Se ha mencionado entre los aspirantes a la Secretaría de Educación Pública en el gobierno de Enrique Peña Nieto a un personaje de primer nivel, Juan Ramón de la Fuente, que fue invitado por Andrés Manuel López Obrador para participar en su gabinete.

 

Aunque De la Fuente ha dicho que no está interesado en colaborar con el priista que casi seguramente será ratificado por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación como sustituto de Felipe Calderón en la Presidencia de México, lo cierto es que no está descartado que el ex rector de la UNAM acepte trabajar con Peña Nieto si este lo invita. Los políticos, ya se sabe, casi nunca dicen la verdad cuando niegan sus aspiraciones.

 

Sería muy bueno para México que De la Fuente participara en el gabinete de Peña Nieto. Le daría al próximo gobierno del PRI aires de pluralismo y, sin duda, garantizaría eficacia.

 

No es De la Fuente el único de los hombres y mujeres que convocó López Obrador que brillaría en el equipo de Peña Nieto. Otro es el experto en Turismo, Miguel Torruco.

 

El señor Torruco, a pesar de que a AMLO las cosas no se le dieron favorablemente el pasado primero de julio, no ha dejado de presentar, en todos los foros a los que se le invita, proyectos para modernizar el sector turístico.

 

En un boletín especializado leí lo siguiente:

 

“A escasos 4 meses de que el virtual presidente electo, Enrique Peña Nieto, asuma las riendas del país, el ex presidente de la CNT, Miguel Torruco, estableció la necesidad de reformular el modelo turístico actual a nivel nacional e internacional. Plantea: Incrementar paulatinamente los fondos para la promoción nacional e internacional, a través de una mayor distribución de los recursos del DNI y de los impuestos locales al hospedaje… Identificar claramente la estacionalidad para que los recursos se asignen eficientemente y las campañas no sean infructuosas… evaluar cuantitativa y cualitativamente las campañas por número de turistas recibidos por destino, segmento y mercado.

 

“…También habló de la necesidad de promover la inversión nacional y extranjera a través de mecanismos ágiles para su liberación, negociando tasas competitivas… incrementar los montos de inversión a través de los convenios para la reasignación de recursos a los estados por parte de la Federación… Asesorar a las comunidades en la organización y capacitación para implementar proyectos turísticos… consolidar los destinos turísticos ya existentes a partir del trabajo conjunto entre la Federación, gobiernos estatales y municipales, la iniciativa privada y los sectores laboral y social… reubicar el comercio informal y mantener la limpieza en destinos, playas y zonas con afluencia turística… considerar al turismo como una prioridad del Estado Mexicano.

 

“…Integrar la Comisión Intersecretarial de Turismo que coordine la participación de todas las dependencias del gobierno federal… desarrollar el Programa Sectorial de Turismo consensuando con los actores públicos y privados involucrados en la actividad… diseñar una política aeronáutica para mejorar la conectividad aérea nacional e internacional... desarrollar una base estadística y de información turística veraz y oportuna… destinar recursos para el mantenimiento de las ciudades patrimonio mundial”.

 

Todo un programa para el turismo el de Miguel Torruco quien, por cierto, no es político. Si participó en la campaña de López Obrador lo hizo por idealista. Sufrió, suele ocurrir, agresiones injustas, sobre todo cuando algunos periodistas acusaron a su hijo, sin pruebas de ningún tipo, de haber sido uno de los supuestos perversos diseñadores del movimiento #YoSoy132.

 

No, Miguel Torruco no es político. Pero conoce la materia turística más que muchos de los que han sido secretarios a nivel federal, en los estados o en el Distrito Federal. Quizá ya va siendo hora de que algunos cargos dejen de usarse para premiar grillos, y se entreguen a conocedores que lo único que buscan es que las cosas mejoren.