Entre el lunes 13 y el viernes 17 de Agosto del 2018, más de 200 trabajadores del periódico Milenio Diario fuimos obligados a firmar nuestra renuncia. Fueron días muy difíciles los que estuve desempleado; jamás desearía que esto le pasara a nadie, sin embargo, la prolongada semana de cuarentena del coronavirus, hizo que muchísimas personas padecieran lo mismo que yo, por lo que espero una mayor sensibilización ante el tema de las renuncias forzadas, condenadas durante la pandemia por nuestra Secretaria de Trabajo y Previsión Social, Luisa Alcalde Luján.

Lo recuerdo como si fuera ayer. El martes 13 de Agosto, la gerente de Recursos Humanos, Liliana Rodríguez Reséndiz, fue a la sección donde laboraba, y le dijo a nuestro editor, Jairo Calixto Albarrán, que estábamos todos despedidos y que por favor bajáramos de uno en uno a firmar nuestra liquidación (que quede bien claro que jamás renunciamos, sino que se trató de un despido injustificado, lo que se agrava con el hecho de que la empresa nos robó más de la mitad del finiquito, por lo que varios colegas levantamos una demanda, con el acta 1255/2018, mediante la ayuda de los abogados laborales Emerson & Bertoni Cadena).

Aquella semana, la gente se agolpaba frente a la oficina de Liliana Rodríguez Reséndiz, quien de manera abrupta y sin tiempo de consultar un abogado, nos hizo firmar, bajo la advertencia de que, lo hicieras o no, de todos modos se te suspendía el sueldo (la gerente, aparte, a mí me despojó de los ingresos de mi última semana laboral, bajo la falsa acusación de abandono de trabajo, hecho que consta en el acta). Luego te quitaba el gafete, para que no ingresaras jamás a las instalaciones (yo sí podría, pues tengo dos gafetes más, que después me encontré en un cajón) y nunca nos entregó copia de los papeles firmados (lo cual, fue problemático para la declaración de impuestos).

El propietario de Milenio, Francisco Darío González Albuerne, ya había advertido que habría recortes, en un texto que publicó en la primera plana de Milenio, el 31 de Julio del 2018, titulado: “Movimiento estratégico” (el equivalente a “Mi Lucha” de Adolf Hitler).

Algunos imprevistos mermaron el insuficiente dinero que entonces se me dio (y que yo veo como un adelanto del finiquito restante). Uno de ellos consistió en la reparación de dos baños que filtraban agua a los departamentos de abajo (uno, el del departamento de mi mamá; el otro, de mi propio departamento).

El plomero que reparó mi baño observó el altar que tengo (pues actualmente practico la Cábala) y conversamos al respecto. Don Benito me dijo que era santero, le conté que durante diez años estuve en la religión Yoruba de Ifá (a la que me hice devoto después de un viaje a Santiago de Cuba), y que hasta llegué a tener Orishas traídos de Nigeria, África, pero que la había abandonado, entre otras cosas, por apegarme al Dios abrahamánico, y por dejar de comulgar con el sacrificio de animales. En la plática, me percaté de que Don Benito sí conocía la religión. La conversación derivó en mi situación como desempleado y se ofreció a prepararme unos baños de yerbas para abrirme camino, lo cuáles acepté (pues no era una ceremonia realmente comprometedora, ni costosa).

Tres días después de tomar los baños, me llegó el ofrecimiento para escribir un guion cinematográfico. Me alegré al ver que los baños habían funcionado. Eso me hizo pagar ceremonias más costosas para conseguir una chamba fija, hasta que di cuenta de que Don Benito, aunque tenía conocimientos, me estaba viendo la cara. Gasté mucho dinero, pero aprendí dos cosas: 1. Dejar la Magia y confiar en Dios, y 2. Dejar de ser tan pendejo y cuidar el dinero.

Por aquel entonces, una mujer que trabajaba en Milenio me habló por teléfono (y me pareció que había ingerido alcohol) diciéndome que Ciro Gómez Leyva había preguntado por mí y que lo buscara (me sonó a una trampa de Rufo el Coyote, pues yo qué tengo que ver esa persona).

Sí busqué a un amigo Senador, quien trató de ayudarme, pero el recorte que el “Peje” hizo a la Cultura, impidió mi colocación en el puesto que me había propuesto. En cierto modo, agradezco que haya sido así, pues si me hubieran dado una chamba fija en un lugar gubernamental, no podría hacer lo que hago ahora, que sí me gusta: escribir y hacer comedia, tanto en SDPNoticias como en “Me Canso Ganso”, programa del Canal 22, donde escribo y actúo. Además, volví a incursionar en el mundo cinematográfico, del que nunca debí haber salido.

La demanda a Milenio sigue en curso, pero me llamó la atención un tuit del coordinador editorial de Milenio, que vi hoy por la mañana:

“Víctor Hugo Michel

@vhmichel

En @Milenio estamos listos. Los números ahí están. El contenido, también.

Esto va en serio. Un medio global: Un impreso robusto, una plataforma de televisión sólida y una ventana digital que crece a pasos agigantados.

Que sigan los retos.”

(Y comparte un texto publicado por Grupo Milenio):

“En Grupo Milenio estamos listos.

Estamos listos en el diario que más ha incrementado su número de lectores en los dos años recientes (NOTA: Justo el tiempo desde que nos despidieron): con 267 mil ejemplares diarios en nueve plazas y 529 suplementos al año.

Estamos listos con un millón 700 mil televidentes diarios en el primer canal exclusivo en noticias en todo México.

Estamos listos con 100 millones de visitas mensuales y 50 millones de usuarios en milenio.com

Creciendo 172% en el último año.

Estamos listos con más de dos millones de suscriptores en YouTube viendo 25 millones 600 mil horas de video en el primer cuatrimestre del año.

Estamos listos porque hemos integrado un gran ecosistema digital, porque cumplimos 20 años como Grupo MILENIO y con más de 85 años de experiencia en medios haciendo periodismo.

Estamos listos porque pasamos de ser un medio nacional a un medio global, compitiendo en el top ten de los sitios de habla hispana.

Estamos listos por nuestras alianzas estratégicas con empresas como Financial Times, Clarín, Google, Facebook y YouTube.

GRUPO MILENIO / #ESTAMOSLISTOS

Fuente: padrón nacional de medios impresos /Google Analytics / YouTube Enero - Abril 2020.

6:30 a.m. 1 jun. 2020 Twitter for iPhone”.

Qué lástima que no hayan puesto: “Estamos listos para brindar más información veraz y de calidad”, sino que el tuit tenga más bien el propósito de aplastar y apantallar con su poderío, como el Imperio Romano, Hitler, Stalin o un “fifí” trepado en su carro último modelo para protestar contra el presidente Andrés Manuel López Obrador.

También es triste que el Grupo Milenio no haya tenido el valor para confesar “Estamos listos para despedir más gente”, pues todavía en Mayo, durante la pandemia, despidieron alrededor de 60 trabajadores más, entre los que se encuentran algunas amistades: Angélica Mercado, Ray Tep, José Luis Barrera Montoya, Juan Pablo Becerra Acosta y mi entrañable amiga, pionera de Milenio: Verónica Maza Bustamante, creadora de “El Sexódromo”.

Desobedeciendo impunemente las recomendaciones de la Secretaria del Trabajo y Previsión Social, Luisa María Alcalde Luján, quien ojalá tome cartas en el asunto, como en muchos otros casos similares, denunciados en el grupo de Twitter: @medios_hablemos, y en la página de Facebook: Colectivo Tenemos Que Hablar.