Qué horror. Quise abrir la página de internet del Giro de Italia; escribí en la computadora dos letras, “gi”, y enseguida presioné la tecla enter —o intro o return— o cómo carajo se le deba decir.
Para mi mayor decepción, en vez de imágenes de la siempre interesante carrera ciclista por etapas, lo que vi fueron fotografías de Gibrán Ramírez, columnista semanal de Milenio y político de bajos vuelos de tiempo completo.
Sí, abrí por accidente el sitio personal de don Gibrán; juro que no lo vuelvo a hacer. Desde luego, lo borré de inmediato y repetí el ejercicio —escribí en la nueva oportunidad tres letras, “gir”— y logré mi objetivo.
Después de comprobar que la etapa diecinueve es plana y, por lo mismo, probablemente muy aburrida —creo que no la veré en el canal de televisión TUDN—, decidí con miedo buscar información sobre la Vuelta a España.
¿Miedo? En efecto. Como su página empieza con ele —lavuelta.es— me invadió cierta angustia. Y es que si me equivocaba probablemente iría a dar a la página web de Loret de Mola o quizá a su Latinus.
Vencí los temores y procedí a buscar la Vuelta; ya no me equivoqué. Pero me quedé pensando en Carlos Loret, cuya columna hace tiempo no se publica en El Universal.
No está de vacaciones el señor Loret; sigue en W Radio y en Latinus —ayer entrevistó a Soledad Loaeza, Héctor Aguilar Camín, Jesús Silva-Herzog Márquez y Jorge Castañeda— y mantiene su actividad en Twitter.
Alguna diferencia tendrá con la dirección de El Universal, donde no publica su columna desde el pasado 8 de octubre, cuando el francés Arnaud Demare ganó la sexta etapa del Giro.
No creo que se trate de una situación de censura, puesto que día 18 de este mes el diario propiedad de Juan Francisco Ealy Ortiz le dio un amplio espacio al video de Loret en el que este da a conocer, escandalizando de más, que Pío López Obrador quiere meterlo 12 años a la cárcel, algo por supuesto imposible.
Quizá Carlos Loret y El Universal no se están poniendo de acuerdo en los honorarios del periodista. Los periódicos, como es bien sabido, están en crisis; en todo el mundo por el empuje del internet que ha hecho caer las ventas de papel impreso y de anuncios comerciales, pero en México una crisis agravada por la disminución del gasto del gobierno federal en publicidad en los medios.
No sé si el tema de los ingresos pagados a los y las columnistas sea la razón de que hoy se haya despedido de Milenio la señora Bárbara Anderson. Se le desea suerte en cualquier trabajo que ella realice en el futuro.
En fin, ojalá Loret vuelva pronto a las páginas de El Universal. El nivel ahí es bastante bajo; poco aporta, por ejemplo, gente como Esteban Illades, quien es algo así como un Gibrán Ramírez de la derecha.
Desde. luego, espero que Anderson encuentre otro espacio periodístico muy pronto. Porque si esta mujer, que hacía un buen trabajo, se ha despedido del periódico de Francisco González, tristemente para sus lectores en sus páginas seguirán apareciendo los comentarios de intelectuales tan aburridos como el mencionado don Gibrán y otros.