El año 2020 será recordado inequívocamente por el enemigo nanométrico que, surgido en China, ha provocado daños inconmensurables alrededor del mundo. En una noticia publicada ayer por la BBC británica, la covid-19 ha alcanzado una estación en la Antártida, lo que hace de la pandemia un fenómeno global en toda la acepción del término.

Si tuviésemos que optar por algunos personajes destacados del 2020, sea en sentido positivo o negativo, quizá nos decantaríamos por los principales voceros de la gestión de la pandemia: el Dr. Anthony Fauci en Estados Unidos; Olivier Veran en Francia; Fernando Simón en España y Hugo López-Gatell en México, entre muchos otros. Incluso, algunos sugerirían incluir al etíope Tedros Adhanom, el otrora desconocido director general de la OMS.

Sin embargo, ninguno de estos funcionarios, a pesar de su desafortunada – y coyuntural- aparición en los medios nacionales e internacionales, ha provocado cambios en el curso de la pandemia que hayan alterado positivamente el cauce de los acontecimientos. Al contrario, muchos aseveran que estos individuos han interferido negativamente en la solución de la crisis sanitaria.

Por lo anterior, deberemos echar a un lado la pandemia, y reconocer a Joseph Biden Jr., presidente electo de los Estados Unidos, como el personaje del año 2020. Así fue señalado por la revista estadounidense Time, en cuya portada luce el presidente electo al lado de su compañera de fórmula, la vicepresidenta electa Kamala Harris.

Biden es el personaje del año por los siguientes motivos: a pesar de su edad y su limitado carisma, fue capaz de revertir el proceso autodestructivo iniciado en Estados Unidos por Donald Trump, por estar en cauce de devolver al mundo la ansiada normalidad política, la vuelta a las tradicionales alianzas internacionales, por desterrar al peor presidente estadounidense en tiempos recientes, y aun más, por presentar las mínimas acciones de liderazgo frente al combate contra la pandemia.

A unas semanas de su inauguración, Biden, sin poder formal, ha promovido la confianza en las vacunas, y ha realizado activas labores políticas para que el Congreso apruebe apoyos fiscales de urgencia para el alivio de los daños económicos provocados por el virus, previos a su arribo a la Casa Blanca.

Algunos analistas estiman que la presidencia de Biden será tediosa y aburrida, propia de un hombre político de carrera, convencional y predecible. Lo celebro. La vuelta a la nor-ma-li-dad, con la fuerza fonética de cada una esas cuatro sílabas, es lo que el mundo clama después de un año convulso, dramático y desesperanzador. Por las razones aducidas, Joe Biden es el personaje del 2020.