El PRI y sus aliados lograron su cometido: remover a Santiago Nieto como titular de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (FEPADE). A través de presiones y prácticas intimidatorias, el régimen demostró que es capaz de lo que sea para poner en marcha una auténtica elección de Estado en 2018. No quieren árbitros independientes, quieren fiscales sometidos al poder político y quieren utilizar el aparato del Estado para buscar evitar lo que parece que será una derrota histórica para el PRI y sus satélites.

Santiago Nieto cumplió con su labor hasta su último día al frente de la FEPADE. No cometió ninguna ilegalidad al hacer del conocimiento de la opinión pública, las múltiples presiones que recibió por investigar el caso Odebrecht. Por el contrario, Nieto entendió que un fiscal presionado y acorralado no puede dar resultados contundentes. Y sí, el mundo al revés: el Gobierno de Peña Nieto viola la ley presionando a los fiscales y se niega a dar explicaciones por los sobornos de la empresa sudamericana. Y a pesar de ello, quien deja su función pública es Santiago Nieto.

El Frente Ciudadano por México está comprometido con la autonomía de las fiscalías. Consideramos que el modelo anterior, cimentado en la dependencia de la PGR con respecto al Ejecutivo, nos ha llevado a tasas altísimas de impunidad y uso político de la justicia. No tendremos a un México sin impunidad hasta que le demos verdadera independencia a las fiscalías, comenzando por una Fiscalía  General  que no sea controlada por la Presidencia de la República. El fiscal debe ser una o un abogado connotado, de prestigio, abierto a la ciudadanía y de trayectoria intachable. No puede ser ni el abogado del Presidente, ni tampoco del PRI.

Lo mismo para la Fiscalía Anticorrupción. El PRI y sus aliados han vetado la elección de un nombramiento tan importante para el Sistema Nacional Anticorrupción. Las y los perredistas pusimos en la mesa su designación hace meses y, sin embargo, el PRI no ha tenido la más mínima voluntad de nombrarlo. Parece que apuestan por debilitar a todas las instituciones que se deben encargar de combatir la corrupción. Es su doble discurso: presumen que impulsaron las leyes anticorrupción, pero nunca acompañan esas leyes con presupuesto, nombramientos autónomos o independencia institucional. “De lengua me como un taco”, como dice la sabiduría popular.

El Frente nace como una articulación de partidos y organizaciones que tienen como primer objetivo el combate a la corrupción y a los privilegios. No importa si somos de izquierda o de derecha, lo verdaderamente relevante es que sabemos que la corrupción es el principal cáncer que afecta a nuestro país y buscaremos todos los caminos para desterrarla de las instituciones públicas. La remoción de Santiago Nieto, a poco tiempo de la elección, es otro mensaje del tipo de comicios que quieren tener los priistas. Vamos hacia una auténtica elección de Estado, pero aun así las ansias de cambio de la sociedad mexicana superan, y por mucho, las trampas y mañas que tienen preparadas.

Lic. Verónica B. Juárez Piña

Secretaria de Gobierno y Enlace Legislativo del CEN-PRD