“¿Por qué no se celebra la mañanera sin la presencia de reporteros en Palacio Nacional, es decir, por sistemas de videotelefonía, como Zoom?”.

Es la pregunta que un amigo bastante sensato, conocedor, analítico y que conoce la 4T me hizo por teléfono. Antes de darme oportunidad de  elaborar una contestación razonable, él mismo ofreció una respuesta:

√ “Lo de menos para el presidente López Obrador sería dialogar por videoconferencia con los reporteros nacionales y extranjeros”.

√ “El problema ahora es que la mañanera está bajo asedio; se entiende, los enemigos de AMLO  buscan destruir al más importante fenómeno de comunicación de la historia”.

√ “Los partidos de oposición buscan desaparecer la mañanera; argumentan una falsa necesidad de equidad electoral. Lo que quieren es aprovechar las elecciones de 2021 para dejar al gobierno de México sin la columna vertebral de su proyecto de comunicación social.

√ “Hacer política es comunicar, no solo en tiempos electorales. De hecho, para un gobierno decidido a transformar las estructuras políticas, económicas y sociales lo menos importante es comunicar durante los periodos comiciales. Lo realmente relevante es mantener el diálogo con los gobernados en lo que a estos les importa en su vida diaria, sobre todo lo relacionado con su bienestar”.

√ “Los partidos de oposición, que no han formado liderazgos de peso, buscan remediar sus propias deficiencias competitivas acabando con un instrumento que: (i) no le cuesta al gobierno, esto es, no es publicidad pagada; (ii) depende para ser interesante de la interacción presencial entre el presidente AMLO y los reporteros, y (iii) tiene audiencias superiores a las de todos los noticieros mexicanos de radio y TV de alto rating”.

√ “Esa oposición que no ha hecho la tarea, pretende ahora obtener ventajas a la mala, desgraciadamente con la complicidad del Instituto Nacional Electoral, que con interpretaciones torcidas de la ley ha decidido destruir las mañaneras. Afortunadamente el INE no es la última instancia, sino el Tribunal Electoral, y este no le ha dado la razón”.

√ “Sin duda la pandemia de covid es un argumento fuerte para recurrir a conferencias de prensa virtuales, sin reporteros frente al presidente de México;  por videotelefonía, pues. Esto sería perfectamente razonable en un contexto de normalidad democrática, pero no cuando el principal instrumento de comunicación del gobierno está siendo atacado tanto por la autoridad electoral como por una oposición que se ve decidida a recurrir a cualquier arma de combate, sea legítima o ilegítima, y con alianzas quizá no legales con empresarios como Claudio X. González, que no tendrán autoridad moral, pero les sobra dinero”.

√ “Lo cierto es que en las mañaneras se cumplen estrictamente todas las medidas sanitarias, sobre todo la de sana distancia”.

√ “Jesús Ramírez, vocero de AMLO, ha hecho la tarea en ese sentido. Son muy pocos los reporteros y fotógrafos que asisten; se sientan suficientemente separados, tal como lo recomiendan los expertos en infectología de todo el mundo”.

√ “Por cierto, Lord Molécula no se contagió en la mañanera, a la que asiste cada tres semanas. Se contagió en otra parte. No se le impide la entrada a don Carlos Pozos, pero no se le facilita”.

√ “Evidentemente en Palacio Nacional saben quién es quién. Un periodista profesional, bastante experimentado, como Ramírez, no se atrevería jamás a darle a alguien sin trayectoria de reportero —pero que ha insistido en hacer un trabajo para sus propios fines— el mismo trato que a quienes representan a Reforma, Proceso, MilenioRadio Fórmula etcétera, que tienen prioridad para entrar a las conferencias de prensa del presidente López Obrador”.

√ “En Palacio Nacional a los reporteros se les han hecho pruebas diagnósticas de covid, PCR y rápidas. Se actúa con responsabilidad”.

La verdad de las cosas...

Creo que hace sentido lo que me ha dicho la citada persona. No puede Andrés Manuel ceder ante una exigencia de la oposición, tampoco ante una presión del INE, evidentemente no basada en la equidad; el Instituto Nacional Electoral aprovecha la ocasión para intentar resolver problemas administrativos y presupuestales muy particulares con el gobierno de la 4T.

A pesar de la pandemia, la vida debe seguir. Es decir, con los cuidados necesarios debemos continuar haciendo el trabajo esencial, los viajes que no se pueden posponer, las reuniones de gran importancia.

La mañanera no es una fiesta ni una comida en restaurante en la que, al calor de los platillos y las copas, se pierde la distancia. La mañanera es un evento de gobierno que tiene lógica política y administrativa.

Puede gustarnos o no lo que hacen ahí personas como Lord Molécula, pero lo cierto es que los periodistas que no asistimos, podríamos hacerlo sin problemas con tan solo llamar a la oficina de Jesús Ramírez. Si lo hicieran Ciro Gómez Leyva, Carlos Loret, Carmen Aristegui y Enrique Krauze, seguro estoy de que Ramírez con amabilidad los recibiría y los sentaría en primera fila para que preguntaran y aun debatieran cualquier tema con el presidente de México. Pienso que valdría la pena que se animaran. Sería enriquecedor, por ejemplo, un diálogo sobre la democracia entre Krauze y AMLO. En la mañanera, sí. Enrique no necesita invitación porque todos estamos ya invitados.