“¿Qué es una mujer? La otra mitad del cielo” Jonh Lennon

 

La semana pasada apareció una nota periodística por destacar. Custodios de una corporación privada de seguridad fueron detenidos en el estado de Puebla, dado que estarían relacionados con una serie de homicidios de mujeres, entre ellas niñas.

 

El motivo aparente es que las mataban con la intención de grabar sus crímenes, imitando imágenes de cine gore (violencia extrema) según  habrían declarado.

 

Su último homicidio, al parecer, habría sido el de la amante de uno de los integrantes del grupo y las hijas de aquella, de 6 y 4 años de edad.

 

Una nota periodística referirá al respecto: “El Halcón se vistió de negro y se colocó una máscara que semejaba una calavera para luego degollar con una hoz a la mujer y sus dos hijas, mientras que un menor registraba la escena con un celular y otra mujer sometía a golpes a las víctimas para evitar que escaparan”. http://ht.ly/8RWjG

 

Los videos eran “presumidos” entre diversas personas y mostrados como “trofeos”.

 

El actuar de los sujetos podría llevarnos a un análisis a “bote pronto” y hablar de probables trastornos de la personalidad, de psicopatología, de “hechos inhumanos”, de “atrocidades”, etc., sin embargo se estaría sacando poco provecho del caso (más allá de la experiencia clínica).

 

Lo fundamental del caso puede ser el contexto en el que se inscribe, es quizá la punta del iceberg.

 

Porque mientras estos hechos ocurren, activistas sociales son asesinadas como es el caso de Marisela Escobedo, o son amenazadas e intimidadas como Norma Andrade.

 

Esto sucede mientras estadísticas hablan de que las mujeres trabajan más tiempo, o igual, que los hombres, y reciben salarios inferiores. Algunos estudios hablan  que sobre las mujeres el desempleo tiene un mayor impacto. O que son pocas las mujeres que tienen la oportunidad de tener puestos de mando en diversas corporaciones.

 

Las cifras de “feminicidios” (homicidio contra la(s) mujer(es) por el simple hecho de ser mujer)  se incrementan de forma exponencial (al igual que el de los hombres).

 

Estudios de campo arrojan que las mujeres siguen reproduciendo muchos de los preceptos de las sociedades donde predomina lo masculino, siguen jugando un rol apegado al “machismo”.

 

El caso de estos homicidas es impactante, pero en un país donde la muerte es algo cotidiano, noticias como estas se diluyen entre el montón de cadáveres.

 

Lo merecido para el hecho fue la aparición de los victimarios en periódicos de nota roja. Las víctimas pasan a ser parte del olvido, como familiares de una de ellas lo expresaron al saber del homicidio: “pensamos que se había ido con otra persona”.

 

Crímenes como estos desnudan la violencia estructural generada contra las mujeres, esa que se inscribe desde las cúpulas de lo masculino (sin importar el genero de los verdugos), del poder, la cual se reproduce de forma puntual por la sociedad.

 

Por todo esto puedo afirma que esta película ya la había visto… Y que no será ni la primera ni la ultima producción en este país que vive una justicia tercermundista.

 

Enrique Zúñiga           twitter: @Zuva16          mail: zugv@prodigy.net.mx