30 de abril de 2024 | 02:01 p.m.
Opinión de Javier Lozano Gamiño

El cinismo de Marko Cortés en Michoacán

La soberbia de Marko Cortés no tiene limites...
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Trascendió que un cónclave efectuado en el municipio de Lagunillas, Michoacán hace un par de meses, la mayoría de consejeros estatales del PAN había brindado su respaldo al medio hermano del gobernador, Silvano Aureoles. Antonio García sería la apuesta de los panistas a fin de abanderar el Frente Amplio Opositor en la elección hacia la gubernatura del 2021; sin embargo, para que la tensión no invadiera a los participantes, la misma dirigencia del PRD estatal lo desmintió. Entonces, de ser una posibilidad viable para Acción Nacional, el Senador perredista no es la alternativa del propio mandatario local, ni de Marko Cortés, que parece que han excluido al PRI de la negociación final en el territorio Purépecha.

En ese escenario, el PRI se agravió y comentó que la decisión final está aún en proceso. (Hasta parecen nuevos)

El hecho es que la decisión está prácticamente tomada. Carlos Herrera que fungió sin pena ni gloria en el despacho de la secretaria de gobierno de Michoacán, será la alternativa de Silvano y Marko Cortés. Parece que a pesar de existir un abanico de aspirantes, la apuesta se habría sellado en un acuerdo previo entre dirigencias nacionales del PRD y PAN. Al menos, eso lo dejó entrever el presidente del PAN, quien sin tapujos destapó al ex-funcionario en una entrevista con medios de comunicación.

Ahí, en medio de halagos y buenos comentarios, resaltó el papel “apartidista” de Carlos Herrera. Resultó más que obvio, y a sabiendas de que el proceso está abierto, mostró que en la contienda interna del BOA, no se respetan acuerdos previos; el propio presidente del PAN lo demostró. No se puede fiar del PAN, PRI y PRD. Entre gitanos no se pueden leer la mano. Todos son lobos de Mar.

Esa versión corrió como polvareda en las filas del priismo que, desde ayer, fijó una postura clara que la moneda está en aire.

Pero más allá de una coalición variopinta, las cosas comenzaron a torcerse y descomponerse. Era de esperarse: no se puede confiar en la palabra de tres partidos que patológicamente son mentirosos. Además, ni siquiera se han establecido bien los criterios de una candidatura común, más que teóricamente un sondeo; eso dejó más interrogantes que respuestas. Lo ideal es que compita el mejor perfil del BOA contra el poderío que ha mostrado Morena que, hasta la fecha, domina abrumadoramente los ejercicios previos de evaluación con amplio margen a favor de Cristóbal Arias Solís.

Pero, lo más grave para la oposición más allá de que ninguno ganaría, es que Carlos Herrera por su pasado en la administración Silvanista, arrastre más negativos. Justamente esa es la piedra angular de la elección: la competitividad. Según los estudios de Parametría y Consulta Mitofsky, la alianza electoral encabezada por el ex-secretario de gobierno de Michoacán, no tiene ninguna alternativa de al menos dar la pelea. Las cifras de la primera institución de investigación arrojó que, si Herrera fuese el candidato del BOA, obtendría el 19% contra 48% del oriundo de Churumuco; asimismo, de acuerdo con Roy Campos, algún abanderado proveniente del PRD, disminuye potencialmente el porcentaje, incluso, la votación sería 2 votos a 1 en favor de Morena y Cristóbal Arias Solís.

Está claro que Marko Cortés tiene injerencia directa en la toma de decisiones del BOA en Michoacán; eso evidentemente será el saldo de los reacomodos en distritos y ayuntamientos en distintas entidades. Sin embargo, al analizar cualesquiera que fuese el escenario a posteriori del Bloque Amplio Opositor, quedará corto si consideramos la lógica que ha venido anticipando el triunfo de Cristóbal Arias Solís con Morena en Michoacán. Dado que los porcentajes de respaldo al senador de Regeneración en la Cámara Alta es altísimo, la alianza opositora de derecha no podrá ni meter las manos al proceso electoral del 2021. Por ello, una vez que se llegue a consolidar la aspiración inminente del senador Arias Solís en la sede oficial del Movimiento Regeneración Nacional, prácticamente quedarán conformados los bloques.

Por un lado la expresión de izquierda que conducirá la tercera postulación de Cristóbal Arias Solis a la gubernatura, y por otro, el delfín de la derecha que encabezará, Carlos Herrera: la nueva apuesta del PAN y PRD, pero no del PRI, que también quiera mano.

Se prevé tensión, disgustos, choques. La alianza entre conservadores provoca eso: desdén.

Notas finales

Con una soberbia desmedida, el presidente del PAN Marko Cortés anunció que, a lo largo de esta fase, llegará a un acuerdo con Felipe y Margarita. El capricho le saldría caro al dirigente michoacano, que cederá espacios de elección, incluso, por la vía plurinominal que asegure la participación y la toma de decisiones en los temas trascendentales de la agenda pública desde el legislativo en 2021 al binomio Calderonista. Y, en ese mismo cinismo, aceptó que el PRI es un partido que arrastró durante años un pasado oscuro pero, en esta ocasión, omitirán ese tipo de episodios con tal de ganarle a Morena. Eso comprueba la relación inherente que, en muchas ocasiones, les permitió ser cómplices en varios sexenios donde se repartían entidades, pago de favores, prebendas y un padrón electoral al servicio de los intereses de la cúpula del poder en turno.