Pedro Miguel, excelente escritor y mejor persona, sospecha que en el origen de una reciente campaña de calumnias contra la periodista Carmen Aristegui está un viejo reportaje de ella que pronto llevará a la cárcel a uno de los peores representantes del PRI, Cuauhtémoc Gutiérrez:

Sin duda debe haber molestia en el priismo de la Ciudad de México porque se ha girado orden de aprehensión contra el señor Gutiérrez, y no dudo que algunos de sus dirigentes se encuentren detrás del vulgar ataque contra Aristegui. Estoy convencido, sin embargo, de que hay algo todavía peor en la embestida contra la periodista, a quien se difama en el mismo contexto de las calumnias difundidas por Carlos Loret de Mola contra Epigmenio Ibarra.

Pienso que grupos empresariales de derecha, que seguramente financian a Loret y a otros comunicadores, dieron la orden de ir con todo contra Epigmenio y Aristegui, con el único objetivo de debilitar a la 4T. Y es que, como todos sabemos, uno de los más valiosos activistas a favor de AMLO durante muchos años ha sido el productor televisivo y accionista de la empresa Argos; el trabajo absolutamente objetivo de la periodista, por su parte, resultó fundamental para que quedara duda alguna acerca de la gran corrupción en los gobiernos del PRI y del PAN, hoy aliados bajo la coordinación de un representante del sector más conservador de los negocios en México, Claudio X. González.

Aclaremos las cosas antes de continuar

A la empresa de Carmen Aristegui, sin duda muy exitosa desde hace años, se le acusa de haber recibido indebidamente contratos de publicidad de parte del gobierno federal. No hay tal cosa: es perfectamente legal el gasto para su promoción que hace la administración pública en medios de comunicación que cuenten con una audiencia que lo justifique.

El sitio de internet de Aristegui ha estado durante bastante tiempo entre los más leídos de México. Lo indebido no es que ahora reciba publicidad oficial, sino que no la haya recibido desde el sexenio pasado.

Lo explica muy bien Jenaro Villamil, periodista muy destacado y ahora funcionario público, quien en otros tiempos acusó de recibir chayos a propietarios de empresas mediáticas que solo vendían, con toda legalidad, sus espacios publicitarios. Sí, tal como lo hace hoy, en forma correcta, la señora Aristegui.

En el caso de Epigmenio, la calumnia tiene que ver con un crédito de Bancomext a la empresa de la que es socio —que quede claro: el productor no es el dueño del negocio y, tal vez, ni siquiera tiene la mayoría de las acciones y seguramente, por acuerdos corporativos, no le corresponde llevar la administración—.

Conviene citar lo que ha escrito Eduardo Esquivel en SDPnoticias acerca de la legalidad del préstamo a la empresa Argos, no a Epigmenio, quien solo es uno entre varios socios, y probablemente no el que controla el negocio:

Carlos Loret de Mola hizo una “investigación” acerca del préstamo que recibió Argos, pero “en realidad, no había necesidad de 'investigar' nada, ya que se trata de información pública que nadie ha intentado ocultar”.

Bancomext prestó a una empresa que cuenta con solvencia y prestigio y dio garantías al banco porque “el negocio de los bancos es prestar dinero con intereses y es una actividad legal”.

√ La empresa productora de Epigmenio Ibarra cumple con los requerimientos que establece el intermediario financiero estatal para ser acreedor de un crédito, ya que esta compañía exporta el total de sus contenidos y capta divisas.

√ “El artículo tercero de la ley orgánica de la institución financiera habla de que ‘el Banco Nacional de Comercio Exterior, como institución de banca de desarrollo, tendrá por objeto financiar el comercio exterior del país, así como participar en la promoción de dicha actividad’…”.

√ “Argos cumplió con los requisitos fiscales y dio como garantías los contratos que tiene en Estados Unidos para cobro futuro y la solicitud para el préstamo fue avalada por los comités de crédito y de riesgos del banco”.

√ "Hasta el momento no se tienen noticias que Argos haya incumplido con los pagos del crédito que le otorgaron”. 

Es contra AMLO, no contra Epigmenio o Aristegui

Resentmientos personales a un lado —personas de éxito como Epigmenio Ibarra y Carmen Aristegui son envidiadas por no pocos periodistas—, la verdad de las cosas es que se les ataca porque se piensa que para destruir al presidente López Obrador se debe antes acabar con la credibilidad de activistas honestos, como Epigmenio, y de periodistas objetivas, como Aristegui; por cierto, Carmen, en su sitio de internet o en sus programas de radio y TV, de ninguna manera evita, y hasta promueve, los cuestionamientos a lo que le parece se hace mal en la 4T.

Peores agresiones recibirá Andrés Manuel; resistirá, claro que resistirá.

Posdata

Por lo demás, resulta necesario precisar que Epigmenio Ibarra y Carmen Aristegui no juegan en equipo. Cada quien está en lo suyo y si sus trabajos molestan al otro o a la otra, les da igual. Aristegui, por cierto, dio a conocer en su sitio de internet la "investigación" de Carlos Loret sobre el crédito a la empresa en la que participa Epigmenio. Y si cualquiera de los colaboradores de la periodista se lanzara contra el productor de TV, a ella le tendría muy sin cuidado.

No hacen equipo, claro que no. Pero la derecha empresarial piensa otra cosa y les atacan al mismo tiempo. Pero no es contra él ni contra ella. Insisto, es contra el presidente de México que busca un país nuevo, más decente. Es lo que pienso.