Concebir el mundo en términos de 'ser' supone predicar la existencia, y precisamente una existencia objetiva, es decir, sobre las cosas u objetos.
Resulta difícil imaginar un mundo sin el 'ser' porque, algunos dirán, entraríamos al mundo de la nada, donde 'no ser' es no existir. Pero ?es correcto hablar de un mundo de la nada si la nada es nada?
Muchos 'filósofos' durante mucho tiempo se han visto enfrascados en este problema. Nosotros, simples mortales, nunca le hemos dado suficiente importancia y nos conformamos con la ironía. Cuando nos han planteado algún problema que se asocia al pensar filosófico nos causa risa porque imaginamos que no son problemas reales y quizá de ahí provenga parte del desprestigio que ha sufrido la filosofía que en su origen era el principio de todo.
Y no han errado quienes así piensan. La pobreza de esta afirmación, además de la ironía y su simpleza, radica en que aun cuando niegan que se trate de un problema 'real' su conocimiento está construido en los mismos términos de esos filósofos antiguos. Es decir, nuestro lenguaje no es sino la herencia de aquella filosofía griega y latina. Gran parte de la etimología de nuestra lengua tiene su origen en aquellos pensadores que concibieron el mundo en términos de ser o no ser. Aristóteles es quizá su máximo exponente.
Y es que, como diría Wittgenstein, que son los problemas filosóficos si no problemas del lenguaje. En el lenguaje se encuentra el principio de la abstracción. Aprehendemos el lenguaje mediante la abstracción del mundo a nuestra mente en forma de ideas que entrelazadas forman juicios y razonamientos. Inmovilizamos al mundo y así como lo representamos lo podemos desaparecer. En el mundo ideal el 'ser' y el 'no ser' no presenta problemas. Pero ?se puede ser y no ser en el mundo material? ?Existir y no existir?
Si analizamos la forma en que usamos el 'ser' en nuestro lenguaje nos daremos cuenta que cuando decimos que algo 'no es' no decimos que no existe sino que es otra cosa. Por ejemplo: si decimos 'este libro no es un poemario' en realidad estamos diciendo que es un libro que tiene un contenido que desconocemos pero que no se 'parece' o 'es' un poemario, afirmamos que es otra cosa.
Lo anterior parece algo sencillo y no faltará quien asuma que ya lo había notado y que yo solo busco la forma de enfatizar algo que no merece importancia. Pero gran parte de los conceptos que usamos en nuestra vida diaria, y que tienen relación directa con el 'ser', no tienen un referente fáctico. La existencia que se predica de esos 'seres' es ideal pero tiene efectos materiales. Es el ejemplo de lo legitimo, lo justo, lo bueno, el orgullo, la avaricia, la amistad, etc.
Si estos conceptos predican que algo 'no es' podría simplemente decirse que, como en lo material, 'es' pero de otra manera. Pero si 'lo justo es' solo idealmente entonces 'en realidad' ?no se podría decir que no existe? O ?como demostrar que existe y que además existe objetivamente?.
Para mi esto no es otra cosa que problemas del lenguaje como ya dijo Wittgenstein y aquello que llamamos existencia objetiva tanto en el mundo ideal como en el material no es sino un núcleo de comprensión compartida, es decir, objetiva en cuanto intersubjetiva como propone Tugendath en su texto sobre 'Antropología como filosofía primera'. Yo estimo que estos pseudo problemas no dejarán de darse mientras la tradición de Occidente se mantenga como en los clásicos y estimo que lo mas conveniente seria desaparecer la noción de 'ser' como sujeto y poner el énfasis en los hechos y pensamientos como predicados, no como sujetos o seres inmutables pero también estimo que será difícil.
A muchos este texto parecerá aburrido pero trataré de poner un ejemplo que llame su atención.
Hace poco tiempo, hablando con unos amigos sobre matemáticas, tema sobre el que yo se muy poco, ellos sostenían que los números siempre han existido, con distintos nombres o un sistema mas completo que el otro pero un uno siempre es uno en los mayas o en nosotros. Yo sostenía que son creaciones humanas aunque se hayan dado de forma similar en contextos diferentes o totalmente opuestos. A la fecha creo lo mismo y creo que lo mismo sucede con la palabra 'ser'. Lo que considero ha dado origen a estas 'entidades lingüísticas' es la necesidad humana de cuantificar y cualificar, que es la forma mas simple de comprender el mundo fruto de nuestra especial capacidad racional pero en ese proceso de simplificación probablemente estamos limitando las posibilidades de creación o desarrollo del mundo o alterando su flujo natural.
Al final, esto lleva al problema sobre si nuestra tendencia a dominar el mundo nos está llevando a destruirlo o no. Si nuestra inteligencia es constructiva o destructiva. Como sea, nunca podremos dejar de hacer y pensar, y lo mejor será encontrar la manera de hacer y pensar sin olvidar que todo fluye, es decir, hacer y pensar en el 'ser' no como sujeto que predica la existencia o no, si no como 'ser' que es predicado en si mismo.
Leonardo Flores Solis
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