El día de hoy el Tribunal Electoral ha determinado no anular la elección presidencial de julio del presente ano, y con ello no solo se ratificará en las próximas horas el nombramiento de Enrique Pena Nieto como Presidente Electo, sino que además se marcará el fin de una época dentro de la vida política de nuestro país, lo cual servirá de base para las definiciones que puedan darse en anos futuros.
Dicha época será recordada tanto por el derrumbe del partido en el poder, como por la fractura casi inevitable, de una izquierda que estuvo muy cerca de lograr su objetivo algún tiempo atrás.
El partido en el poder, llámese PAN o Acción Nacional, debería analizar profundamente de que manera recuperar el terreno perdido, sobre todo cuando todo parece indicar que su lugar como tercera fuerza política (tomando en consideración la elección para Presidente de la República), se mantendrá en el 2018 salvo que surja en este largo y la vez corto tiempo (políticamente), un personaje que tenga la capacidad política para sumar voluntades hacia su persona y carisma para competir seriamente en las elecciones futuras. Algo muy difícil de lograr.
A 180 grados nos encontramos con la izquierda, recientemente denominada "Movimiento Progresista"; donde la decisión que tome Andrés Manuel será clave para la conformación de un bloque real que sume a todos en torno a un candidato competitivo.
AMLO tendrá únicamente 2 opciones: Volver a competir en el 2018 o sumarse al proyecto izquierdista y actuar como un verdadero personaje de relevancia en el mismo.
Si decide lo primero, veremos una fractura muy dolorosa para el que sea candidato por el PRD, ya que todo hace suponer que Andrés Manuel registrará a MORENA como partido político y a la par sumará a Movimiento Ciudadano en su búsqueda de la candidatura presidencial
La segunda opción, que desde mi punto de vista es la más lógica, implica sumarse de lleno con quien logrará la postulación de las izquierdas, Marcelo Ebrard o Miguel Ángel Mancera, no hay más.
La misma lógica indica que Ebrard es quien hasta el momento lleva las de ganar, ya que en la elección pasada jugó inteligentemente, apostándole en la famosa "encuesta" a que AMLO fuera el vencedor, con lo cual cuidó todas las formas y midió los riesgos, evitó brincar al jefe y no se desgastó pelando contra EPN, un candidato cuya ventaja parecía inalcanzable (al final así fue).
Pero ojo, Mancera no debe ser descartado, ya que es un personaje bien visto por la sociedad, ganó por una ventaja aplastante contra una gran política del país cuyo nombre es Beatriz Paredes y lo mas importante, aun no sufre el desgaste del ejercicio del poder y menos del recuento de danos de la guerra Post electoral de AMLO.
Solo el tiempo lo dirá, pero por lo pronto una 'época se va y otras tantas están por iniciar.