Andrea Gori, director de enfermedades infecciosas del Policlínico de Milán, dio una interesante entrevista al diario Corriere della Sera.

Vale la pena reproducirla porque, en Italia —lo mismo que en México— algunas personas piensan que la vacuna de AstraZeneca es de segunda división, comparada con las que se supone son las más avanzadas, las de Pfizer y Moderna.

La entrevista con el experto venía al caso porque en aquel país mucha gente se ha quejado de que se les tenga que vacunar con AstraZeneca y no con Pfizer, que por lo visto, al igual que en México, se destinó a la inmunización del personal médico y de enfermería.

¿Cómo surge este escepticismo?, es la primera pregunta que el reportero Stefano Landi hace al especialista.

Respuesta: “La sensación es que demasiados han malinterpretado los datos: el hecho de que Pfizer y Moderna sean 94 por ciento efectivas y AstraZeneca 65 por ciento no significa que esto último no funcione: es una gran vacuna que evita enfermedades. Debemos preguntarnos cuál es el propósito de esta vacuna: es importante que proteja contra el desarrollo de formas severas, por lo tanto, de muerte y hospitalización. Y en este sentido la efectividad es del 100 por ciento. Puedo tener una forma leve de infección si no tengo suerte, pero no es gran cosa que alguien tenga un poco de fiebre”.

"Muchos, en cambio, han deducido que en más de 3 casos de cada 10 no funciona", es el siguiente comentario del periodista.

Aclara el especialista: “Creo que depende de una cierta publicidad negativa o en todo caso de la ligereza con la que se han ilustrado estos datos. Desvía la atención de una certeza que tenemos. No te sientas mal. En cambio, hay quienes pretenderán que una patología imaginaria se desvíe a otra droga”.

Algunas ventajas de AstraZeneca: Más allá de que las vacunas que han sido aprobadas deben aplicarse para poder lograr una inmunidad colectiva, la vacuna de AstraZeneca que ya se usa en México y pronto estará disponible en forma masiva ya que se va a envasar en nuestro país, “comparada con Pfizer, por ejemplo, tiene un nivel de toxicidad más bajo, particularmente en la segunda dosis. Significa que puede generar reacciones adversas menores y en muchos menos casos. Y luego tiene otra gran ventaja que la gente no ha captado. Si queremos cambiar de ritmo y acelerar la campaña de vacunación, que es decisiva en este momento para frenar el impacto de las variantes (del virus), AstraZeneca nos permite distanciar las dosis. Si la segunda dosis de Pfizer y Moderna es obligatoria a los 21 días, la vacuna inglesa se puede realizar a las 12 semanas. Importante para ampliar la audiencia de personas inmunizadas a corto plazo. Con eficacia garantizada ya desde la cuarta semana”.

En México se han aplicado vacunas de Pfizer y AstraZeneca. Pronto llegarán la vacuna rusa y las chinas. Pero, tal como se están presentando las cosas, parece ser que la gran mayoría de las personas deberán ser inmunizadas con la de AstraZeneca. Esta es una excelente opción con la que, ya muy pronto, podremos contar en forma masiva para inmunizar a millones de personas. Gracias a que se puso las pilas el ingeniero Carlos Slim, quien realizó los arreglos empresariales necesarios para que podamos envasarla en México. No es mala nunca la intervención del sector privado para apoyar al gobierno en sus tareas.