En la magistral cinta de Roman Polanski , Bertillon es presentado tan sólo como un grafólogo, cuyo desempeño profesional, por lo demás, habría obedecido a consideraciones un tanto desaseadas moralmente, aun cuando, la prueba de inocencia del Capitán Dreyfus fuese obtenida por el Coronel Picquart precisamente con la participación del propio Bertillon.
Artuhr Cona Doyle por su parte, en “el sabueso de los Baskerville”, pone en labios de Sherlock Holmes la mayor alabanza posible para el responsable de los servicios periciales forenses de la Policía Nacional de Francia, al que considera el más prominente criminalista de Europa, reseñando al respecto su aportación en la técnica del “retrato hablado” que se emplea como parte integrante de la cadena de investigación criminal hasta nuestros días.
El Capitán del Ejército de Francia, Alfred Dreyfus, nos recuerda la cinta de Polanski, fue defenestrado de su cargo en 1894 tras haber sido sometido a un Consejo de Guerra y encausado ante los tribunales bajo la acusación de haber realizado labor de espionaje a favor y de posteriormente haber vendido los secreto militares de Francia a la embajada de Alemania en París.
El prominente novelista Emilio Zolá asumió ante la opinión pública la defensa del oficial judío; ante lo que las leyes sobre libertad de imprenta se empezaron a aplicar de manera arbitraria por parte de las autoridades, promoviéndose incluso cambios legislativos tendientes a favorecer la censura gubernamental.
Los congregantes de la fe mosaica, tradicionalmente había encontrado en los valores laicos de la “Revolución Francesa” un refugio ante la persecuciones de las que había sido víctima durante siglos; con tal carga axiológico fue escrita la pieza del dramaturgo Franz Werfel : “ Juárez y Maximiliano”, la misma que, al decir de don Rodolfo Usigli habría sido representado en su época en todos los escenarios teatrales importantes del orbe.
La acusación contra el Capitán Dreyfus que a la postre, no sólo resultó carente de sustento sino abiertamente dolosa y cargada de sevicia por parte de las autoridades francesas, es considerada como uno de los prolegómenos de la Primera Guerra Mundial , así como del inicio del movimiento sionista que fuera convocado en 1897 por Theodoro Herzl , tres años después de la defenestración de Dreyfus al celebrarse en Basilea el Primer Congreso Internacional Judío.
El grado de similitud que el denominado “caso Dreyfus” habría observado con la del proceso seguido hace ocho años entre nosotros en contra del General Tomás Ángeles Dawahare, nos permite cuestionarnos sobre las implicaciones históricas que dicha causa habría traído aparejada, sobre todo a partir de la detención de Genaro García Luna ordenada por las autoridades estadounidenses, las mismas que han señalado que encauzaran a toda la red criminal que circundara al otrora secretario de seguridad pública bajo la administración de Felipe Calderón, contando entre sus pesquisas indiciarias , a no dudarse, con no pocos retratos hablados que habrían sido esbozados bajo los parámetros del denominado “sistema Bertillon”, no en balde, se aprecia en la cinta de Polanski su participación, así haya sido en una etapa posterior a la infamia, en el pleno esclarecimiento de los hechos.