Prometeo

Las empresas mexicanas de todo tamaño a través de sus directivos, accionistas y consejos de administración, así como las personas físicas y sus familias, presentan una serie de reflexiones sobre el futuro inmediato y lo que vendrá en los siguientes meses de 2021. Nadie está exento de esa reflexión, algunos con escepticismo, otros con un tono negativo y otros más con visión de oportunidades.

Lo que es un hecho es que nada volverá a ser igual en la forma de convivir y hacer negocios. Que la zona metropolitana de la Ciudad de México, esté en semáforo rojo hasta el 10 de enero de 2021, es grave para todo el país, por la relación directa e indirecta con todas las economías regionales. Razón por la cual vale la pena las siguientes reflexiones.

En el año 2013 se aprobó la Reforma Financiera, se pretendía impulsar el llamado y promocionado Mexican Moment, incrementando con ello el volumen de crédito en especial productivo para las MIPYMES, para lo cual las entidades financieras tendrían más certidumbre jurídica en la colocación de créditos para actividades productivas. Ello debido a las crisis de los 90s que terminó con varias Instituciones Financieras y el capital de sus accionistas.

En la citada Reforma, destacaban las figuras de la radicación de personas y la retención de bienes que garantizaran la recuperación de créditos (deudores morosos y mañosos), con lo cual se modificaba el Código de Comercio y el Código Penal.

De esta manera en teoría las Entidades Financieras podrían recuperar sus préstamos y evitar el ocultamiento de los deudores y la dilapidación o disposición de los bienes objeto de garantía o embargos.

Así mismo se establecieron reglas de equilibrio contra prácticas abusivas hacia el cliente, ello para evitar cláusulas engañosas o el pago creciente de intereses, así como prohibir ventas atadas en productos financieras, fortaleciendo para ello a CONDUSEF.

Las modificaciones al Código de Comercio, buscaban crear condiciones favorables para acceder al crédito por parte de personas y empresas, así como en caso de incumplimiento de pago la ejecución de las garantías, otorgando mayor certeza a los acreedores y deudores que participarán en un contrato de crédito y la recuperación de los recursos.

Así mismo los códigos de procedimientos civiles de cada entidad y en especial la Ciudad de México, donde se registra el 50% del negocio financiero en el país, se actualizaron para agilizar procesos judiciales de remate o adjudicacion.

Con la Reforma financiera, se creó también el buró de entidades financieras y el Sistema Arbitral en Materia Financiera. Estos cambios en La ley permitían a los clientes transferir sus créditos a otra entidad financiera o sus operaciones bancarias.

También daban mayor margen a la Banca de Desarrollo para que ampliará el mercado de crédito en especial a las MiPymes y pequeños productores agropecuarios.

Se definieron las Reglas de Transparencia en los procesos de quiebra bancarias, obligar así mismo a las Instituciones Bancarias a limitar inversiones en valores gubernamentales para que asignaran más capital al mercado de crédito.

Ha transcurrido más que tiempo suficiente. De la teoría a la realidad que ha sucedido?, Que ha funcionado? y Que sigue siendo materia pendiente sin beneficio especifico al mercado?

En el año 2013 el porcentaje de financiamiento en México con respecto al PIB era del orden del 25%, al cierre del año 2019 es del orden del 38%.

Los países desarrollados andan en el orden del 150% de su PIB, pero si lo comparamos con Latinoamérica la media es del 60% y sobresalen Chile y Brasil con el 80% de su PIB.

Luego entonces sí bien hay crecimiento este es modesto y distante aún de las expectativas creadas con la Reforma Financiera.

El crédito se ha orientado principalmente a los portafolios de consumo e hipotecario y su mayor volumen en monto al crédito corporativo, gubernamental y grandes empresas.

No ha sido así el caso para la Micro, Pequeña y Mediana Empresa y a los pequeños productores agropecuarios. Este sector de la economía mexicana son el 98% de las unidades productivas (más de 4 millones de MiPymes a nivel nacional).

Estas aportan el 55% del PIB y el 80% del empleo. Pero solo reciben el 5% del financiamiento con respecto al PIB.

Siendo mayor el financiamiento de las Entidades Financieras al consumo (tarjetas de crédito, nomina, préstamos personales, crédito automotriz).

De igual manera el crédito hipotecario ha sido orientado a vivienda residencial, destacando en este 2020 y seguro la tendencia será similar en 2021 a la sustitución o mejora de hipotecas más que a adquisición. Hoy de cada 10 hipotecas 6 son de sustitución o mejora de Hipoteca, por solo 4 de adquisición.

Quienes realmente han recibido altos volúmenes de crédito son las grandes empresas, los corporativos y entidades gubernamentales.

La citada reforma ha incumplido con las actividades productivas del sector privado para las MIPYMES, sí acaso el factoraje es su principal fuente, sí es que está dentro de una cadena productiva con grandes empresas.

De no ser así, recurren al capital familiar, de nuevos socios o proveedores, por lo que el equipamiento y modernización son limitados.

Debido a la liquidez y margen que genera el comercio y servicios, llegan a ser autosuficientes en el corto plazo, pero con la pandemia y la limitación de actividades económicas, se complica pues el flujo de efectivo se limitó, en tanto la micro y pequeña industria y agro negocios, dependen exclusivamente de la Banca de Desarrollo o de sus proveedores.

La Banca de Desarrollo hace más de 20 años que dejo de hacer su labor, se enfocó al factoraje electrónico o su muy particular esquema de garantías financieras, como ha sido el caso de Nafin y con apoyos dirigidos a un limitado grupo de intermediarios financieros que califican con sus criterios, pero de manera insuficiente.

Al sector agro negocios, FIRA y Financiera Rural cuya visión de crédito ha sido enfocada al periodo de la administración en turno ( un día anuncian y publicitan apoyan a micro productores o a mujeres, lo que ayude a su enfoque político de turno), no con visión de largo plazo y a estimular la actividad productiva.

Y en el caso de SHF se enfocó en el sector inmobiliario, con créditos puente e individuales (vivienda económica), que son en gran porcentaje créditos irrecuperables que le han limitado desde hace dos sexenios a ser un participante activo.

Hoy la Banca de Desarrollo sigue estando ausente, ya son dos años de la nueva administración y los resultados son similares a las anteriores. No hay banqueros probados y con experiencia probada en la línea de negocios de la Banca de Desarrollo, son funcionarios que vienen de SHCP o Banco de México, los que ocupan las posiciones clave, pero no hay sensibilidad al negocio de crédito, son encargos de posición política y financiera.

Para la Banca privada la portabilidad le ha permitido estimular sus portafolios de Tarjeta de crédito, nomina e hipotecario, su cartera de negocios, esta mayormente orientada a grandes empresas o tomadores de crédito mayoristas, esto es montos mayores de créditos de 10 millones de pesos como mínimo con buenos colaterales de garantía, lo cual solo hace viable a grupos solidos o empresas con ventas anuales mínimas de 50 millones de pesos.

Así que el universo se reduce a las Grandes Empresas. Son solo datos económicos de referencia, pues influyen esquemas de razones financieras, plazos condiciones de tasas de interés entre otros. Aunque en el discurso todos dicen que apoyan a la MiPymes.

La reforma financiera no ha cumplido con la expectativa a pesar de que han transcurrido ocho años de su aprobación. En especial de que la Banca de Desarrollo perdió el Know How (saber hacerlo), la experiencia y desarrollo por ejemplo de los programas que fueron exitosos y productivos en los 70s, 80s y el inicio de los 90s.

La micro, pequeña y mediana empresa, con esquemas claros de tamaños; del número de trabajadores, actividad económica, ventas anuales y la evolución de las mismas, es decir cuánto tiempo podía ser apoyada como micro, cuanto como pequeña y cuanto como medianas empresas. Por la diversas crisis de mediados de los 80s y principios de los 90s, dejaron todo ese proceso sin actualizar y se enfocaron en el factoraje electrónico o a las garantías financieras limitadas, cada sexenio se reinventa la función de la Banca de desarrollo.

La situación es difícil por la incertidumbre para recuperar judicialmente un crédito empresarial en México. Pese a la Reforma Financiera El proceso judicial para recuperar un crédito es superior a los 7 años. Eso espanta la oferta de crédito empresarial.

Por citar el 2020, la epidemia ha generado que no se haya atendido al público en materia civil y mercantil de manera continua y eficiente. Se abrió al público en todo el año no más de 120 días. El resto del año cerrado y solo operando por vía electrónica.

Es una situación que genera que a las Entidades Financieras, sí se les complicará su cartera de crédito al cierre de 2020 por el entorno económico actual, a pesar de los reglas flexibles de CNBV, deberan crear reservas por las reglas contables exigidas por CNBV.

El sistema judicial debería ser eficiente y no tardar en promedio 7 años para recuperar en el mejor de los casos un bien inmueble deteriorado y desmantelado. En el caso de Estados Unidos, la ejecución no es mayor a 1.5 años, en Chile de dos años.

La Reforma Financiera establecía la función de Juzgados especializados, pero no se ha avanzado en los tiempos procesales, sino se agilizan los procesos judiciales, no habrá capital contable o patrimonio en ninguna Entidad Financiera que aguante el desgaste económico de liquidez y capital de trabajo que se compromete en México en el sector de financiamiento a empresas, independientemente de su tamaño.

La situación actual ha generado una disminucuon importante de ingresos en las MIPYMES y provocará falta de pago en algunos de ellos. Ello limita esquemas de salida y reestructuras de crédito adecuadas. Esto provoca que no se active el crédito empresarial por parte de las Entidades Financieras.

El Estado de derecho en el sector financiero, debe garantizar la competencia, el promover el libre mercado, la certidumbre jurídica, el generar creatividad y desarrollo de mercados y oportunidades reales para las empresas. La Reforma Financiera fue creada para dar certeza y estabilidad al sector Financiero y a sus usuarios. Sigue siendo una materia pendiente y en este 2021, se requiere creatividad, capacidad de respuesta y sobre todo ejecución efectiva.

Mario Sandoval

PROMETEO (previsión/prospección)

CEO FISAN SOFOM ENR

Banquero en activo a nivel Directivo con más de 30 años de experiencia de negocios.

UNAM/ITESM

Ex presidente AMFE

corporativo@fisan.com.mx