Al parecer 2015 no será el año que muchos esperábamos en materia de crecimiento económico; pero sí pinta para ser en materia política, la actividad más costosa de ejercer en el país.

Mientras que en Estados Unidos la correlación entre el precio de la gasolina y el precio del barril de petróleo es del 96 por ciento, en México es del -97 por ciento, desde junio de 2014. Esto significa que, cuando cae el precio del petróleo, el precio de las gasolinas cae simultáneamente en Estados Unidos, y al contrario. Sin embargo, en nuestro país sucede con cierta incongruencia, dado que el precio de la gasolina se encuentra con ?precios administrados? donde, por medio de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) se establecieron precios máximos para 2015 y las condiciones de competitividad no lo permitirán hasta 2017.

Entonces, ¿se puede bajar el precio de las gasolinas en México? La respuesta es sí y, está en manos del Ejecutivo hacerlo. Sin embargo, no lo hace por la siguiente razón: el Gobierno Federal compra gasolina barata y la vende cara en el mercado nacional.

En 2014 se importaron 361 mil barriles diarios y se pagó por ellos 16 mil millones de pesos, en 2013 se importaron 357 mil barriles diarios y se pagaron cerca de 17 mil millones de pesos; es decir, se ahorraron casi 1 mil millones de pesos. Por su parte, en 2014 se vendieron 777 mil barriles en promedio en México, 10 mil menos que en 2013, con una venta menor en 2014, donde la comercialización de las gasolinas fue superior a 2013 en cerca de los 24.5 mil millones de pesos.

Esta operación aparentemente plausible y lógica, en un escenario de bajos precios del petróleo, no debe ser incuestionable. Es decir, al llevar a cabo la operación comercial mencionada, se da un ingreso adicional a las finanzas públicas ?aparte de lo ya recaudado por la reforma fiscal?, por lo que cabría cuestionar ¿cuál es el destino de esos ingresos adicionales? Sin duda, es una pregunta obligada para cualquier ciudadano, en un contexto de actos recurrentes de corrupción, y, sobre todo, de elecciones el próximo mes de junio, donde las dádivas no dejan de ser constantes.

Los argumentos básicos sobre por qué los precios altos de las gasolinas no generan confianza son tres.

Primero, porque la deuda pública aprobada en la Ley de Ingresos de la Federación (LIF) 2015,autorizó un endeudamiento interno de 672.6 mil millones de pesos (mmdp) y un endeudamiento externo por 13.2 mil millones de dólares (mmdd), a pesar de incumplir ??con el mandato constitucional que aparece en la fracción VIII, del artículo 73 que establece que la asunción de pasivos debe efectuarse sólo si se acredita debidamente que generarán ingresos públicos en favor de las finanzas públicas nacionales...?(Cámara de Diputados, 2014).

Segundo, dado que con la baja en el precio del petróleose ha decidido mantener alto el precio de las gasolinas, y considerando que inicialmente hubo un alza en los impuestos, podemos decir que con tal de conseguir recursos públicos, han convertido el precio de las gasolinas en una afectación más, para los agentes económicos más vulnerables (familias y Mipymes). Es decir, desde junio de 2014, el precio del barril del petróleo disminuyó 48 por ciento y el precio de las gasolinas 23 por ciento, en Estados Unidos. Por su parte, en México, mientras el precio del barril de petróleo se desplomaba 48 por ciento, el valor de la gasolina se incrementó 7 por ciento.

Tabla A. Variación porcentual del petróleo y de las gasolinas desde junio de 2014.

Fuente: Elaboración propia con datos de EIA y Pemex.

Tercero, es evidente que existe una contradicción en comprar gasolina barata y venderla cara en el mercado nacional. Existe una lógica económica sencilla: la autosuficiencia no tiene ningún sentido económico, ni eficiente, si decidimos importar un bien que resulta menos costoso que producirlo nosotros mismos. Sin embargo, esto podría ser válido si los empleos que pudieran perderse?o mantenerse rezagados? en una industria se ganan en otras, lo cual no está sucediendo. Por ejemplo, a 15 meses de la Reforma Financiera, en 2014, 405 mil Mipymes han sido beneficiadas con apoyos financieros, dato superior a las 389 mil Mipymes en 2013. Pero, si consideramos 2007 y 2010, 819 mil ?el doble? y 1 millón 321 mil empresasrecibieron financiamiento respectivamente. Si este es el escenario, sin tocar el dato del desempleo, sugiere que la cuestión productiva es menos importante que la cuestión la política.

En suma, se aprobó mayor deuda a costa agentes económicos vulnerables, que contradice a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público en el paquete económico propuesto para 2015, donde dijo mantener una postura ?responsable? y, con el objetivo, de apuntalar el crecimiento económico manteniendo un estímulo ?contracíclico?. Queda claro que, al ser capaces de haber degenerado el proceso legislativo y contradecirse a sí mismos, están cavando más el hoyo de la desconfianza.