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Libertad Servicios Financieros opera como Banco, se llama caja y sólo es una Sociedad Financiera Popular. Una Sofipo, como muchas, pero que maneja dinero como ninguna. Con más de 60 años de existencia la institución financiera ha visto pasar por su nómina a numerosos políticos y se ha visto involucrada en el financiamiento de numerosas campañas políticas y actos de corrupción.

Caja Libertad ha sido señalada varias veces como una compañía dedicada al lavado de dinero y una de estas acusaciones tiene que ver con el fraude de Oceanografía que se dio en el sexenio del expresidente Felipe Calderón Hinojosa.

Las investigaciones realizadas por la Fiscalía General de la República (FGR) que encabeza Alejandro Gertz Manero en torno al abogado Juan Collado revelan que, en 2014, año en que la empresa Oceanografía defraudó a Banamex con más de 5 mil millones de pesos, Libertad Servicios Financieros servía para lavar dinero de Martín Díaz Álvarez, identificado como socio y prestanombres de Amado Yáñez Osuna, propietario de la naviera, Oceanografía.

La poderosa entidad financiera ha tenido siempre un vínculo muy fuerte con las autoridades financieras, lo que le ha garantizado larga vida y buenos negocios en toda su existencia, como dato reciente el expresidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), Jaime González Aguadé, exoneró en marzo de 2014 a la Caja Libertad de acusaciones sobre lavado de dinero- dada la pública relación de Libertad con Oceanografía, acusada por Banamex de fraude por 400 millones de dólares y en el año 2019 González Aguadé fue nombrado miembro del Consejo de Administración de la misma Sofipo a la que perdonó.

Al empezar la actual administración se nombró a David López Campos, ex director financiero de Caja Libertad, como Vicepresidente Técnico de la CNBV. David López llevó a la Comisión a Enrique Marrufo García, ex Director Ejecutivo de Crédito Popular el cual fue nombrado hace unos meses como Vicepresidente de Banca de Desarrollo y Crédito Popular. Desde este cargo al ex empleado de Caja Libertad le toca supervisar a la Sofipo donde trabajó por muchos años. Cerrado el circulo.

En medio de la pandemia la CNBV ofreció informes fraguados a la Secretaria de Hacienda y Crédito Público sobre la supervisión que, por falta de veracidad, fueron objetados por el secretario Arturo Herrera y el responsable David López fue despedido de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores que actualmente dirige Juan Pablo Graf.

En la actualidad David López Campos, se encuentra laborando en la Sofipo Bien Común como director de Finanzas (con un contrato de consultor externo) por lo que se comete un ilícito ya que la Ley prohíbe a los funcionarios trabajar 10 años en las entidades que antes les tocó supervisar.

El escándalo de corrupción de Oceanografía 

Oceanografía fue fundada hace 46 años en Campeche por Armando Yáñez Correa, con el fin de ofrecer servicios a la industria petrolera, pero fue a partir de que el hijo de su fundador, Armando Yáñez Osuna, toma las riendas del corporativo, es que esta empresa empezó a crecer, contando con la ayuda poco transparente e ilegal de Guillermo Sahagún y los hijastros de Vicente Fox, los hermanos Bribiesca Sahagún; la naviera consiguió jugosos contratos en Petróleos Mexicanos (Pemex) , que en ese entonces era dirigido por Raúl Muñoz Leos.

La empresa de Armando Yáñez Osuna se volvió la contratista consentida de Pemex, tanto en transporte marítimo, como en limpieza y saneamiento de derrames, perforaciones en aguas someras y cuanta oportunidad hubiera durante los 12 años de los gobiernos de Fox y Calderón, lo que provocó que Oceanografía experimentara una colosal expansión, además contaba también con el apoyo de sus socios, como el sobrino de Francisco Gil Díaz, Martín Díaz Álvarez, que volvió a la empresa el primer cliente de Banamex, y con los Rodríguez Borgio, dueños de Caja Libertad y de la tercera red en importancia de franquicias de gasolineras de Pemex.

Durante los gobiernos panistas, Pemex exploración y Producción (PEP) otorgó 106 contratos a la empresa Oceanografía por un valor total de 45 mil millones de pesos.

En el sexenio de Vicente Fox (2000-2006), Oceanografía obtuvo de Pemex contratos por 10 mil 530 millones de pesos, en tanto que en el gobierno de Felipe Calderón (2006-2012), la empresa logró tener 69 contratos con la paraestatal, que triplicaron el monto a 35 mil millones de pesos. Solamente en 2008 la empresa de Yáñez Osuna obtuvo contratos por 12 mil 439 millones de pesos.

La mayoría de los contratos de la naviera campechana con Pemex presentaban serias deficiencias e irregularidades en la asignación de las obras, que fueron detectadas por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) desde el 2004, pero la dirigencia de la petrolera estatal ignoró estas advertencias.

La hoy empresa productiva del Estado, en 2004 que estaba a cargo de Raúl Muñoz Leos y Luis Ramírez Corzo, también ignoró las alertas de la Cámara de Diputados sobre la presunta corrupción que envolvía a Oceanografía, corporativo presidido por Armando Yáñez Osuna, pero con vínculos que iban desde Juan Camilo Mouriño hasta César Nava y los hijos de Marta Sahagún: Manuel y Alberto Bribiesca.

La red de favoritismo se dio al amparo del entonces secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz, cuyo hijo, Gonzalo Gil White, era el propietario de la empresa Oro Negro, otra beneficiaria de contratos por servicios de hidrocarburos.

Los informes de las cuentas públicas de 2000 a 2012 dan cuenta de que la ASF detectó que la empresa incumplía con la entrega de obras asignadas y corroboró que existían deficiencias en su comprobación de recursos desde la administración de Vicente Fox; sin embargo, Oceanografía siguió ganando contratos de Pemex durante el sexenio de Felipe Calderón, en el cual también hubo advertencias.

Tan sólo en la fiscalización de 2006, la cual revisó el último año de Vicente Fox al frente del gobierno federal, la Auditoria Superior de la Federación detectó al menos dos contratos que Pemex celebró con Oceanografía en los que hubo un sobrecosto del 93 por ciento.

De acuerdo con informaciones existen 22 contratos que fueron aprobados en los sexenios panistas y que siguieron vigentes en el sexenio de Enrique Peña Nieto. La mayoría de estos vencían a finales del 2015, pero siete de ellos todos por montos superiores a 200 millones de pesos- concluirán hasta el 2022.

Al final del sexenio calderonista el expresidente logró meter a Mario Ávila Lizárraga como Subdirector de Operación Marítima de Pemex y Carlos Morales Gil subdirector de PEP y al propio secretario del sindicato, Carlos Romero Deschamps, todos a favor de Oceanografía e incluso el primero de ellos todavía le firmó un contrato por 100 millones de dólares en el principio del sexenio de Peña Nieto, al final de cuentas la era “Yáñez Osuna” con la cúpula del panismo tenía que concluir. El botín era de tal magnitud que al gobierno priista no le podía pasar desapercibido.

La naviera de Yáñez Osuna no sólo cometió irregularidades con Pemex. En 2005 Oceanografía presentó facturas supuestamente apócrifas para la obtención de un crédito por 30 millones de pesos, otorgado por el Banco de Comercio Exterior (Bancomext) de acuerdo a una investigación iniciada por el Órgano Interno de Control de la Secretaría de la Función Pública.

Lo que desató el escándalo de Oceanografía en 2014, fue el fraude de Armando Yáñez Osuna a Banamex- Citigroup, cuando esta empresa de servicios petroleros consiguió un crédito por más de 400 millones de dólares del banco estadounidense, con facturas apócrifas de Pemex, lo que causó una pérdida millonaria a la institución financiera.

Javier Arrigunaga Gómez del Campo, quien es primo de Margarita Zavala, fue la persona que autorizó como director general de Banamex-Citigroup el crédito para Oceanografía.

La empresa naviera que a pesar de haberse declarado en quiebra y haber sido suspendida, un juez le permitió, seguir cumpliendo sus contratos con Pemex y con esto, dejar que nuevos inversionistas puedan rescatarla.

Tanto Caja Libertad como Oceanografía durante mucho tiempo gozaron de impunidad para cometer fraudes que afectaban y siguen afectando el erario público, esperemos que esto se detenga con el gobierno de la Cuarta Transformación.