Sin poderse explicar con las reglas y el formato anterior a su inicio de gobierno, Andrés Manuel López Obrador navega con viento en popa. Pocas tempestades ha debido de sortear, debido a que los agoreros del fracaso verdaderamente carecen de ingenio y olvidan que aun las buenas narrativas exigen narradores confiables, y si de algo adolecen en la oposición nacional, es de eso: exponentes y personajes con crédito, con valía y reconocimiento popular, de crédito social.Pese a que la gente le ha perdonado errores, deslices, dimes y diretes, encontrando justificaciones y anteponiendo reclamos añejos, es un hecho que por ahora –quién sabe cuánto durará- el Presidente goza de respeto y tiene cautiva la atención de propios y ajenos. Los propios siguen creciendo y los ajenos recaban datos, cifras, hechos y especulaciones a fin de orquestar su debate y proferir intentos de atenuar la popularidad sorprendente del Presidente. Aun así, las futuras aduanas que deberá enfrentar López Obrador se antojan complejas y difíciles, como lo fueron en su momento para quienes lo antecedieron en la Presidencia de la República.
En breve su ejercicio político sufrirá la embestida impaciente de quienes esperan incorporarse a la burocracia federal y no lo han logrado. Sus festivos seguidores anhelan disfrutar de las mieles del gobierno y gozar de aquello que anhelaban, veían distante y hoy consideran a tiro de piedra. Ahí descarrilarán su apoyo los falsos militantes, los nuevos aliados, los oportunistas, arribistas y vitoreadores compulsivos.
La siguiente aduana que significará dolores de cabeza, se encuentra en el calendario electoral de este año, que significa elecciones el domingo 2 de junio en los siguientes estados: Aguascalientes, elegirá 11 ayuntamientos; Baja California, gobernador, congreso local y 5 ayuntamientos; Durango, 39 ayuntamientos; Quintana Roo, congreso local, Tamaulipas, congreso local y Puebla, elección extraordinaria de gobernador y 5 ayuntamientos.
La designación de candidatos del partido del Presidente, MORENA, significará por primera vez un ejercicio de lealtad, disciplina y acatamiento de reglas desde el poder. Es la primera vez que enfrentarán los procesos electorales con la clara bandera de favoritos, disfrutando de la ola de aprobación y aceptación del presidente, donde prácticamente a quien postulen de candidato será electo. Son tiempos de “carro completo”, donde sí postulan a un caballo como lo hizo Calígula, ganará la elección a menos de que ocurriera un fenómeno local muy poco esperado. Ahí la responsabilidad y el riesgo de equivocarse.
En los dos estados donde se elegirá gobernador, los morenistas hacen burbujas pronosticando posible ebullición: Puebla, donde para elegir gobernador tras el deceso de Martha Erika Alonso Hidalgo, esposa de Rafael Moreno Valle, acaecidos en hechos de dominio popular, quien disputó la pasada elección y la perdió, Luís Miguel Barbosa Huerta, espera revancha y otra oportunidad de competir, aunque la postulación no será fácil, pues ha generado ya conflictos entre los dirigentes de MORENA en Puebla. Por ahora sus disidentes lograron que Yeidckol Polevnsky, dirigente nacional, definiera que será una encuesta la que fije el rumbo para la elección del candidato de su partido para la elección extraordinaria a la gubernatura de Puebla y será el que esté mejor posicionado. Esto debido al riesgo inminente de que Barbosa en pocos meses haya incrementado sensiblemente sus puntos negativos y por la franca resistencia entre grupos de correligionarios para volver a apoyarlo en una campaña.
El caso de Baja California donde se reproducen usos y costumbres que “el dedazo” recuerda y reconoce, habrá un candidato único a la gubernatura, que es el ingeniero Jaime Bonilla. Ese hecho aplacó las intenciones de Diputados, empresarios, políticos y activistas que ya habían levantado la mano para buscar la candidatura para Gobernador.
Esos dos ejemplos ponen en relieve el hecho de que la clara posibilidad y la ley de probabilidades tan en su favor hacia MORENA, lo cual ha sido registrado por encuestas en cada entidad, donde al parecer viajara cómodo y arrebatara ambas gubernaturas al Partido Acción Nacional, detonan la ambición, la codicia y brotes de rebelión y confrontación, naturales cuando se posee el poder, situación inédita para los morenistas, que pondrá a prueba a sus dirigencias, militancias y revelará sus métodos de nominación, a la vez que producirán decenas de resentidos, de perdedores de las contiendas internas, que deberán operarse políticamente a fin de evitar que busquen otras alternativas para hacer política y evitar que se formen en las incipientes filas de la oposición a López Obrador en el país.
Añádase a esto, el extraño llamamiento que el gobernador panista de Chihuahua, Javier Corral Jurado, quien intentó tomar la batuta de los opositores naturales de López Obrador, y sin consensarlo a fondo creó un grupo que auto denominaron contra pesos al régimen. De ese grupo, que hoy potencialmente incluye a los gobernadores emanados del Partido Acción Nacional, pero en la vida real no están sólidos apoyándolo, sino que se mantienen en línea de cooperación con el gobierno federal, se pretendió incluir al gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, quien de plano se deslindó claramente de ellos. Tampoco cuenta con Jaime Rodríguez “El Bronco”, que también gobierna otro estado grande, Nuevo León. Si logró convencer a algunas voces de la izquierda en suspenso, como la familia Basave, y algunos empresarios y ciudadanos bien intencionados pero aun hasta el momento, sin dirección ni sentido positivo más allá de describirse como opositores.
Por otra parte, la disputa por el posicionamiento de quienes disputan el poder y quienes procuran desgastar al gobierno en turno, ha logrado percibirse en la discrepancia que existe entre la opinión pública, la opinión publicada, lo que circula en redes sociales y lo que se comenta en los medios de comunicación electrónicos.
Con todo ello, en el tablero se empiezan a mover las piezas, los personajes y los actores políticos. Todo esfuerzo por mejorar a México no sólo se permite sino se agradece, provenga de donde sea. Solamente esperamos que sean esfuerzos por construir, positivos, trascendentes, colectivos y de buena fe. Al final, el derecho de expresión no se pide. Se ejerce.