Leyendo la columna de Verónica Malo veo que una de las propuestas para evitar aglomeraciones en los cajeros de los bancos tiene que ver con escalonar las quincenas para que el flujo de personas en los cajeros automáticos sea menor.
En el papel parece una idea increíble, pero sostenerla no es tan fácil. Les explico con mi experiencia personal y el cuento que se me hizo con diversos cambios en la forma de pago de donde he trabajado.
Alguna vez en uno de mis trabajos los pagos me los hacían de manera semanal. Siempre traía dinero, pero ahorrar era imposible. Después de un año y meses de trabajar ahí cambié de trabajo donde los pagos eran quincenales. Ajustarme para hacer los pagos de lo que tenía en crédito fue un poco complicado al principio, pero después de un tiempo me ajusté y lo pude hacer. En la empresa en la que estaba, con una gran idea del contador y los sistemas contables de la empresa, se les ocurrió cambiar la manera de pago así por que si. En lugar de ser quincenal, lo hicieron de forma mensual. Este paso fue mucho más complicado pues ahí tenía que planear todos mis pagos y el cambio fue justo cuando me tocaba pagar alguna tarjeta. Un par de meses en lo que me ajuste fue fatal, entre que le debía a la tarjeta y alguna tarjeta departamental, también había que pagar la luz, el agua y el teléfono, y no había manera de explicarles que el honorable departamento de nóminas había tenido la maravillosa y estupidisima idea de cambiar las fechas de pago.
Con este ejemplo, imagine que escalonan las quincenas, también tendrían que escalonar a los que ganan semanal y a los que ganan mensual. Además, los ciclos contables de las empresas tendrían que moverse, los movimientos de salida de efectivo de los bancos serían la locura.
Como dije, en el papel es una idea buenísima, en el mundo ideal donde todos los que trabajan pueden aguantar algunos días sin pago. La realidad es que la mayoría de los mexicanos vive al día y endeudado.
Si la ABM y sus cobros de tarjetas de crédito, las tiendas departamentales como Liverpool, Sears, El Palacio de Hierro, Coppel o Elektra, todos los servicios públicos como el agua, luz, gas, cable, Sky, Dish , Internet y demás dan una prórroga para los pagos mientras se ajustan a la nueva realidad y aceptan los pagos retrasados de las personas que les cambiaron sus fechas de pago , ahí se podría hacer algo. Súmele los que están pagando un coche, las colegiaturas, la renta de la casa, el teléfono celular, y muchos otros pagos que se verían afectados con un escalonamiento de pagos. Entonces , para que esto funcione, como dice el dicho “Dando y dando, pajarito volando”.
Las peleas con los de la tanda y la doñita que fía en la tiendita de la esquina esas son harina de otro costal.
Por eso, espero que el Gobierno de la CDMX y la ABM estudien bien esta solución que me parece buenísima, pero es complicadísima de ejecutar sin afectar a los empleados.