Como parte de la serie que les estoy presentando cotidianamente (?Siete Reformas Capitales?) ,una de esas reformas era la de comunicaciones y tocaría necesariamente el apagón analógico. El tiempo me alcanzó, la columna se las presento el lunes. Por ahora me llama mucho la atención el tema de la ?viabilidad? de la reforma por el apagón analógico.
Tenemos tremendo lío, el apagón analógico estaba programado para finales de este año. El problema es que si se lleva a cabo, 8 millones de personas, más menos, se quedan sin acceso a televisión abierta. Se propone que se aplace hasta un año más, pero esa decisión afectaría a los nuevos concesionarios que invirtieron en el sector.
Esta urgencia ya hizo que emergieran los dimes y diretes y los intereses de diferentes actores en el tema (televisoras principalmente), unos dicen que los otros mienten, los otros dicen que los otros mienten más, luego dicen que uno le dijo que le decía y que le dijo para decirle, etcétera.
Total, el peor error que puede cometer el gobierno y sus diferentes actores es seguirles el juego. El gobierno mexicano debe aceptar sus errores y ser creativo para aprovechar esta coyuntura haciendo más rentable el negocio según las circunstancias que se presentan.
Partamos del hecho de que el gobierno NO planeó correctamente las consecuencias de la reforma y el tiempo los alcanzó, es responsabilidad del gobierno federal y los legisladores, luego entonces son ellos quienes lo tienen que solucionar.
Una de las salidas más viables es comprar esos 8 millones de televisiones digitales a repartir entre esas familias que se quedarían sin televisión abierta por el apagón analógico. Pero, ¿hay en el mercado la capacidad para surtir esas televisiones en menos de tres meses?, ¿se tiene la capacidad operativa para asegurar la entrega?
¿Qué es más barato, comprar 8 millones de televisores, o comprar los transmisores analógicos con los que se pueda SUBSIDIAR a los nuevos concesionarios para que puedan transmitir el tiempo que se pospondrá el apagón analógico?
O sea, si el gobierno federal compra los transmisores para que los nuevos concesionarios transmitan lo mismo de manera digital (las nuevas televisoras ya invirtieron en esos transmisores digitales) que análoga (se les prestarían los nuevos trasmisores análogos adquiridos por el gobierno), resulta más viable, puesto que sólo se añadiría a la legislación existente un artículo transitorio en donde se les permita transmitir vía análoga y dar el espacio de un año más para que se cubran la demanda y entrega de televisiones.
Ojo al parche, esa inversión en transmisores no sería desperdicio. Estos transmisores servirían para que llegado el apagón analógico puedan dar viabilidad al proyecto de internet que tanto anhela el gobierno federal. Se podría alegar que no servirían para tal efecto, pero contamos con excelentes ingenieros que pueden hacer una conversión o decodificadores para tal efecto.
Lo ideal sería comprar transmisores análogos-digitales, para que se presten (SE SUBSIDIE) para la transmisión análoga de los nuevos concesionarios y después de consumado el apagón se utilicen para la transmisión de datos digital.
Si ese ?nuevo? servicio de internet va ser público, o sea, va a proporcionarse por el Estado, se cubre con lo mencionado anteriormente, si ese servicio se va a concesionar, se incluyen los transmisores y se eleva el costo de la licitación.
De esta forma se SUBSIDIA a los nuevos concesionarios de televisión para que no pierdan dinero invertido, se atiende a las personas que aún no tienen televisión digital, se amplían los tiempos para que se cubra la demanda en televisores, no se trastoca exageradamente la ley existente, y se aseguran las entregas (porque habría más tiempo) de los televisores que se tengan que regalar por el gobierno.
Sería una inversión a futuro garantizada, una inversión que al final beneficiaria a millones de mexicanos incluidos las grandes empresas televisoras y el gobierno federal.
Feliz fin de semana tengan todas sus mercedes.