Ignoro de quién fue la idea de aislar el Palacio Nacional con vallas metálicas —un verdadero Muro de Trump a escala—, pero ha sido una muy mala idea.

Tal proyecto seguramente tuvo en su concepción y ejecución las mejores intenciones —la principal de ellas, proteger un edificio con valor histórico—, pero ya se sabe que son precisamente los buenos propósitos los materiales con que se pavimenta el camino al infierno.

Se equivocaron quienesquiera que hayan sugerido al presidente López Obrador las vallas de Palacio. Por tres razones: (i) no calcularon la reacción de las mujeres, que lo han visto como una afrenta hacia ellas y como un reflejo del miedo que en el poder ejecutivo se tiene al movimiento feminista; (ii) no hay ni habrá argumentos capaces de convencer a las víctimas de la violencia machista de que se equivocan al pintarrajear o inclusive dañar monumentos, ya que en su opinión nada material es más valioso que la seguridad de las mujeres a diario agredidas en México, y (iii) cualquier campaña de propaganda de la 4T, en medios tradicionales o en redes sociales, diseñada para justificar las vallas iba ser, como mínimo, neutralizada —e inclusive usada en contra del gobierno de AMLO— por una oposición que solo ha visto en problemas al presidente de México cuando intenta que el feminismo cambie su lógica y acepte luchar no solo por la seguridad de ellas, sino por la de toda la sociedad, incluidos los hombres.

No ha comenzado la marcha de las mujeres del 8 de marzo y ya enfrenta el gobierno mexicano serios problemas. Desde luego, resulta complicado pronosticar qué pasará en la manifestación de mañana lunes, pero no puede descartarse que se queden en plantón vigilando que nadie vaya a quitar las vallas, convertidas ya en la antimonumenta "Vivas nos queremos".

El peor castigo para la 4T será que el feminismo decida que el muro de la paz (Jesús Ramírez dixit) se quede rodeando al Palacio Nacional, si no para siempre, sí unas largos meses.

¿Cómo puede salir Andrés Manuel del laberinto?

1. Debe, en primer lugar, aceptar la lógica del movimiento feminista sin intentar cambiarla. 

2. El presidente de México debe también dedicar una mañanera a la semana al tema de las mujeres, que son más importantes que el precio de la gasolina.

3. Andrés Manuel debe, este mismo domingo, exigir a su partido, Morena, quitarle a Félix Salgado Macedonio no solo la candidatura a gobernador de Guerrero, sino sus derechos como militante; expulsarlo, pues.