Nacido en 1717, “David Garrick”, considerado como uno de los grandes del teatro del siglo XVIII, inspiraría con su vida el célebre poema de Juan de Dios Peza “Reír llorando” y del que quisiera transcribir una parte que me parece la medular:
“Una vez, ante un médico famoso, llegose un hombre de mirar sombrío, sufro, le dijo, un mal tan espantoso como esta palidez del rostro mío, nada me causa encanto ni atractivo, no me importan mi nombre ni mi suerte… y es mi única pasión, la de la muerte…”
Después se desarrolla un diálogo con un sinfín de recomendaciones del médico, le recomienda viajar, leer y el amor, a lo que él responde que ha viajado, ha leído, incluso que es amado.
“Me deja, agrega el médico, perplejo vuestro mal, mas no debe acobardaros, tome hoy por receta este consejo, sólo viendo a Garrick podéis curaos… ¿A Garrick? Sí, a Garrick, la más remisa y austera sociedad le busca ansiosa, todo aquel que lo ve, muere de risa… Así, dijo el enfermo, no me curo, ¡YO SOY GARRICK! Cambiadme la receta…”.
Justo hace un par de días muchos nos sentimos asombrados y apesadumbrados con la noticia de la repentina muerte del actor y comediante Robin Williams, nacido en 1951, en lo personal hay varias de sus películas que me han marcado, “Good Morning Vietmam” “Patch Adams” “World`s Greatest Dad” “Mrs. Doubtfire” y una que me parece que amerita una mención especial: “What Dreams May Come”.
Esta historia de Robin, me hizo recordar tanto el poema como la biografía misma de David Garrick:
¡Cuántos hay que, cansados de la vida
Enfermos de pesar, muertos de tedio,
hacen reír como el actor suicida,
sin encontrar para su mal remedio!
¿Cuántas veces nos habrá hecho reír Robin Williams con alguno de sus personajes? No pretendo presentarme como el gran conocedor de su filmografía ni mucho menos, pero definitivamente he visto y disfrutado varias de sus películas, me hizo reír y también me hizo llorar, nos inyectó su buen ánimo y también nos dejó personajes entrañables…
“¡Cuántas veces al reír se llora!
¡Nadie en lo alegre de la risa fíe,
Porque en los seres que el dolor devora,
El alma gime cuando el rostro ríe!
La depresión es un terrible mal que debemos atender, muchos nos preguntamos cómo es posible que una persona que de alguna manera vivió de dar alegría a los demás, no pudo encontrar una razón o una “alegría” en su propia vida y decidiera terminar con ella, su misma hija, Zelda de 25 años escribió en un comunicado: “Jamás entenderé por qué, a pesar de que era tan amado, no pudo encontrar un motivo en su corazón para quedarse”.
Los familiares de Robin, sus vecinos, todos han quedado impactados por la noticia, lo describen como alguien bromista, cariñoso, las dos historias, como decía el poema de Garrick y como mencionaba también el comunicado de la hija de Robin, eran amados y admirados, más eso no lo es todo en la vida, y tenían un hueco que nunca pudieron llenar…
Su hijo Zak, también escribió un comunicado: “Ayer perdí a mi padre y a un mejor amigo, el mundo se volvió un poco gris, llevaré su corazón conmigo todos los días, solamente le pido a aquellos que lo amaron, que lo recuerden como la persona gentil, amable y generosa que fue, que busquen darle felicidad al mundo como lo hizo él”.
Solamente me resta decir: ¡Descanse en paz! y ¡Que su familia encuentre pronta resignación! Q.E.P.D El Garrick de los tiempos modernos…
Fb: Rafael Balcazar Narro
http://www.facebook.com/RafaelBNarro
Twitter: @Rafa_Narro
e-mail: comunicacion.narro@gmail.com