Si a los editores de El Universal les parece de segunda la vacuna Sputnik V, simple y sencillamente deberían decirlo.

Se vale argumentar en los medios tradicionales, en las redes sociales de internet o en cualquier lugar contra lo que parece una mala decisión del gobierno de México.

Creo que Arturo Herrera, secretario de Hacienda, es ingenuo cuando afirma que la Sputnik V tiene una eficacia del 94%. ¿En qué se basa para afirmarlo? Desde luego, no en el diagnóstico de ninguna agencia reguladora de medicamentos de la Europa más desarrollada o de Estados Unidos, a saber: la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA), la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) y la Agencia reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios del Reino Unido (MHRA). Seguramente el economista Herrera se ha creído lo que sostiene el gobierno ruso, algo que no se ha podido demostrar fuera del territorio que con autoritarismo —casi dictatorialmente— preside Vladimir Putin.

Otro es el pecado del jefe de la estrategia anticovid en México, Hugo López-Gatell, quien no es ingenuo, sino un mentiroso enloquecido por la politiquería .

Ahora defiende, sin argumentos racionales, la vacuna rusa. Pero en agosto del año pasado, basado en la ciencia, la rechazaba. Cito uno de los pocos momentos de lucidez que ha tenido el rockstar de la epidemiología:

“Efectivamente nos ha sorprendido, como le sorprendió a la Organización Mundial de la Salud, conocer de la vacuna rusa, cuando hasta donde llegaba la información pública mundial no había llegado hasta la fase tres. Definitivamente, y esto lo quisiera dejar muy claro, no se puede empezar a utilizar una vacuna que no haya terminado satisfactoriamente los estudios de fase tres, no se puede, no se debe por razones éticas, por bioseguridad, y para todos los países es un estándar ético de práctica de seguridad…”.

Hugo López-Gatell

Si ahora el doctor Gatell dice lo contrario se debe a que, simple y sencillamente, es un irresponsable por pensar que sus veleidades le permitirán seguir avanzado en la política..

Los periodistas podemos —y debemos— cuestionar una vacuna que no parece para nada confiable.

Pero no fue eso lo que hizo El Universal en su Bajo Reserva Exprés de ayer jueves, “El hombre que tiene en sus manos 12 millones de vidas”.

Es una bajeza decir que el titular de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, José Alonso Novelo Baeza, será el responsable de millones de vidas que no se han perdido —y esperemos no se pierdan— si otorga una autorización de emergencia para que en México se aplique la vacuna rusa.

Los redactores del diario de Juan Francisco Ealy Ortiz con absoluta indecencia dicen:

√ Que Novelo “será el responsable final de autorizar el uso de la vacuna rusa Sputnik V para que sea aplicada a 12 millones de ciudadanos, cuyas vidas y salud estarán en sus manos”.

√ Que el mencionado médico —hombre honesto y modesto, vale la pena aclararlo— “apoyado por un comité” será el responsable de “autorizar, o no, el uso del antígeno ruso que aún no ha dado a conocer los resultados de su tercera fase de investigación”.

√ Que si el doctor Novelo está convencido de que “la vacuna es segura sin duda tomará la decisión de aplicarla a 12 millones de mexicanos, en su mayoría personas de la tercera edad. Pero si tiene mínima duda, nos hacen ver, debería seguir la ruta de algunos funcionarios como Germán Martínez, Carlos Urzúa o Jaime Cárdenas, quienes renunciaron a su cargo antes de tener que ir en contra de sus principios para satisfacer los designios de la autollamada Cuarta Transformación”.

Personalmente me encantaría que el doctor Novelo Baeza respondiera negativamente a la petición del Comité de Moléculas Nuevas de la Cofepris —presidido por el infectólogo Gustavo Reyes Terán—, es decir, que Cofepris no aceptara entregar una autorización de emergencia a la vacuna Sputnik V. Pero si decidiera hacerlo por razones técnicas que desconozco, ni Novelo Baeza ni Reyes Terán podrían ser acusados de nada indebido si las cosas fallaran.

Respetuosamente pediría a Novelo Baeza y a Reyes Terán —y al resto de quienes toman decisiones en Cofepris— esperar un poco antes de autorizar una vacuna tan poco confiable en el mundo desarrollado, que además no llegará pronto a México en las cantidades que se necesitan: ya es del dominio público que Rusia no tiene la capacidad de fabricación que se necesita para producir la Sputnik V en las cantidades que les han pedido varios países con gobiernos desesperados, entre ellos el nuestro. De ahí que Vladimir Putin haya solicitado a Angela Merkel fabricar en Alemania la vacuna; Merkel dijo que sí y hasta dijo cuándo: exactamente cuando la Agencia Europea del Medicamento la estudie y concluya que es suficientemente segura para ser aplicada en todos los grupos de edad.

No veo la necesidad de que Cofepris se acelere. Absolutamente ninguna necesidad.