Ante las dolorosas tendencias en redes sociales y constantes quejidos y berridos de millones de mexicanos indignados por un supuesto robo de partido a la Selección Mexicana en el Mundial de Brasil, es necesario puntualizar algunas situaciones al respecto.

El 29 de junio pasará a la historia del país como uno de los días más dolorosos y trágicos para el deporte nacional, ya que Holanda eliminó a México de Brasil 2014 por la vía penal. Gracias a una falta que presumiblemente el jugador Arjen Robben fingió.

De ese hecho han derivado millones de comentarios al respecto, desde mentadas hasta sendos análisis sobre el clavado a la holandesa… Incluso en las tendencias de Twitter podemos encontrar el HT #NoEraPenal, que remarca el hecho del robo a México mediante una serie de jocosas ocurrencias y picardía que nos caracteriza.

Esta situación de la indignación, del robo y la impotencia de no poder hacer nada es en donde encuentro empatía con los apasionados del fútbol, porque además de que también amo el fútbol, me parece que ahora comprenderán por qué mis textos sobre política son reflejo de indignación, robo e impotencia de lo que sucede en nuestro México.

¿El voto no sirve y usar playera verde sí?

Millones de ojos viendo entre lágrimas las acciones, Robben cayendo en cámara lenta, una y otra vez ante el botín amarillo del capitán Márquez, quien con su expresión incrédula como la de sus compañeros y millares de connacionales, observaba atento las perturbadoras imágenes de lo que se veía venir, adiós Mundial.

Y sin embargo, el robo se consumó, el recién ingresado al campo de juego, Klaas-Jan Huntelaar cobró la pena máxima y unos cuantos minutos después México sumaba otra eliminación mundialista; una muy dolorosa.

Sucede que pese a que millones vieron el partido no pudieron hacer nada. Según yo entiendo que las marcas nos dicen una y otra vez que si escribimos #QuieroCreer, nos ponemos la camiseta y vemos el partido nuestra selección ganaría… pero no fue así, la Selección Mexicana perdió, quizá no por una cuestión futbolística, sino quizá más ligado a lo arbitral, aunque hay que remarcar que se dejaron llegar mucho y sin Héctor Moreno.

El marketing y la publicidad nos han hecho creer en algo que no es cierto, que si usamos una playera y deseamos con todas nuestras fuerzas que nuestra selección gane, así será. Tenemos dos lecturas sobre esta falacia:

La misma campaña viral es desatada en todos los países que participan, si la idea que venden fuera cierta, China sería el campeón absoluto del fútbol, porque hay más chinos en el mundo y son buenos en los deportes; además Uruguay con apenas 3, 395, 253 habitantes, ni siquiera participaría porque tiene tan baja densidad de población que su uso de playeras sería menor que la de cualquier otro país con aspiraciones mundialistas.

Sobre el voto

En caso contrario los medios de comunicación y distintos actores políticos nos han hecho creer que votar no sirve, pero que apoyar a la Selección Mexicana desde la comodidad de nuestro sillón sí sirve. ¿Alguien más ve lo ilógico del asunto?

Es decir, los mexicanos que vimos el partido desde aquí, que somos muchos más de los que estaban en el estadio, no pudimos hacer nada a millones de kilómetros de distancia… Ya lo vimos, nada, no pudimos ayudar a Rafa Márquez, no pudimos detener el penalti, no pudimos ayudar a Oribe o a Chicharito a meter un gol.

Pero la lógica del marketing nos dice que sí, por eso tanta frustración, porque creemos y vivimos con la idea de que sí era posible, pero en realidad a tal distancia de millones de kilómetros no se puede hacer nada, ni los que están en el estadio, por eso se les llama espectadores, sí, aunque alienten y se la mienten al árbitro no pudieron hacer nada.

Por otra parte, los medios nos han hecho creer que asistir a una casilla, votar, informarse, informar, publicar en la web y redes sociales y realizar protestas no sirve de nada. Sigo sin encontrarle la lógica, es decir, si somos millones los que estamos aquí y estamos participando en algo que se llama elección, ¿por qué no sirve?

¿Adivinen qué? Así comenzó la Revolución Mexicana, por un inconformismo masivo con Porfirio Díaz por no respetar las votaciones. Ese inconformismo llevó a las armas y al derrocamiento de la dictadura; la diferencia es que en ese entonces casi toda la población estaba en contra y en nuestros tiempos cerca de un 20% apenas y se interesa por votar, ya no digamos en saber sobre asuntos relacionados a la política.

De ese 20%, son aún menos los inconformes y menos los que protestan. Y así no se puede lograr un cambio, porque tan poquitos no dan miedo, pero si tuviéramos participaciones en elecciones con 80% o más del electoradoA ver si no le entraba el miedo a los políticos de robarse una elección o hacer un fraude con tanto inconforme.

Lo que trato de decir, es que nos han sembrado la idea de que votar no sirve, simplemente para que no lo hagamos, eso le conviene al sistema entero, a los medios, a los políticos y sobre todo la televisión y al orden mundial, porque de esa manera pueden imponer presidentes, obtener concesiones millonarias o conservarlas, así como satisfacer las billonarias ambiciones de las transnacionales, que por supuesto no solamente trabajan en México, sino en el mundo entero

Pero ir a comprar la playera de la Selección sí sirve y claro que sirve… pero para enriquecer a otros, para que los patrocinadores ganen regalías. Y por supuesto que todo lo que compremos del mundial para apoyar a al Tricolor sirve, sirve para todo, menos para que México gane un partido, y menos sirve para evitar que no le marquen penal o que le “robben” el partido.

Con fraude no solamente nos referimos al partido de México, sino a lo largo de la historia del fútbol, donde se mueven muchos intereses, como la “mano de dios”, los goles fantasmas, los clavados, los penales, goles anulados, tarjetas rojas injustificadas, que suceden y han sucedido en todas las competiciones, desde la liga mexicana, las ligas europeas la Champions League y en cualquier cantidad de torneos oficiales FIFA.

Conclusiones

Para robar un partido del Mundial, una elección y una nación basta con tener dinero, controlar los medios y ser o formar parte de alguna institución… y sobre todo tener a su disposición millones de crédulos que tengan depositadas todas sus esperanzas en lo que un puñado de pendejos quieren que crean.

Ojalá que todos aquellos que vieron los partidos de México con tanta fe, fueran a votar con harto ímpetu. Veo millones de indignados luego del partido México-Holanda, pero veo muy pocos indignados por la pobreza, la violencia, los fraudes, la desigualdad y ante todas las cochinadas de los políticos mexicanos y veo millones que no votan.

Y no es culpa de nadie más que del sistema político, el sistema educativo y el orden mundial, ya que no nos preparan para asimilar pensamientos más que los básicos, cualquier cosa más compleja que fútbol o televisión la rechazamos por incomprensible, por fraudulenta o porque en este mundo ser inteligente es mal visto; en cambio ser narcotraficante o presidente galán impuesto es aspiracional.

Y es así como nos atoran con sus reformas, por ser demasiado complejas para entenderlas completamente o saber de qué trata, como ha pasado hoy la ley presidencial en materia de Telecomunicaciones.

Pensamiento Político: Decimos que no votamos, ni nos interesa la política, porque se roban las elecciones y ganan los mismos de siempre.

Pensamiento Tricolor: La FIFA es corrupta, se pueden comprar árbitros y partidos y ganan los mismos de siempre, pese a todo ello compramos la playera verde y seguimos viendo el fútbol.

¿Por qué sí dejamos de votar y por qué no dejamos de ver el fútbol, si en ambos casos hay fraudes?