La amenaza
Félix Salgado Macedonio, senador por el estado de Guerrero, antiguo priista, perredista y hoy ferviente morenista, tomó una de las tribunas más importantes de la República y sin tapujos amenazó a los gobernadores que, de no ajustarse a las políticas de AMLO, el Senado usará su facultad para desaparecer los poderes de las entidades de la República.
Fue su cobarde respuesta a la carta dirigida por los gobernadores panistas pidiendo se respete el Federalismo de nuestro país. “Respuesta”, también, a los tweets del gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, donde señaló cómo el Congreso Federal está vulnerando los principios básicos del propio Pacto Federal.
No es válido que Felix Salgado se escude en la mayoría de Morena en ambas cámaras para soltar esas bravuconadas. Tampoco debería permitírsele degradar al poder legislativo a simple peleón para vilipendiar e intimar al poder ejecutivo en los estados. Si quiere seguir haciendo su show, puede irse a continuar su carrera de cantante o de actor frustrado con su película “Guerrero”. Lo que hizo en el Senado no es gracioso. Lastima a su partido, al presidente electo, vulnera la soberanía federal y aterroriza —y con justa razón— a sociedad y (sí) a los mercados.
Éxitos musicales de ¿Félix Salgado?
Es cierto, en el 2007 recibió de Titanio Récords el disco de platino por las ventas obtenidas por la canción “La Cumbia del Peje”. Será interesante saber si la crítica que hizo en la misma de Josefina Vázquez, de Elba Esther y de Vicente Fox (sí, señora Ana Miriam Ferraez, diputada por Morena del distrito veracruzano de Xalapa II, así se llama nuestro expresidente), la mantiene hoy teniendo a la primera de colega senadora y a Elba como ¿aliada? de Morena. Tal vez responderá con su canción “al corazón le vale”.
No podrá cantar “María bonita” de Agustín Lara pues, con su paso como alcalde de Acapulco —tan bello puert—-, la violencia se incrementó y las balaceras en la bahía hicieron que los turistas dejaran de visitar —por primera vez— las playas más emblemáticas de nuestro país. Los acapulqueños en cambio, se acuerdan de él y no en los términos más amables y amorosos de la canción.
Tampoco es de él, la canta Luis Miguel. Pero sí es inolvidable su errático caminar cuando estando hasta las manitas de borracho increpó a la policía, les tiró de golpes y terminó diciendo que habían tratado de secuestrarlo. Todo terminó en un apretón de manos, pero su maltrato hacia la policía, como guardianes del orden, ya desde entonces es vergonzoso.
Esa si es canción del senador. Y al menos en el título demuestra su desprecio hacia el orden, las normas, la división de poderes y todo lo que como servidor público debería acatar/defender. Valga de ejemplo: NO ha presentado ni su declaración patrimonial, ni la de intereses, —aunque ya es requisito de ley...
Éxito de Jorge Negrete y ahora interpretado sin música por Enrique Alfaro como gobernador de Jalisco, al ser el primer ejecutivo estatal que expresa de frente las pifias de los legisladores al proponer dar un poder supra constitucional a los delegados especiales por estado.
Los legisladores y próximos secretarios han dejado fuera del presupuesto federal los proyectos y requerimientos de La Perla Tapatía y con ello han demostrado su desprecio por las necesidades reales de las entidades federativas. Lo que es peor, no tomar en cuenta a los estados vulnera el pacto federal, socava la división de poderes (entre federal y estatal y municipal) y fractura aún más la rendición de cuentas.
Es cierto que Alfaro tiene errores y pifias en su carrera política, como también es reconocido por ser veleta en diversas ocasiones. Lo anterior, no obsta para reconocer que está haciendo lo correcto (a pesar de que su buen actuar en el fondo obedezca a intentar hacer olvidar sus antecedentes). Pero hasta ahora es el único gobernador que de forma clara ha señalado lo errado de lo propuesto por Morena.
Después de Alfaro y su conferencia de prensa, los gobernadores panistas emitieron su carta en contra de las próximas políticas de seguridad. Ojalá que todos los ejecutivos estatales estipularan el error jurídico/legal/soberano que significan los supra-delegados. No será así pues, los gobernadores emanados de las filas de Morena, no señalarán este acto anti-federalista. Probablemente tampoco los priistas que quedan, siguiendo una ilógica tradición centralista.
El federalismo debe entenderse como lo define el artículo 124 de la Constitución: “Las facultades que no están expresamente concedidas por esta Constitución a los funcionarios federales, se entienden reservadas a los Estados o a la Ciudad de México, en los ámbitos de sus respectivas competencias.”. Es cierto, se puede modificar el artículo conforme a las facultades del Congreso contenidas en el art. 73 de la misma Carta Magna (ojo: es el artículo más reformado de la Constitución, cada vez otorga más facultades a los diputados y senadores ¿será que ellos mismos se fortalecen así? Más de 76 reformas al art. 73).
Y si bien, como lo dijo la senadora (próxima secretaria de gobernación), Olga Sánchez Cordero, “los gobiernos panistas tuvieron otros modelos que consideraron adecuados. Nosotros hemos considerado que este modelo es adecuado para esta administración”. El problema es que amenazar a los ejecutivos federales con la desaparición de poderes o la creación de los delegados especiales (como quieran llamarles), sí atenta contra la federación y el pacto en el que se sustenta. Llama a un centralismo más exacerbado. Muy probablemente la ministra no dure mucho en su puesto como secretaria, pero esa es otra historia...
La federación ayuda a:
• Robustecer la democracia, incrementar la participación política, fortalecer (o debería fortalecer) la rendición de cuentas
• Mejorar el diseño e implementación de políticas públicas
• Mejorar la auditoria al poder (a los poderes)
Con lo cual, permite las diferencias entre las entidades federativas, teniendo cierta autonomía y al mismo tiempo con la fortaleza de la unión en temas donde se requiere la fuerza y la integración de todos los estados. La grandeza de México se basa en su diversidad; en nuestras similitudes y diferencias, no en volver más centralista el gobierno.
Esos matices existentes en nuestro país, esbozadas en la canción de El Viajero. Es momento que los diferentes gobernadores entonen (en los hechos, —¡y, porfa, no desafinen!—) canciones que hablen de la grandeza de sus estados y su gente como “El Sinaloense” para Quirino Ordáz Coppel, “Las Torres de Catedral” (para y de Campeche) para Alejandro “Alito” Moreno, “Canción mixteca” para Murad por Oaxaca, “Qué Chula es Puebla” para Tony Gali, “Mi Ciudad” para Claudia Sheinbaum (sí, aún no entra en funciones y es de Morena, pero se espera que demuestre la autonomía de la Ciudad de los Palacios), “Veracruz” para el electo Cuitláhuac García (se entiende que el apoye la guardia nacional, no solo por ser de Morena, sino por la situación del Puerto, pero que defienda la autonomía de su estado), “Los Cerros de Chihuahua” para Javier Corral, y así para cada entidad federativa.
Esa para los legisladores que requieren asesorías urgentes.
Se debería exigir a legisladores locales y federales un nivel mínimo de conocimientos. Si no los tienen, entonces deberían tomar clases urgentes de civismo, historia mínima de México, ortografía, geografía, etc. Sin olvidar temas más “complicados” como lo que significa Federalismo, legislar y no amenazar a otros poderes.
Mientras gente como Salgado Macedonio no sepa sus obligaciones (entre ellas cuidar del pacto federal y no amenazar a nadie), la música por nuestra Patria solo puede ser mortuoria o callar ante tamaña amenaza dictatorial.