Cuando prendieron las luces de la fiesta y pudimos ver el desorden que dejaron, después de los abrazos y la alegría, las entrevistas de triunfo por la Reforma Laboral, los videos explicando los nuevos tiempos de cambio, nos dimos cuenta de que la realidad era otra, pues resulta que ni siquiera los invitados quedaron contentos, el sector patronal dice que no les gustó, que darán más problemas que soluciones, piden cambios, por su parte, los sindicatos están en la misma, dicen que hacen falta temas y que otros deberán cambiarse, en fin, que pasada la euforia estamos igual que al principio: con una reforma impuesta por mayoría, sin consenso, llena de ocurrencias.
Para colmo, los del departamento de arriba están mas que molestos, en EU el T-MEC es la moneda de cambio político, el banco Wells Fargo dice que está en peligro su ratificación, el informe del impacto sobre la economía de EU advierte que será moderado, o sea que no es tan atractivo, el pre candidato Bernie Sanders pide que no se apruebe por la pérdida de empleo, y lo más grave, 86 miembros del Congreso de EU firmaron una carta señalando que las reformas laborales que acaban de aprobar los Diputados no cumple con el anexo 23 del T-MEC. (https://issuu.com/ejecentral6/docs/carta_de_democratas_a_ustr__usmca/3 ).
Serán las Secretarías de Relaciones Exteriores y Economía quienes tendrán que desamarrar el entuerto. Hay dos fallas de origen y una trampa en este proceso, las fallas son: una de fondo y la otra de forma. La de forma, como ya lo hemos comentado, fue el error de haber jugado a la democracia de kínder durante tres meses y medio, con mesas de consulta cupulares, para terminar con el mismo proyecto de Morena en un 99% y sin convencer a las partes, pues esto permitió que se incorporara al proceso de política interna de EU el tema de la Reforma Laboral, que México no hubiera podido hablar de la ratificación del T-MEC antes porque no había hecho la tarea, así de simple.
El de fondo es el más grave y es lo que están señalando los congresistas de EU, que esta #ReformaLaboral está planeada para ser de mediano plazo, tirándole a largo. Los cambios en la justicia laboral para crear los tribunales laborales se van a llevar todo el sexenio, y eso si alcanza el dinero, pues implica liquidar a cientos de trabajadores e invertir en infraestructura en cada Estado, justo ahora que están todos recortados. El tema sindical, el control corporativo recargado del Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral será igual de lento, difícilmente veremos su eficacia en todo el sexenio, salvo casos de oportunidad política como el Sindicato Petrolero y el del IMSS, que resulten atractivos para el proyecto.
Pero es que en EU no son tontos, será difícil que se traguen la aplicación del tratado con promesas de saliva, el costo por hacerlo será caro, ya veremos en cuánto nos sale. Esperemos que no nos arrastren a otros escenarios como la cancelación, pues sería inimaginable el desenlace.
La trampa viene desde su firma, cuando Peña Nieto y su equipo firmaron el anexo 23 ya se sabía el paquete que dejaban, pero lo que vino después sólo fue una cadena de errores, el equipo entrante y a quienes se lo encargaron, por más que observaron y observaron, hicieron una estrategia que aquí nos tiene, todos molestos, con problemas trilaterales y con una reforma corporativa estatal que espanta.
Por último, no quiero dejar de señalar otro absurdo en la cuestión colectiva de la #ReformaLaboral, resulta que centralizaron los aspectos administrativos de los Sindicatos, los registros, los contratos colectivos, pero dejaron los temas de la justicia colectiva en el ámbito de lo local, como dirían los clásicos: ¡nombre, unos genios! Como si la justicia laboral en los Estados no estuviera totalmente controlada por el Gobernador en turno y los intereses que representa, incluso el Poder Judicial Local, todo está cooptado y no hay un sólo estado que se salve y pueda presumir autonomía de sus poderes (por favor, que alguien me demuestre lo contrario), así que después de pasar el control fascista corporativo del Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral, los sindicatos, sobre todo los de lucha, se toparán con la justicia estatal represiva de siempre. Sólo analicen el tema de Tamaulipas, la forma en que actuó la Junta Local, el Secretario de Trabajo local y las autoridades estatales, así como las reacciones en otros estados, para que dimensionemos de lo que estamos hablando. Esa justicia colectiva la hubieran federalizado para armonizarla al tema administrativo, por lo menos. Al final, cambió todo para seguir igual.
Si quieres conocer la propuesta de reforma que se envió al Senado, el texto del anexo 23 del T-MEC y la información mas importante de la Reforma Laboral, entra a www.reformalaboralmexico.com
** Maestro en Derecho por la UNAM