún, pero nadie sabe hasta cuándo…
¿Qué quiere el Chapo? Hemos visto hace unos días a su equipo legal declarando que su extradición a Estados Unidos debería acelerarse, lo cual también representa el fin de otro paradigma, muy acentuado en Colombia, donde los capos estaba en su momento dispuestos mejor a morir en su tierra que a ir presos a los Estados Unidos. Pero hoy, quizá contra toda suposición, el Chapo parece querer irse de México y mejor purgar su condena en ese país del norte.
¿Por qué desea eso el Chapo, si todos sabemos que las cárceles en Estados Unidos sí son de alta seguridad cuando dicen que lo son, y que las reglas son mucho más duras y el sistema penitenciario es mucho menos corrupto que el mexicano?
El deseo del Chapo de irse ya de México puede haber dado pie a la generación de ambas entrevistas mencionadas. Con la primera da cuenta de su presión alta y otros trastornos sufridos por supuesto maltrato de las autoridades, que no han cesado de decir que no están torturando a nadie y que es un precepto constitucional el que los presos pueden recibir especial “atención”, en determinadas circunstancias.
Y con la segunda, se presiona a las autoridades mexicanas para que lo dejen ir, antes que pudiera revelar, a través de sus abogados, su hija o su esposa, o de quien fuera de entre sus muchos asociados, sus presuntas aportaciones en beneficio de políticos.
Si el Chapo hablara todo lo que sabe, el sistema completo quedaría en ruinas. Si se decidiera a decirlo todo, paso a paso, saldrían muchos libros de información detallada y constituirían la crónica más extensa de la corrupción en México en los últimos 20 años, y esto posiblemente salpicaría a instituciones de seguridad y justicia, a actores de los 3 poderes de la unión, y de los tres niveles de gobierno en todos los estados de la República sin excepción. No quedaría piedra sobre piedra, ni títere con cabeza…
La cuestión tal vez en muy simple: la carrera criminal del Chapo ha terminado, y a lo largo de su mucho camino sin duda el capo habría tenido oportunidad de tener contactos con la DEA, con la CIA y otras agencias importantes norteamericanas, las cuales, juntas o separadas, pueden garantizarle un acuerdo de protección a testigos, y una nueva vida bajo una identidad alterna, en Estados Unidos, acaso sin pisar la cárcel, y conservando toda su fortuna retratada hasta en la revista Forbes, intacta, a cambio de información y colaboración…
Por eso el Chapo es que ya no tiene nada qué hacer en México y en este sentido, su vida sí estaría en riesgo, porque habría muchos interesados en que no hablara. Y no lo ha hecho, aunque en muy corto tiempo ya dos familiares han colocado dos entrevistas en medios importantes, aunque sin ir más lejos en la información sobre corrupción… En Estados Unidos, es difícil que las agencias no sepan ya prácticamente todo lo que el Chapo pueda decirles… Sería extraño que no tuvieran ya documentada toda la información que necesitan, para los fines que les parecieran oportunos…
Sin embargo, tal vez más de un funcionario mexicano de alto nivel, pueda estar pensando en que, si dejan ir al Chapo a Estados Unidos en un plazo corto, podría éste o sus familiares dar a conocer información que afecte negativamente las elecciones de este año, en 13 estados, y también la sucesión presidencial de 2018… Y por ende, tal vez tengan el plan de mantenerlo en México hasta después de 2018… ¿Será que por eso buscan atrasar su extradición?