Voto Nulo.- Es una estupidez, por decirlo suave. Pensar que al anular el voto se expresa eficazmente el hartazgo hacia la clase política es no conocer las reglas del juego. Un voto nulo es un voto inexistente. No suma ni cancela la elección. Por el contrario, los que sí suman son los sufragios provenientes de la movilización, la operación política y el acarreo. Entonces llegarán los que no lo podrían hacer por méritos propios. Justo de los que más se quejan los promotores de ese voto nulo. Ah, y facilita también que mantengan el registro los partidos pequeños de escasa representatividad.

Por quién votar.- Salvo el llamado "voto duro" que guarda una lealtad o disciplina ciegas al partido al que se pertenece, el ciudadano ha de estar abierto a conocer la plataforma del instituto político pero, sobre todo, a los candidatos. Aquí es indispensable hacer un escaneo entre lo que se propone y la trayectoria y credenciales de quien ostenta la propuesta. No es solo la apariencia, es la sustancia. Al final del día son esas personas las que ocuparán los cargos públicos y actuarán (al menos en teoría) en representación del elector.

¿Quién ganará? Hay nueve gubernaturas en juego. Salvo los casos de Baja California Sur y Campeche, donde el resultado está ya casi cantado (la primera para el PAN y el segundo para el PRI) los otros siete casos se antojan para un final muy cerrado y, por ende, impredecible. Lo cierto es que una buena parte de ellos podrían terminar en tribunales.

PRI-PVEM.- A pesar de la bajísima calificación del Presidente Peña Nieto entre la población, de la infame Reforma Fiscal y del atorón a la Reforma Educativa, esta alianza se perfila para tener la mayoría relativa en la Cámara de Diputados. Esto solo se explica por el voto duro del PRI, por el desánimo traducible en abstencionismo o voto nulo y en las jugarretas del Verde que, a sabiendas de la violación sistemática a la legislación electoral, apostaron todo con tal de subir unos puntos para compensar la caída del tricolor. Poco ético pero, por lo visto, aquí todo se vale.

El Bronco.- La candidatura de Jaime Rodríguez Calderón "El Bronco" es ya un fenómeno político electoral, más allá del resultado final de la contienda. De independiente no tiene más que la formalidad jurídica de su investidura. Priísta de toda la vida, se colocó en esta novedosa plataforma y es apadrinado por una parte del sector empresarial de Nuevo León, harto de la corrupción e ineficacia del gobierno actual. Su discurso tronante recuerda al Fox del año 2000. Y a pesar de no tener estructura territorial, si se registra una participación ciudadana masiva cercana al 70% y estamos en presencia del llamado voto oculto, El Bronco ganará. Empero, el mejor de los tres candidatos es el abanderado panista Felipe de Jesús Cantú. Y para el PRI, pues para el tricolor Nuevo León es la joya de la corona.

Cocoa.- En Michoacán llegan al final con una intención de voto muy similar entre PRI, PAN y PRD. Francamente no se entiende cómo es que gran parte de la ciudadanía está dispuesta a votar ahí por el PRI luego de ser documentada la perversa relación entre su gobierno y la delincuencia organizada. El crecimiento del PRD se explica por esa mano invisible (no tanto, pues) del Gobierno Federal que ve con buenos ojos al supuesto representante de la izquierda, Silvano Aureoles. Con todo y contra todos, Luisa María Calderón "Cocoa" con tesón y propuestas, está cerca de hacer la hazaña para darle un nuevo rostro a la entidad.

Sonora.- Con el debido respeto, no hay comparación entre candidatos. Mientras el abanderado del PAN (Javier Gándara) es un empresario exitoso, filántropo respetado y un gobernante probado como alcalde de Hermosillo, la representante del PRI Claudia Pavlovich tiene como principal mérito ser ahijada política del poderoso ex gobernador de ese Estado, Manlio Fabio Beltrones. No está dispuesto éste a perder su tercer gobierno al hilo (Guerrero y Baja California son sus padrinazgos previos). Echará su resto, pues buena parte de su futuro la juega en esta carta. Pero Guillermo Padrés, actual mandatario, atacado por todos los flancos, ha gobernado con eficacia y sabe de operación política. No está dibujado. Creo pues que el PAN puede refrendar la gubernatura.

Querétaro.- Al igual que Beltrones, en el caso de Querétaro un gobernador aparentemente eficaz como lo es Pepe Calzada se juega en esta elección su futuro. De ahí su activismo y los actos desesperados de los últimos días. El PAN ya ha gobernado y gobernado bien esa entidad. A la gente de Querétaro no le molesta la alternancia y apuesta por la paz y el progreso. Pancho Domínguez ya fue alcalde de la capital, como lo fue igualmente Roberto Loyola. Empero, a éste le crecieron inexplicablemente los inmuebles (¿les suena familiar?) y esa loza le está pesando mucho. Pancho cerró al alza.

Guerrero.- Un símil con el caso de Michoacán es el de esta lastimada entidad. Por increíble que parezca, después del penosísimo caso de Iguala (Abarcas incluidos) y la herida abierta de los desaparecidos de Ayotzinapa, el PRD pelea palmo a palmo la gubernatura con una candidata poco prometedora, Beatriz Mojica. ¿En serio la gente tiene memoria tan corta? ¿O están acostumbrados a vivir en medio de semejante terror? Nomás no lo entiendo.

San Luis Potosí.- Una valiente mujer panista, Sonia Mendoza, puede ser la primera gobernadora de la entidad. A puro pulmón está cerca de lograrlo. En ello ha contribuido la deficiente gestión del gobierno actual y el recuerdo de la buena administración anterior encabezada por otro panista, Marcelo de los Santos. A pesar de sus credenciales, el candidato del PRI, Juan Manuel Carreas, no resultó ser un buen candidato. Y puede perder.

Colima.- Bateador emergente en la contienda, el abanderado del PAN Jorge Luis Preciado resultó ser toda una revelación. Va por la primera alternancia en la entidad. Tipo astuto, el panista le ha llegado al corazón y la conciencia al electorado colimense. Alcanzó a Nacho Peralta (un tipo articulado y preparado que ya gobernó la capital) mismo que carga con el desprestigio del actual gobierno y de administraciones pasadas que ya huelen a rancio. Veremos.

La CETEG y otros vándalos.- El activismo de estos grupos radicales solo se explica por el consentimiento de los tres órdenes de gobierno. No es novedad su modus operandi. Son chantajistas profesionales. Son insaciables y también (y eso da más rabia aun) son minoría. Pero hacen y deshacen a sus anchas. Amenazan con el petate del muerto y los que "sabían cómo hacerlo" caen una y otra vez en su juego. La amenaza de boicotear las elecciones es real. Entidades como Guerrero, Oaxaca, Chiapas y Michoacán pueden vivir una jornada violenta en algunas de sus plazas. La irresponsable medida de suspender los procesos de evaluación magisterial, obligatoria por la Reforma Educativa, para medio calmar las aguas, no sirvió para maldita la cosa. Al contrario. Se envalentonaron. Ya perdió el Gobierno de ida y de regreso. Y lejos de poner a esta gente tras las rejas como merece los reciben amablemente ofreciéndoles café y galletitas en las oficinas del Subsecretario de Gobernación. Mala tarde, mal resultado.

El INE.- El árbitro cuestionado (acaso es parte de la naturaleza de todo árbitro) fue objeto de un brutal ataque a su Presidente mediante la filtración de una conferencia telefónica privada con un colaborador suyo. Ya la intervención de llamadas no alarma a nadie. Es deporte nacional a pesar de estar prohibido en la Constitución. Vulnerar la credibilidad y fuerza de la institución, apunta directo contra la confiabilidad de los comicios. Muy indigna manera de hacer política. Todos debemos fortalecer y respetar al Instituto Nacional Electoral y demás autoridades y tribunales.

Las campañas.- Si algo nos ha mostrado este proceso electoral es que el andamiaje institucional y legal que elegimos desde el Constituyente Permanente no ha dado el resultado esperado. Animados por la recíproca desconfianza, el esquema adoptado para las campañas y precampañas coarta libertades e impone absurdos candados mismos que, por cierto, se burlan con facilidad. Hay un mercado negro de todo tipo en las contiendas electorales. El modelo de comunicación social y política es pésimo e ignora la fuerza de las redes sociales. No hay libertad tampoco para debatir y la censura previa de los infumables spots inhibe el contraste entre partidos y candidatos. Estos mensajes breves ?multiplicados por millones- en medios electrónicos, son repelentes al oído y entendimiento humanos. Ningún mensaje permeó, más allá de las descalificaciones de pésima factura. La conclusión llega fácil: todos los spots, los partidos y los políticos son iguales.

En suma: Pocas veces se presentan contiendas político electorales tan cerradas y con tantos desafíos como las presentes. Razón de más para cumplir con esta obligación constitucional y cívica de todo ciudadano. Sí. Definitivamente, hay que salir a votar este 7 de junio. Ni violencia ni llamados a anular el voto pueden sustituir lo que la suma de sufragios libres, informados y conscientes puede lograr. El voto da y quita. Como dijera Churchill, "la democracia es la peor forma de gobierno, excepto por todas las otras formas que han sido probadas de vez en cuando".