Gran polémica se ha levantado sobre temas tabú, para muchos que se dicen conservadores en voz alta, al escuchar las iniciativas de la próxima titular de la Secretaría de Gobernación Olga Sánchez Cordero, sobre las principales propuestas que trae en puerta, una de ellas la despenalización del aborto hasta las 12 semanas en todo México, por considerar que la mujer no debe ser privada de su libertad en caso de decidir interrumpir el embarazo.

Al respecto el presidente electo Andrés Manuel López Obrador se ha mostrado respetuoso de las leyes existentes y ha dicho en reiteradas ocasiones que se someterá a consulta popular los temas que causan polémica entre la población, aunque considero que los derechos humanos deben ser respetados y no cuestionados.

La interrupción legal del embarazo ya está vigente en la CDMX, urge que se extienda al resto del país, porque no es posible que una mujer de escasos recursos tenga que cargar con hijos no deseados solo por no tener acceso legal y seguro, para llevar a cabo su decisión. Es un caso complejo ya que los que están en contra, señalan duramente a quien se atreve a ejercer este derecho. Sin embargo, los que promueven la vida durante el embarazo se olvidan de la madre cuando paren. Se ensañan en comentarios y señalamientos duros, tales como: “¿Para qué tuviste sexo?  Quien te manda, ahora te aguantas,  exige que te cumplan,  cásate, dalo en adopción,  ¿por qué no tomaste las medidas necesarias habiendo tantos métodos de prevención?, entre muchos otros. Cuando lo correcto sería apoyar a quien está pasando por un embarazo inesperado o no deseado, sobre la decisión que tome sobre interrumpirlo o llevarlo a su fin, sin cuestionar su decisión.

Este es un tema que, como mujer mexicana me da mucho gusto que lo pongan sobre la mesa y que este nuevo gobierno lo vea como de urgencia nacional, tratando de evitar más muertes que diariamente sufren quienes en su desesperación acuden a toda clase de métodos inimaginables, como por ejemplo, acudir a clínicas clandestinas que no cuentan con los mínimos requisitos de salubridad, acudir al internet buscando soluciones que no son confiables ni recomendadas o en el peor de los casos haciéndolo ellas mismas provocándose daños irreversibles e incluso la muerte. ¿Por qué tienen que pasar por todas estas atrocidades? La respuesta es sencilla, por la falta de recursos. Porque bien sabemos que, contando con los medios suficientes, por más conservadoras que sean las familias, no pueden evitar que la mujer que se encuentre en esta situación y que haya tomado la decisión de abortar cambie de parecer y por sus propios medios busque la atención segura y adecuada.

Recuerdo que durante mi vida universitaria en una de los tantas reuniones para hacer tareas con amigas, donde por supuesto platicábamos de todo, diferentes temas dependiendo del momento, salió a la plática el tema del aborto, estoy hablando del 2005, más tabú el tema y el miedo a expresar siquiera el pensamiento de no desear un hijo, era pecado mortal, como para algunas hoy todavía lo es, bueno, el caso que  una de ellas entre llantos nos contó su historia sobre cómo interrumpió un embarazo, sola y sin ayuda en el baño de su casa, se metió un rastrillo para sacarse “eso” que no quería que creciera dentro de ella, no importándole lastimarse o desangrarse, o tal vez ni siquiera pensó en las consecuencias debido a la desesperación provocada por el embarazo no deseado, cuando sucedió lo inevitable (lastimarse), ya estaba desangrándose. Dentro de lo malo, tuvo tiempo de pedir ayuda antes de caer desmayada por las condiciones en que se encontraba, con el miedo y terror de ser regañada, más que el miedo a morir por ese intento desesperado de no contar con la información suficiente o los recursos necesarios para llevar a cabo la decisión que tomó, de acudir a una clínica especializada que en ese tiempo solo estaban en Estados Unidos. Me viene a la mente todavía ese momento, como entre sollozos contaba lo sucedido y me pongo a pensar cómo en estos tiempos muchas mujeres siguen viviendo la misma experiencia porque este acoso no para y seguimos sin contar con las leyes y los medios para tener la libertad de decidir sobre nuestro cuerpo porque para otros es pecado mortal.

Otros dicen que en vez de abortar, se den en adopción los hijos no deseados, y ahí es donde cuestiono, ¿por qué tenemos que aceptar parir solo para satisfacer los deseos de otros?, como si dejarlos en casas hogares fuera garantía de que esos niños y niñas tendrán un buen futuro. A esas personas les digo, hay muchos niños y niñas sin hogar que viven en las calles y que necesitan de mucha ayuda para reintegrarse a la sociedad ayúdenlos y no sigan contribuyendo a las muertes masivas que sufren por hambre y desesperación, enfóquense en preservar la vida de los que ya están en este mundo deambulando y dejen a las mujeres decidir sobre su cuerpo.

Debemos tener claro como sociedad que la exigencia por la despenalización del aborto no promueve que las mujeres aborten, ese no es el fin, lo que se busca es que dejen de morir quienes así lo desean y dejen de ser estigmatizadas por una sociedad señaladora con un discurso religioso, creyendo que es un horrendo crimen, que la mujer pueda decidir sobre su cuerpo. Es insólito que en estos tiempos se nos satanice a las mujeres, por eso debemos exigir a nivel nacional que estas propuestas sean aceptadas y avaladas por este nuevo gobierno y no dejar que se queden solo en habladas, ya que, al despenalizar el aborto, avanzamos un paso más en el camino de deconstruir las imposiciones sociales que atentan contra nuestros derechos humanos.

Tenemos que ser fuertes y unidas, para salir a exigir a las calles, en las redes, con videos, audios, fotos, mantas, cualquier cosa que se nos ocurra, para exigir  nuestro deseo de que se despenalice el aborto en todo México, pedir que se proteja a la mujer y deconstruir los estigmas a los que hemos sido sometidas durante años quienes nos atrevemos a pensar diferente de lo impuesto por la elite social, política y religiosa, que nos dicen; -qué, cómo y cuándo-. Levantemos nuestra voz porque este es un momento histórico para todos y no podemos quedarnos atrás. Como mujeres, hay que unirnos a una sola voz, pongamos un alto a quienes quieren seguir mandando sobre nuestros cuerpos, tomemos el poder que nos corresponde sobre nosotras mismas y hagamos respetar nuestra voluntad por encima de la voluntad de los demás.

Janny Barrera

@CPJannyBarrera