29 de abril de 2024 | 06:30 p.m.
Opinión de Federico Arreola

Las vacunas Rolls-Royce y la vacuna Suzuki Jimny

La vacuna de AstraZeneca, a menor costo, sirve para exactamente lo mismo que las más caras.
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El Cullinan, conocido como Estrella del Sur, es el mayor diamante hallado en toda la historia del que se tenga conocimiento. Procedía de una mina sudafricana y pesaba en bruto más de 3000 quilates. <br>

Wikipedia

El lujo

Hace tiempo, en el sitio autologia.com.mx, leí una nota sobre vehículos de los llamados suv, todoterreno o inclusive 4X4: “Rolls-Royce está vendiendo más Cullinan de las que puede producir”.

Algo parecido ocurre con las vacunas de Pfizer y Morena: sobran pedidos, pero falta producción. Inclusive en Estados Unidos hay escasez: en California, por ejemplo, han cerrado algunos centros de inmunización porque no hay viales.

Pero, antes de continuar explicaré para quienes no lo sepan qué es el Cullinan: se trata ni más ni menos que del suv (sport utility vehicle) diseñado y fabricado por Rolls-Royce.

Es un vehículo carísimo: unos 7 millones de pesos, si no es que aún más costoso.

¿El Rolls-Royce Cullinan es el mejor suv, todoterreno o 4X4 que se puede encontrar en el mercado? Depende para qué. Es un vehículo lujoso que vale lo que cuesta, sin duda. Pero…

El mejor todoterreno

Para la gente que sabe, es otro el mejor vehículo 4X4, sobre todo por su precio mucho más accesible y, desde luego, si lo que se busca es utilizarlo en el trabajo rudo, esto es, en carreteras no tan amplias, mal pavimentadas, angostas y montañosas. Hablo del Suzuki Jimny.

El diseño del Suzuki Jimny, según el sitio autocosmos.com.mx, es “tosco, cuadrado, simple pero encantador”. Vi en alguna parte que este 2021 podrá ser adquirido en México por unos 400 mil pesos. No es poco dinero, pero tampoco una fortuna impagable inclusive para la mayoría de la gente de clase alta. Absurdo, de plano, comparar tal cantidad con los 7 millones del Rolls-Royce Cullinan.

Por supuesto, lógicamente las personas deseosas de un todoterreno preferirían el de Rolls-Royce, pero a veces el presupuesto no alcanza.

Las vacunas Rolls-Royce y la vacuna Suzuki Jimny

Igual ocurre con las vacunas: creo que todos —con la excepción de los nostálgicos de la Unión Soviética—, preferimos las más costosas, las de Pfizer y Moderna. Pero ni hay producción suficiente ni México puede pagarlas en las cantidades que necesitamos. Países tan ricos de Europa como Alemania y Francia, verdaderas potencias económicas, deberán comprar bastante menos vacunas que México para inmunizar a todos los ciudadanos, y aun así será un sacrificio para sus gobiernos.

Entonces, si no podemos adquirir el Rolls-Royce de las vacunas, compremos el Suzuki Jimny de la inmunización: AstraZeneca, de manejo más sencillo, ya que no necesita ultracongelación; mucho más barata, inclusive muchísimo más barata, y como las de Pfizer y Moderna, también una joya de la biotecnología que, debido a razones políticas, ha sido castigada por las autoridades de algunos países; Alemania, sobre todo, no perdona a los británicos el pecado de haber abandonado la Unión Europea.

Aquellos privilegios, a diferencia de las golondrinas, no volverán

Esa Suzuki Jimny de las vacunas es la que ahora mismo se está aplicando en México a los viejitos —como yo, orgulloso integrante del grupo de la tercera edad—.

Ojalá colaboremos todos y dejemos de grillar con la campaña de vacunación, que de corazón espero no sea utilizada por nadie para tratar de influir en las elecciones de 2021. No se vale politizar algo tan delicado.

Quizá a muchos mexicanos decididos a sabotear el esfuerzo de inmunización del gobierno de López Obrador lo que moleste sea el hecho de que, en otras administraciones, ya haríamos sido vacunados todos los que conocemos funcionarios públicos más o menos importantes.

Entendámonos, en los anteriores sexenios no nos habrían colocado injustamente adelante en las largas filas. ¡Ni siquiera habríamos hecho fila!

No exagero si digo que hasta nos habrían vacunado a domicilio. En efecto, los equipos de vacunación habrían llegado a nuestras casas encabezados por personal paramédico de primer nivel apoyado no por esforzados servidores de la nación, sino por edecanes hombres y mujeres perfectamente a la moda y de figuras perfectas.

Así eran las cosas, admitámoslo con honradez. Así ya no son.

Estuve ayer varias horas en la fila en un centro de salud de Cuajimalpa y no vi nada fuera de lo normal; ninguna falta ética, ni política ni sanitariamente hablando.

En fin, espero que se acelere el plan del ingeniero Carlos Slim para que pronto tengamos en México suficiente dotación de AstraZeneca, un excelente todoterreno muy eficiente y barato que, si se le mira bien, sirve para exactamente lo mismo que los Rolls-Royce de Pfizer o Moderna.