El “Huachicoleo” eléctrico de empresas privadas

El presidente Andrés Manuel López Obrador fue cuestionado en la conferencia mañanera del pasado miércoles 17 de marzo, sobre su dicho de que “grandes empresas no pagaban la luz como lo hacen los pequeños contribuyentes ¿Bajo qué amparo de la ley se daba esta situación? Si de la propia reforma y si nos podría poner un ejemplo”.

La respuesta del jefe del ejecutivo fue:

“Cualquier empresa se inscribía como otra, por ejemplo, con Iberdrola, como socio de una empresa productora de energía, aunque su ramo económico fuese el comercio y por ese hecho recibían un subsidio, o reciben un subsidio, y se los permitía la ley”.

AMLO.

En mayo del 2020 el director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Manuel Bartlett Díaz, informó que había presentado una serie de recursos ante el órgano rector del sector energético con el fin de que se terminen la simulación y el fraude que cometen las empresas privadas dedicadas a generar la llamada energía limpia.

El titular de la hoy empresa del Estado agregó que esas compañías no sólo se benefician al no pagar el transporte de la luz ni el respaldo en sus constantes fallos en el suministro, lo que les ahorra miles de millones de pesos al tener un servicio intinerante, sino que además han incurrido en un ilícito al presentar como socias a otras corporaciones, que en realidad son sus clientes.

El funcionario dijo además que se trató de un pliego ante la Comisión Reguladora de Energía (CRE) en el que la CFE exige terminar con el robo cometido por las grandes empresas del país como Grupo Salinas, Oxxo, Walmart, Soriana, Peñoles, Cinépolis, Kimberly Clark, y Bimbo entre muchas otras, que pagan precios muy bajos por la electricidad que consumen, ya que simulan ser socias de Iberdrola, de Enel Energía, American Ligth and Power, Demex y otras dedicadas a la generación eléctrica, lo que les permite utilizar gratuitamente la red eléctrica, como lo hacen las propias trasnacionales, que tienen plantas eólicas y fotovoltaicas.

Un ejemplo de cómo se favorece a las empresas privadas de energía para la construcción de plantas eólicas, y que grandes corporativos tengan grandes ahorros en el pago de la luz en detrimento de la CFE, nos los da el proyecto conocido como Piedra Larga que está ubicado en Unión Hidalgo Oaxaca, el cual se hizo bajo la modalidad de abastecimiento.

El proyecto tuvo una inversión total de 200 millones de dólares. Con este programa "supuestamente" 65 instalaciones de Grupo Bimbo, que están ubicadas a lo ancho y largo del territorio nacional, son abastecidas desde el 2012, con 90 MW que produce la planta.

La planta de Piedra Larga es un proyecto en sociedad de la empresa Desarrollos Eólicos Mexicanos (Demex), filial de Renovalia Energy de España, y encargada de la construcción y operación, junto con Grupo Bimbo y sus filiales en todo el país (excepto dos que se encuentran en la península de Baja California, zona desconectada del Sistema Eléctrico Nacional).

Demex aportó para este proyecto entre 25 por ciento y 30 por ciento del capital total, mientras que el resto es financiamiento diferido de la banca de desarrollo a través de Banobras, del Fondo Nacional de Infraestructura (Fonadin), Nafin y Bancomext; así como por filiales como La Caixa, Santander y el banco portugués Espírito Santo.

El contrato de Demex y Grupo Bimbo se hizo con una vigencia de 18 años, con la posibilidad de ampliarlo por dos periodos más de cinco años cada uno; previeron recuperar la inversión en 15 o 16 años.

Lo que no se dice de este “aparentemente exitoso” proyecto de Piedra Larga es que, al ser un generador de energía intermitente, no podría surtir de electricidad a las 65 plantas de Bimbo y las empresas amigas del grupo productor de pan, como Papalote Museo del Niño, Grupo Calidra y Frialsa Frigoríficos, las 24 horas del día por lo que es necesario que entren las plantas hidroeléctricas, carboníferas, de ciclo combinado y termoeléctricas de la CFE. Dichos costos no los paga la empresa de energía de origen español, ni la compañía presidida por Daniel Servitje, sino que los tiene que absorber la hoy empresa productiva del Estado.

Otra forma que eran favorecidas las grandes empresas para pagar menos o de plano no pagar nada por el servicio de energía eléctrica, era los arreglos en lo oscurito que tenían esos grandes corporativos con gobierno federal.

Robo de electricidad está considera un delito grave

En 2012 la empresa eléctrica que actualmente dirige Manuel Bartlett acusó ante la entonces Procuraduría General de la República a la Embotelladora Mexicana, Pepsico, por robarle electricidad durante cuatro años.

Los adeudos de Pepsico correspondían a dos plantas embotelladoras, una en Acoxpa y otra en Calzada de La Viga, en la Ciudad de México, conectadas en servicio de media tensión, cuyos medidores fueron revisados en mayo de 2012 por la CFE, y encontró dispositivos electrónicos que marcaban un consumo menor al real.

Para julio del 2012 la CFE retiró la demanda por 105 millones 181 mil 637 pesos en contra de Pepsico, al firmarse dos convenios de cobro entre dichas empresas.

El perdón a la empresa transnacional productora de refrescos y alimentos chatarra se dio a pesar de que el robo de electricidad está considera un delito grave.

Para muchos analistas, la buena relación que tenían los directivos de Pepsico con el expresidente Felipe Calderón, pudo haber influido para que el “huachicoleo” eléctrico que la compañía refresquera realizaba, nunca fuera castigado.

El Gobierno de la Cuarta Transformación se ha propuesto acabar con esta simulación que afecta a la Comisión Federal de Electricidad y por eso esta empeñada en cambiar las reglas del juego.