Siempre es una buena noticia para los Estados que el presidente de la nación los visite, por cualesquiera que sea el motivo, porque es una señal positiva de que está interesado en lo que está ocurriendo en la entidad. Hoy, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), se encuentra de visita en Jalisco y sin menoscabo de los temas de interés que ha venido a tratar con los empresarios, sería de mayúscula trascendencia que en una próxima visita se diera tiempo para revisar las condiciones en que “trabajan” las instituciones de salud del interior del estado y escuchar de viva voz lo que comentan los jaliscienses que viven en localidades alejadas; que “en Jalisco está prohibido enfermarse en la noche, los fines de semana y días festivos porque no hay doctores ni medicinas”. La gente en estos lugares se muere por falta de suero anti alacrán, o porque no cuentan con centros de salud ni hospitales con los aparatos mínimos indispensables.

Pese a que se comprometió como candidato a atender el grave problema de salud pública que se vive en Jalisco, el gobernador Enrique Alfaro Ramírez, muy poco ha hecho por solventar esta situación; hasta el momento, apenas y colocó una primera piedra con la que arrancó la construcción de la tercera unidad del Hospital Civil en el oriente de la Zona Metropolitana de Guadalajara. 

En marzo pasado, en el marco de la inauguración del Banco multitejido y del Laboratorio de inmunohistoquímica y biología molecular en el Hospital Civil de Guadalajara, Alfaro Ramírez, con su característica autosuficiencia, declaró que el Gobierno del Estado se haría responsable de la salud de los jaliscienses, a propósito de que el 14 de diciembre, el Presidente Andrés Manuel López Obrador firmó un acuerdo para garantizar el derecho de acceso a los servicios de salud y medicamentos gratuitos de la población sin seguridad social, con el cual se pretendía que el gobierno federal se hiciera cargo de todo el sistema de salud de los estados.

En esa ocasión, el gobernador informó que se estaban enviando a los estados propuestas de convenio para que los gobiernos estatales entregasen todo el sector salud a la federación, para que los gobiernos estatales simplemente dijesen "no es mi bronca, que lo arregle la federación", pero que Jalisco no iba a aceptar esa ruta.

Enrique Alfaro reiteró que el Gobierno del Estado trabajaría de la mano y coordinándose con el Gobierno Federal porque sería irresponsable tomar ese convenio pues sería un retroceso sacar a los estados y a los municipios de la agenda.

La postura del gobernador puede gustar o no, se puede considerar acertada o no, pero han transcurrido 7 meses de aquella declaración del presidente y el mismo tiempo de gobierno de Alfaro, y no lo vemos haciendo ni una cosa ni la otra y los jaliscienses no pueden seguir esperando, porque simple y sencillamente en temas de salud no se puede programar sino actuar. 

En otro tema, durante su campaña para la gubernatura el año pasado,

Enrique Alfaro sostuvo, que había elementos suficientes para acreditar que se cometieron delitos durante la gestión de Antonio Cruces Mada en la Secretaría de Salud y afirmó que tenía información de irregularidades cometidas por el ex secretario. 

Pero hasta la fecha, los jaliscienses siguen esperando a la justicia para que se sancione a los responsables de esos desvíos que tanto daño causaron a la población. 

Hoy, la reunión con el presidente y empresarios jaliscienses, es una oportunidad única para poner el tema sobre la mesa, para hacer compromisos, para conseguir recursos,  para comprometer una nueva visita del presidente a fin de mejorar los servicios del sector salud, porque es una realidad que en Jalisco está prohibido enfermarse.

Mientras tanto, seguimos agradecidos de que López Obrador tenga presente a Jalisco en su agenda; hoy para abordar temas como la inseguridad, que tanto preocupa y afecta a los habitantes de esta entidad, la Línea 3 del Tren Ligero a Guadalajara, y otros que esperamos sean de beneficio para los jaliscienses en el corto, mediano y largo plazo.