El Comercio Exterior de México está en alerta roja por dos factores que lo afectan directamente, primero, la situación que priva en Michoacán provocada por los líderes de los seudo profesores de la CNTE que, en una nueva modalidad de protesta, ahora decidieron bloquear las vías de ferrocarril y la conexión de uno de los puertos más importantes del país, como lo es el de Lázaro Cárdenas y, segundo, la huelga en la industria maquiladora en la ciudad de Matamoros, Tamaulipas.

¿No entienden a López Obrador?

Pareciera que algunas personas y organizaciones vinculadas a Morena y sus líderes no están entendiendo la filosofía del presidente López Obrador sobre el Comercio Exterior, en el que México se ha convertido en un actor relevante en beneficio del mercado interno.

El presidente ha declarado muchas veces, como lo hizo recientemente en Sinaloa, acerca de impulsar el mercado interno y que trabajará para producir lo que se consume en el país.

Evidentemente esto no quiere decir que nos envolvamos en la bandera nacional y que “corramos” a toda aquella empresa extranjera (representante del neoliberalismo y del diablo de la burguesía) ni que se “cierre” el comercio exterior para cubrir un mercado interno.

Definitivamente no es esa la visión, porque no se puede regresar a la interpretación de Karl Marx sobre la obra del escritor inglés, Daniel Defoe, Robinson Crusoe, en la cual, a través de este personaje, Marx desdeña a la burguesía y al capitalismo y simboliza al hombre perfecto y de la moral suprema, en la que el dinero no existe y no sirve; no existe el valor del intercambio.

El daño que causan

Por lo pronto y como lo comenté en unas declaraciones a la prensa la semana pasada, los bloqueos que la CNTE está llevando a cabo ya dejaron más de 10 mil contenedores varados en el Puerto de Lázaro Cárdenas, en los cuales se transportan diversos productos, como las de autopartes y otros bienes necesarios para la producción nacional instalada en estados como CDMX, Querétaro, Puebla y el estado de México, lo que incluso obligará al paro técnico de algunas plantas automotrices de ensamble en el centro del país.

Por otra parte, mientras los industriales del estado de Michoacán aseguran que las pérdidas económicas suman casi los 900 millones de pesos a consecuencia del bloqueo, esto aunado a la consecuente pérdida de empleos, en contraste la CNTE, exige cinco mil millones y el manejo de las plazas y otras “cositas” que parece ya la SEP le está otorgando.

Otra situación es la que se presenta en la ciudad fronteriza de Matamoros, donde el Sindicato de Jornaleros y Obreros Industriales y de la Industria Maquiladora (SJOIIM), mandó a un paro indefinido de sus representados en al menos 42 de las 96 maquiladoras, esto debido al descontento surgido a raíz de que sus empleadores les negaron el beneficio con el que, de acuerdo con el decreto firmado en diciembre pasado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, se ordenó el aumento al doble del salario mínimo en la zona fronteriza.

El centralismo del pasado se asoma 

Lo cierto es que los resultados de implementar políticas basadas en la interpretación marxista de la novela de Robinson Crusoe, en combinación con una política de decisiones completamente unilaterales, de corte centralista, pueden ser desastrosos para el país. Aquí algunos ejemplos:

• Desabasto de víveres e insumos como la gasolina, refacciones y materia prima para la producción, etc.

• Paros técnicos y huelgas; después de muchos años sin huelgas o paros de la industria en el país, la implementación de la política económica y la interpretación de algunas organizaciones como la CNTE y algunos sindicatos de la industria ligados a Morena, empiezan a generar la parálisis de la industria.

• Desempleo

• Cancelación de la inversión extranjera y nacional

• Dispendio de los recursos públicos, tal es el caso de los millones entregados a la CNTE, que lejos de resolver la situación servirá para seguirlos “empoderando”, resulta casi como un premio por bloquear las vías de ferrocarril.

No debemos perder de vista la importancia del comercio exterior que se ha venido desarrollando en México, porque representa un soporte muy importante para el desarrollo, así como para la generación de empleos dignos y bien remunerados y, en general, para el crecimiento económico de la nación, si queremos tener un país de primer mundo, atacarlo, será regresar a los tiempos de la prehistoria.