Lo que queda del PRI
Aparentemente, al PRI se le había cebado su principal recurso para permanecer en el poder: aliarse con el otro partido de derecha: el PAN, ausentándose un par de sexenios de la presidencia, fingiendo una alternancia democrática, con tal de no “despertar al tigre”.
Anacrónico partido atrapado en la época de RuÍz Cortínez, cuyos ridículos mensajes obviamente nadie toma en serio. Debajo del PRI solo queda el PRD.
Cual burgués ahogado en deudas, obligado por la realidad a vender la sala, el PRI cambió de estrategia y quiere permanecer en el corazón del electorado, a través de la comedia.
Cual payasito callejero que se sube al pesero a realizar penosas rutinas, tratando de caerle bien al pasaje para que le den un varo, la diputada desarrolló un sketch en el estrado, que hubiera sido patético si se hubiera pasado por televisión, pero que tuvo la bendita suerte de derrapar en el resbaloso terreno de humor involuntario, mezclando humor y lastima; confieso que sí me dio ternura la doñita. Contra mi voluntad, hasta sonreí. Ternuritas. Cuando los priístas vayan al bote, pido que su sentencia de 90 años de cárcel se reduzca a 87.
El panqué de marihuana de la diputada
En un merecido homenaje a Mario Moreno “Cantinflas”, la ñora dijo: “Cuando se come marihuana, pasa por el hígado y se potencializa la potencia en un mayor grado” (ganadora de la medalla ‘Haiga sido como haiga sido’)”, luego agregó: “Con tres mordidas de un panqué de chocolate (tipo las tres mordidas que le daba “Capulina” a los Pingüinos) con quinientos miligramos de marihuana, de concentrado THC, una persona podría estar en un viaje por días. ¿Es eso lo que quieren? ¿Eso es lo que quieren?”
No sé si eso sea lo que quiera. Tal vez quiera viajar solo dos días, así que le daré mordida y media (o viajar media hora, así que ingeriré algunas migajas).
Lo que la señora pasa por alto, es ¿qué tiene de malo viajar cuatro horas?, pues “el viaje” no hace malas personas (salvo que hagan cosas indebidas, como cualquier borracho, pero no por culpa de la “mota”, sino de la persona).
Al mejor estilo Lily Téllez, la legisladora nomás fue a hacer un show con datos… ya no digamos falsos, ¡increíbles! (solo faltó que hablara de los efectos de marihuana inyectada).
Con personas catatónicas de pie, colocadas detrás de Cynthia López (probablemente “conejillos de Indias” priístas, quienes se chingaron tres panqués cada uno, como parte del experimento), sacó una bolsa de plástico transparente, con cigarrillos liados con orégano, y afirmó:
“Estos son 28 churros de marihuana que un joven podrá comprar las veces que quiera en un día, y si los hace de medio gramo, podrá consumir 56 churros en cada tienda”.
Antes que nada, quiero comentar que nadie sabe qué mierda es un maldito gramo. Mi dealer hace tubos de papel periódico y la yerba la echa al tanteo. No me imagino a ningún “pacheco” con una báscula de miligramos (si no es “cocaína”). Aun así, si el chavo se fumara los “churros” que compró (sobre todo en cada tienda, como dice la ñora) le va a costar más trabajo calcular los gramos.
Me enterneció la imagen del millennial comprando 28 o 56 cigarros de mota en una tienda, verlo llegar a su casa, guardarlos en un cajón, y salir en chinga a otra tienda por más “churros”, cual borrachín que en la “barra libre” de un antro, le pide al bartender dos cubas, se las lleva a una mesa y regresa a la barra para pedirle a otro bartender otras dos cubas, y almacenarlas.
Por otro lado, no tiene caso decir que con medio gramo salen más “churros”, pues la cantidad es la misma. Es como una pizza, que en lugar de cortarse en cuatro pedazos se cortara en ocho.
Remató su intervención: “¿Así quieren?, yo nomás les dijo algo: el día de mañana que sus hijos estén consumiendo les dirán: Pero si tú la legalizaste cuando eras diputado, papá y mamá”. No, no, no; no hay que mal ientrepretar: Hijos, entiendan: La marihuana no es legal hasta que no hagan la tarea, escombren su cuarto, o se coman todos los vegetales. No chinguen.