A mí no me representa el vandalismo, la bestialidad, la brutalidad, la intolerancia y radicalización…

Sé que a gran parte de quienes leen no gustará mi opinión, pero es eso, la libertad de opinar la que en esta cuarta transformación se ha hecho presente al grado tal que se ha malentendido, utilizado y distorsionado…

Luchar contra el fuego rociando gasolina no llevará a ningún lado, los hombres no son el enemigo a vencer, la ignorancia es un factor clave en las protestas polarizadas que vemos en todos lados utilizando el ya reiterativo y fastidioso tema de EQUIDAD DE GÉNERO. ¿Y por qué digo fastidioso? Porque fastidia verdaderamente que se malentienda como un rasero diferente a la hora de apuntalar una opinión radicalizada y matizada por la violencia, esa misma violencia que en apariencia se busca desterrar… la equidad de género no solo es garantizar el beneplácito de unas cuantas mujeres…

La lucha por un lugar perdido hace cientos de años no se tiene bien a bien entendido cuando comenzó… vamos un poco a la historia que nos marca algún libro llamado importante por quienes gustan de la literatura….

En el libro “El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado”… el gran Federico Engels nos comenta:

“El estudio de la historia de la familia comienza en 1861, con el Derecho materno de Bachofen, el autor formula ahí la siguiente tesis: Primitivamente los seres humanos vivieron en promiscuidad sexual, a la que Bachofen da, impropiamente, el nombre de heterismo; tales relaciones excluyen toda posibilidad de establecer con certeza la paternidad, por lo que la filiación sólo podía contarse por línea femenina, según el Derecho Materno; esto se dio entre todos los pueblos antiguos; a consecuencia de este hecho las mujeres como madres, como únicos progenitores conocidos de la joven generación gozaban de un gran aprecio y respeto que llegaba, según Bachofen, hasta el dominio femenino absoluto, GINECOCRACIA… el paso de la monogamia, en la que la mujer pertenece a un solo hombre, encerraba la transgresión de una antiquísima ley religiosa… es decir, el derecho inmemorial que los hombres tenían sobre aquella mujer…

Bachofen halló pruebas de estas tesis en numerosas citas de la literatura clásica antigua… Bachofen interpreta La Orestíada de Esquilo como un cuadro dramático de la lucha entre el derecho materno agonizante y el derecho paterno, que nació y logró la victoria sobre el primero en la época de las epopeyas…

Llevada de su pasión por su amante Egisto, Clitemnestra mata a Agamenón, su marido, al regresar éste de la guerra de Troya; pero Orestes, hijo de ella y de Agamenón, venga a su padre quitando la vida a su madre.

Ello hace que se vea perseguido por las Erinias, seres demoniacos que protegen el derecho materno, según el cual, el matricidio es el más grave e imperdonable de los crímenes…

Pero Apolo por mediación de su oráculo ha incitado a Orestes a matar a su madre, y Atenea, que interviene como juez (ambas divinidades representan aquí el nuevo derecho paterno), defienden a Orestes.

Atenea escucha atentamente a ambas partes. Todo el litigio está resumido en la discusión que sostienen Orestes y las Erinias. Orestes dice que Clitemnestra ha cometido un crimen doble por haber matado a su marido y padre de su hijo. ¿Por qué las Erinias lo persiguen a él, cuando ella es mucho más culpable? La respuesta es sorprendente: “NO ESTABA UNIDA POR LOS VINCULOS DE LA SANGRE AL HOMBRE QUE HA MATADO”.

Hasta aquí todo seguía marchando de maravilla, si ese hubiera sido el párrafo que cerrara el discurso con eso ganado el juicio… pero como es bien sabido el pleito y alegatos continuaron por parte de Apolo como defensor de Orestes, Atenea a ver las cosas subir de tono somete al areópago, el tribunal jurado de Atenas; lográndose un empate; Atenea en calidad de presidente del tribunal vota a favor de Orestes y lo absuelve, así el derecho paterno obtiene la victoria… En apariencia una mujer, traicionó a las mujeres… Bachofen nos narra cómo la religión es la palanca decisiva de la historia mundial…

La situación primitiva de las mujeres como únicos genitores ciertos de sus hijos, aseguraba a aquellas y al mismo tiempo a las mujeres en general una posición más elevada, la decisión de Atenea transformó la humanidad y de la época referida entonces y hasta la fecha nunca han recuperado…

La pregunta es: ¿Por qué luchan ahora las mujeres?

Remontarnos a la literatura antigua para entender nuestro presente, los años no transcurren en balde, la humanidad se ha ido transformando de acuerdo a las circunstancias, maleables muchas veces por quienes ostentan el poder, los juicios salomónicos al parecer han pasado de moda, regresar a la fuerza bruta para ganar terreno no asegura la victoria, entendido tenemos que la fuerza bruta no está del lado femenino, la astucia y la inteligencia ha llevado a las mejores mentes femeninas a lograr proezas insospechadas, la política y las guerras tuvieron mentes femeninas brillantes susurrando al oído de los grandes orquestadores, ¿por qué rebajarse al nivel primitivo de los palos, las piedras, las máscaras y las capuchas cuando se puede hacer más con un pensamiento sagaz y perseverante?

La historia nos comparte que no siempre la violencia, la desnudez y actuar como hordas salvajes han llevado a saborear una victoria real…

¿Quién pierde más al ser expuestas como seres irracionales que sólo con violencia quieren “arreglar el mundo”?