El que paga manda o el ¿de a cómo los resultados?

Habría que tener mucho cuidado al creer en las mediciones de las casas encuestadoras. Son muchos los casos —en México, pero también a todo lo largo del orbe— en que se ha demostrado que sus cifras no son confiables, y sus métodos —y los intereses a los que obedecen— no son válidos. Varias empresas encuestadoras cuentan con que, al electorado, pero sobre todo a sus clientes, se les olvida que su certeza siempre se certifica el día del proceso comicial a través del voto de los electores. Mientras eso sucede, el que paga manda, ¿o qué no? Con suerte algo quedará entre los electores, si bien sea una mentira, más mentiras o simples estadísticas

Por ello, siempre he dicho que lo primero —un mínimo indispensable— es que cada medio de opinión y/o casa encuestadora diga quién es el cliente que ha financiado la encuesta en cuestión; esto es, a cuál amo sirve el perro… Y es que, siendo serios, si diversas encuestas hechas supuestamente siguiendo los cánones estadísticos básicos y sustentados en teorías probadas de los estudios de opinión, arrojan resultados muy distintos, entonces la conclusión es muy sencilla: una o varias de ellas no sirven. El problema es saber cuál, si acaso alguna, dice la verdad. 

Obtener promedios estadísticos o medias de las tendencias a partir de las propias encuestas, no soluciona el dilema. De hecho, lo acrecienta. Es como si a un estofado austriaco, al que sin querer le echamos azúcar, lo queremos componer vertiéndole sal a montones. No llegamos a un balance; lo que hacemos es producir un menjurje de asco. Así, a medida que se siguen publicando resultados sin ton ni son, atendiendo a intereses —comprados, por lo menos—, va resultando que el ámbito de las encuestas se encarece en cuanto a los montos necesarios para vernos la cara, pero se empobrece en cuanto a lo sustantivo. Igualito que el aludido platillo de la cocina europea. 

Si acaso, lo único positivo resultante de que haya muchas empresas encuestadoras pululando en el medio es que pueden confrontarse sus resultados. Pero, ¡atención!: esto se hace comparando los récords de bateo de casas encuestadoras, no comparando los resultados arrojados por las propias encuestas (menos aún promediándolos). 

 

La encuesta de México Elige, financiada por SDP Noticias

El mínimo lo conocemos: la encuesta es y ha sido financiada por SDP Noticias. La comparte y comenta, en cada una de sus ediciones, Federico Arreola, el director de este sitio de noticias. También nos informa que dicha casa de encuestas, México Elige, realiza sus ejercicios exclusivamente para este espacio, y nos da a conocer la metodología con las que las lleva a cabo.

¿Qué sabemos de ella? Que es una metodología que permite que el levantamiento, que se da a través de un mecanismo novedoso —la red social Facebook—, se haga (prácticamente) en todas partes. Esto, en lugar de desacreditarlas, las fortalece y resulta particularmente importante en un país donde ya no contestamos el teléfono a números desconocidos por desconfianza o por falta de tiempo, pues ha convertido a las encuestas telefónicas en una herramienta sesgada; esto es, su público se contrae sólo.

Pero lo mismo aplica para el caso de las encuestas de a pie, que se supone deberían ir/entrar a las casas. ¿En serio le abriría usted la puerta a un desconocido? ¿Lo dejaría pasar a su casa para responder a una encuesta durante media hora? Y esto, si acaso, en las ciudades donde los encuestadores todavía pueden caminar libremente. Imposible hacerlo en varias e importantes plazas de nuestra República en donde los encuestadores ya no pueden llegar a los domicilios. Tristemente, todos sabemos de demasiados lugares donde se ha vuelto intransitable la vida; ahí, la violencia tampoco permite hacer encuestas. 

Por ende, esas encuestas son doblemente sesgadas y cada día llegan a un menor número de lugares. Sus resultados deberían mencionar, cuando menos, los lugares dónde se llevaron a cabo (o se exceptuaron). Esas encuestas telefónicas o de cara a cara hace mucho ya no son representativas a nivel nacional; pero, de manera oportunista, las casas encuestadoras tradicionales no notifican nada al respecto de lo anterior…

La encuesta de SDP Noticias, utiliza uno de los medios favoritos de los mexicanos, el Internet; en el cual, de 70 millones de internautas, el 95% (66.5 millones) cuenta con Facebook (2017, Centro de Investigación e Innovación en Tecnologías de la Información y Comunicación (Infotec)). Parte de aquellos usuarios de telefonía móvil que cuentan con uso de datos, que tienen una cuenta en Facebook, pero —más importante— genera una muestra realmente representativa de la población nacional en edad de votar. La penetración se hace en todos los rincones de México, no es dependiente de la contratación que tenga o no tenga el elector de servicios de acceso a Internet y, además, hace muy dificultoso —si no es que imposible— opinar en este tipo de encuestas más de una vez. 

 

La consistencia de la encuesta y las tendencias que arroja

1) La inigualable ventaja de AMLO que, además, sigue creciendo a medida que los votos indecisos se van decantando. Dicho sea de paso, esto refuerza lo que dicen otras —la mayoría de las— encuestas. Muestra también que no importan los dichos y “barridas” del candidato o la integración de indeseables a su partido. Pues no le hacen nada. Andrés Manuel podría decir cómo en su momento Trump: “Puedo asesinar con arma de fuego a una persona en la 5ª Avenida, que aun así no perdería…” Si bien, siendo sensatos, precavidos y medidos, le conviene mantener un bajo perfil y seguir remando con la corriente y no tratar de generar una contracorriente.

2) Meade sigue en segundo lugar; decreciendo paulatinamente, no obstante, y en medida inversa al crecimiento de los independientes. ¿Se debe esto al candidato? En parte; pero, en gran medida, JAMK está pagando todos los errores y pifias del gobierno. También el amplio descrédito del PRI. Aunque sea ciudadano, está representando al “establishment” y, como tal, no tiene mucho margen para moverse. Para ser honestos, con lo que sabemos de la estafa maestra, la nula ética actuación de la PGR, la actitud de Videgaray con el yerno de Trump y un largo etc. resulta sorprendente que no haya bajado aún más. Para fines prácticos, no importa la valía de Meade, ni que su persona no haya permitido un desplome mayor, lo cierto es que, todo lo que carga, solo lo hunde. Le resulta fundamental implementar —y de inmediato— un “juntos, pero no revueltos” con la administración de Peña Nieto. Mejor aún sería: “retomo y me caso con algunas políticas, pero me divorcio de la estructura…”

3) En el caso de Anaya, si bien es cierto que no sube, se ha mantenido constante en su porcentaje, da la idea —a priori— que ha alcanzado el máximo de conocimiento y de personas que están dispuestas a votar por él. Pero en este último mes donde fue el pelele favorito de la PGR (con todo lo que no se defiende con datos duros y cada vez parece más cierto que hay mucha corrupción de por medio), no ha bajado en la opinión de los entrevistados. Puede volverse un mártir o que le suceda como a AMLO, mientras más se le golpea, más inmune se convierte a las trompadas. En realidad, se podía haber desfondado con el lavado de dinero, pero al no haber sucedido, su posición —si bien no crece— tampoco permite pensar en un perdedor absoluto. Si la oposición (gobierno, PRI, Meade, independientes, ciudadanos) no ahonda la herida infringida en lo político y si la PGR no demuestra su dicho de forma fehaciente en lo jurídico, podríamos tener un AMLO 2 para el 2024.

4) De acuerdo a las tres últimas ediciones de la encuesta de SDP Noticias, Margarita ha tenido (aun con un pequeño bache) un crecimiento continuo. Esto merece destacarse si se considera que no ha gozado de la exposición de los otros tres candidatos partidistas. Claro está, sí contó con una exposición de Primera Dama durante seis años; pero, aun así, comparándola con los candidatos independientes, su crecimiento no deja de ser interesante. El factor Margarita está lastimando a Anaya, pero también a Meade. 

Entender que los tiempos cambiaron

Desdeñar una encuesta porque no se conoce su metodología —porque no se ha tomado uno la molestia de conocer— o, peor aún, por su modernidad, es tan absurdo como cuando, en su momento, se desdeñaban las encuestas telefónicas o las mismas encuestas de a pie.

Así, la tecnología disruptiva, como en este caso es hacer encuestas vía Facebook, no puede ser menospreciada por el simple hecho de desconocer el uso estadístico que se le puede dar a la herramienta como tal. A raíz de los impedimentos a los que se enfrentan las encuestas tradicionales, antes mencionados, las encuestas elaboradas por México Elige se vuelven las más precisas en términos estadísticos y las únicas realmente representativas a nivel nacional.