He dicho muchas veces que el presidente Enrique Peña Nieto es un estadista al que asesoran políticos del mayor nivel, como el secretario de Hacienda, Luis Videgaray.

Pregunto a ambos: ¿Puede seguir participando en la licitación por los nuevos canales de TV abierta el señor Manuel Arroyo, cuya empresa principal, Comtelsat, acaba de ser inhabilitada por el propio gobierno de México?

Esa empresa ha sido inhabilitada por tres meses. ¿Esto es grave? ¡Gravísimo!

Según el diario El Economista, ?la decisión de aplicar dicha sanción es tomada luego de una investigación realizada por el Órgano de Control Interno de Pemex Exploración y Producción, al que con anterioridad se había prestado servicio, y la cual detectó ciertas irregularidades, pero tanto el Órgano como la SFP mantienen en duda los incumplimientos en los que incurrió la empresa?.

Reforma dice más:

Según el Directorio de Proveedores y Contratistas Sancionados de la Secretaría de la Función Pública (SFP), ?la empresa está inhabilitada para participar en licitaciones de la Administración Pública Federal durante 3 meses, hasta el 23 de diciembre de este año, y se le impuso una multa de 1 peso?.

Además, ?Comtelsat también aparece en el listado de contribuyentes del SAT bajo el rubro de créditos exigibles?.

Reforma dice también que ?la SFP señaló que (Comtelsat) fue inhabilitada al no poder formalizar un contrato que se le asignó en 2013 por no estar al corriente en sus obligaciones fiscales?.

En enero de 2013 obtuvo dos de tres partidas de un contrato para la adquisición de 12 equipos de reparación de pozos terrestres en la región norte.

Ahí Comtelsat iba en consorcio con Integrated Power Systems y Loadcraft Industries, que ?ganaron las dos primeras partidas de la licitación para aportar 8 y 2 equipos de reparación de pozos, respectivamente.  El valor de ambos contratos en conjunto es de 79 millones 171 mil dólares?, añade Reforma.

Como se sabe, el canal de TV de paga El Financiero-Bloomberg, que opera Manuel Arroyo, hace días entrevistó en Nueva York al presidente Enrique Peña Nieto.

En las instituciones del gobierno, como el Instituto de Telecomunicaciones dicen, quizá porque ven con simpatía al señor Arroyo, que sobran trucos jurídicos o mañas de litigantes para que Arroyo, a pesar de la inhabilitación, pueda seguir participando en la licitación por la nueva TV abierta.

Espero que Peña Nieto no deje de ser el estadista que es para empezar a escuchar a los tinterillos. Sí, un tinterillo es un abogado del más bajo nivel.

Si Arroyo no cumple sus obligaciones fiscales, y por lo tanto es inhabilitado por el propio gobierno, tanto si el incumplimiento se debe a su falta de dinero como a su pobre capacidad operativa, no puede de ninguna manera ser autorizado por el gobierno a quedarse con un proyecto tan grande como el de la nueva TV.

Peña Nieto debe seguir actuando como el jefe de un gran Estado, en el que conductas como las de Manuel Arroyo no pueden ser premiadas.

Y vaya que Arroyo, al que conozco, me cae bien. Pero evidentemente no tiene nivel para los grandes proyectos.