Hace muchos años, alrededor de 1970, llegué de malas, como cada mañana de invierno, a la Secundaria Número 10 Profesor Moisés Sáenz, de Monterrey. De malas porque diariamente caminaba más de media hora desde mi casa a la escuela, y esa vez, no se me olvida, hacía mucho frío. Podía tomar un camión, pero no era barato —en mi casa no abundaba el dinero— y no pasaba con la frecuencia que yo necesitaba.

Cuando entré al salón de clases, el maestro, que me caía mal —se apellidaba Romeroll o Riveroll o algo así— leía sin hacernos caso a los estudiantes un libro cuyo título me llamó la atención: El retorno de los brujos, de Louis Pauwels y Jacques Bergier. Años después lo adquirí y quise leerlo, pero me pareció aburrido y tonto. Lo dejé.

Pero aquella vez, al entrar al salón, me impresionó el título. Aunque soy naturalmente tímido y en mi adolescencia me aterraba dirigirle la palabra a ese señor que me parecía, y creo que era, bastante autoritario, vencí el miedo y le pregunté: ¿de qué trata su libro, profesor? Respondió burlándose: Trata de que volverán los brujos y ya nadie los va a quemar, así que nos van a gobernar y a someter. Se rio y dijo: es que a los brujos no se les quema, solo se quema a las brujas.

Desde luego, yo tenía una idea, aunque no muy bien elaborada —sigo sin ser experto en el tema— de que en otros tiempos a las brujas se les quemaba para que no hicieran daño. ¿Y a los brujos? Supongo que se les respetaba, por machos. Realmente no sé por qué a ellos se les dejaba en paz, mientras que a ellas se les destruía. El feminismo tendrá una explicación sensata.

Leyendo hoy, esta madrugada del viernes 23 de abril de 2021, a la señora Lourdes Mendoza en El Financiero, recordé la profecía de aquel maestro: los brujos volverán y como nadie los va a quemar, nos van a gobernar y a someter.

Me espantó que la señora Mendoza, columnista interesante por sensacionalista, dedicara su artículo a anunciar el regreso de Roberto Madrazo a la política. La columnista y el exdirigente del PRI han dialogado muy a gusto con la única intención de ofender al presidente López Obrador.

No me quedó la menor duda, Madrazo —a quien nadie exterminó cuando era necesario acabarlo para siempre, por dañino—, quiere ser candidato presidencial en 2024. Como Ricardo Anaya, otro brujo al que se dejó con vida y ya hace campaña.

Pero si entre los perros hay razas, entre los brujos hay niveles de maldad. Anaya es menos perverso que Madrazo y, por esa razón, su campaña o precampaña presidencial es más transparente: no engaña, dice lo que busca y no disfraza sus métodos.

Roberto Madrazo es mucho más mañoso. Ha conseguido aliados en los medios y entre los principales intelectuales porque fue hábil al financiar un sitio de internet para Carlos Loret de Mola y Brozo, que gente como Héctor Aguilar Camín, Enrique Krauze y Jorge Castañeda han apoyado participando en algunas mesas de debate porque, seguramente, pensaban que era un proyecto ciento por ciento periodístico.

Hoy que se sabe la verdad deben estar Aguilar Camín, Krauze y Castañeda profundamente avergonzados: y es que han trabajado para fortalecer un instrumento político de Madrazo; ya no hay duda, la empresa que contrató a Loret y a Brozo no está basada en el periodismo.

Por cierto, son intelectuales que odian a López Obrador. Tristemente así es y ojalá tenga remedio tal situación que no beneficia a nadie. De todo corazón deseo que Andrés Manuel convoque a Aguilar Camín, a Krauze y a Castañeda a un diálogo abierto para dejar atrás una enemistad que daña a México.

Pero, estoy seguro, por más que aborrezcan al presidente López Obrador, personas tan inteligentes y conocedoras de la realidad mexicana como Héctor Aguilar Camín, Enrique Krauze y Jorge Castañeda, deben estar más que conscientes de que si México, en opinión de ellos, no marcha en la ruta correcta con la 4T, gobernado por un delincuente como Madrazo se iría al desastre total.

Los intelectuales que hoy combaten a AMLO en algún momento lo apoyaron, lo vieron con simpatía, compartieron su diagnóstico de México o por lo menos pensaron en votar por él —motivados por la honradez del actual gobernante— en alguna de sus tres campañas electorales presidenciales. Pero nadie con un mínimo de cultura política ha aceptado jamás al absolutamente cínico señor Madrazo.

Que los intelectuales mencionados hoy no se entiendan con Andrés Manuel —en gran medida porque a este lo han influido para mal otros intelectuales decididos a aplastar, por viejas disputas, a Aguilar Camín, a Krauze y a Castañeda—, no significa que sean tan tontos como para promover conscientemente los instrumentos políticos de Roberto Madrazo. Pero lo han hecho al considerar periodismo puro lo realizado por Loret y Brozo. Ya deben haber abierto los ojos, eso espero.

Si Aguilar Camín, Krauze y Castañeda deciden participar en el proceso electoral de 2024 apoyando una opción distinta a la que presente la 4T, estarán en su derecho de hacerlo. Ojalá sepan entender lo que está en juego. Porque hay brujos verdaderamente malignos que debieron ser achicharrados, pero nadie lo hizo y hoy nos amenazan. Les dejo la reflexión.