Si bien es cierto que en la democracia la voluntad del pueblo es la parte fundamental para dar legitimidad a los Estados soberanos, podemos definir a la democracia como el valor universal basado en la libertad que tiene el pueblo para determinar su sistema político, económico, social y cultural.
De ahí que, el elemento fundamental del ejercicio de la democracia sea la celebración de elecciones periódicas, libres, transparentes y competitivas que reflejen la voluntad popular, expresada en las urnas. Para ello, se requiere la existencia de normas y reglas que regulen el actuar de las ciudadanas y ciudadanos de este país, y sobre todo de instituciones que garanticen la integridad de los procesos democráticos.
La democracia es un valor constitucional que está sujeta a la existencia de instituciones electorales confiables y cambiantes, conforme a las diferentes evoluciones sociales, culturales, políticas y constitucionales que se generen en el camino y que garanticen los derechos civiles y políticos de las ciudadanas y ciudadanos.
Otro elemento en el ejercicio de la democracia, y de manera específica, de los tribunales electorales es actuar con responsabilidad y con estricto apego a Derecho, resolver de manera imparcial cualquier impugnación o queja, y sobre todo que satisfagan las constantes demandas de la sociedad en su conjunto.
Los constantes cambios en las instituciones políticas y modificaciones a los ordenamientos que regulan las elecciones, así como los diferentes procedimientos de participación ciudadana en la Ciudad de México, conllevan al Tribunal Electoral del Distrito Federal a fijarse nuevos objetivos a fin de incrementar la participación de la sociedad en la toma de decisiones de la Ciudad.
La aprobación de la Reforma Política del Distrito Federal, debe responder a la realidad política de la Ciudad de México y no tanto a las “decisiones de partidos políticos de cara a las próximas elecciones”.
El Tribunal Electoral del Distrito Federal, debe ser un “Tribunal no solo electoral, sino un Tribunal de Procesos de Procesos Democráticos”, que coadyuve en la instrumentación y regulación de los mismos de manera más abierta, libre y sin ningún tipo de discriminación, basado en el respeto al estado de Derecho y los derechos humanos.
Asimismo es deber de éstos órganos, fomentar la cultura cívica en el ciudadano, para que ejerza su derecho a votar y ser votado, y determine de manera individual y con pleno conocimiento, el futuro al que aspira.
Flor de loto: Las decisiones que tomamos reflejan el valor que le damos a las cosas.