No, no es una broma, ni se trata de una nota de pitorreo. “Donald Trump defiende el tamaño de su pene” fue el título de una nota publicada hace más un mes en el portal de política del canal CNN, luego de uno de los debates entre los precandidatos del “GOP”.

Trump se defendió de una insinuación del fallido aspirante cubano-americano Marco Rubio sobre el tamaño de su “hombría”, señalando que no “había ningún problema” en ese sentido.

A ese nivel degeneró el debate entre los aspirantes republicanos a la candidatura presidencial de los Estados Unidos: a defender el tamaño de sus genitales, por no referirnos a estos de una manera más vulgar.

¿A que viene esto al caso? A que una artista, Illma Gore, hizo una pintura en donde retrata a Donald Trump como se lo permite su imaginación y su habilidad artística: desnudo y con un pene muy, pero muy pequeño.

En cualquier otro proceso electoral, una ilustración de este tipo pasaría desapercibida. Pero la superficialidad de un candidato como Trump, que llama “violadores” a los inmigrantes mexicanos y que promete construir una “gran muralla” y que México la pagaría sin explicar bien a bien como, ha creado un ambiente enrarecido en donde algo como esto se vuelve noticia.

Illma Gore ha señalado que tuvo que recurrir a una galería británica de arte para que vendieran su dibujo de Trump con el pene pequeño. En Estados Unidos, alega, se las ha visto duras para mostrar su obra en donde aparecen representados el empresario y su pene pequeño.

Gore señala que galerías de arte de Estados Unidos no quisieron exponer su ilustración ya Trump ha emprendido acciones legales contra todo aquel que lo cuestione, además de azuzar a sus seguidores, algunos bastante violentos, para que persigan a sus críticos.

El dinero que la artista pide por su pintura, más de 20 millones de pesos, puede parecer excesivo. Sin embargo, para un país que se jacta de tener una larga tradición de libertad de expresión, el hecho que Gore no pueda exponer su obra porque esta puede incomodar a un ricachón, no solo resulta lamentable, sino que sienta un antecedente peligroso.