No sé si haya argumentos legales para que la administración del Canal 11 despida a John Ackerman o cancele cualquier contrato que haya firmado con este jurista y activista político.

No he analizado los detalles de lo ocurrido, y por lo tanto desconozco si verdaderamente Ackerman recurrió a la violencia en su trato con Sabina Berman en el programa que conducían juntos en la mencionada televisora pública.

Me gustaría pensar que un académico tan preparado como John Ackerman no sería capaz de agredir a una mujer. Compañeros suyos en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, como Ernesto Villanueva, no creen que sean ciertas las acusaciones en contra del todavía colaborador del Canal 11.

El problema para Ackerman — que es, por varias razones, un serio problema para el presidente López Obrador— radica en que cada día aumenta el número de mujeres mexicanas que piensan que John agredió a Sabina.

El mismo mensaje ha circulado muchísimo en Twitter:

Cuando @CanalOnceTv, un canal público del Estado Mexicano, decide no reconocer la violencia y además premiar al agresor, @JohnMAckerman, se convierte en cómplice de la violencia contra las mujeres y la institucionaliza <br>#SomosTodas #SabinaNoEstáSola<br>

Tuit de mujeres

¿Por qué la mala imagen de John Ackerman perjudica a Andrés Manuel López Obrador? Porque John ha sido un activista muy cercano a Morena y al presidente de México; también, y sobre todo, porque su esposa, Irma Eréndira Sandoval, colabora en un cargo de primer nivel en el gobierno federal.

Se ve por lo menos muy feo que Sabina Berman haya salido del Canal 11 y que John Ackerman continúe. ¿Por qué no se fueron los dos? ¿Por qué solo se ofreció un nuevo programa a John?

Se equivocó el director del Canal 11, José Antonio Álvarez Lima, de plano. No debió permitirlo el coordinador de todos los medios de comunicación del gobierno mexicano, Jenaro Villamil.

Por respeto y cariño a AMLO, el señor Ackerman debe dejar el Canal 11. Si no lo hace voluntariamente, Álvarez Lima y Villamil tendrán que obligarlo a irse.

Demasiados equívocos ha habido en la relación entre Andrés Manuel y el movimiento feminista; no le hace falta al primer mandatario que alguien tan cercano a él, como Ackerman, ponga de malas a tantas mujeres.

¿Que la derecha puede estar usando políticamente el pleito entre John y Sabina? Sí, sin duda. Mal haría la oposición en no aprovechar las metidas de pata de quienes se identifican con la 4T y AMLO.

Por eso mismo, porque en el debate con Sabina el derrotado —y por goleada— ha sido John, este debe renunciar a la televisora pública... o de plano debe ser despedido.

Es lo menos que Ackerman, Villamil y Álvarez Lima pueden hacer por López Obrador.