Después de meses de tolerar las múltiples movilizaciones de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación en estados como Oaxaca, Chiapas y Guerrero, el Gobierno Federal ha decidido implementar una medida inesperada y contundente en contra de la cúpula magisterial disidente de México. El violento repudio a la Reforma Educativa, convirtió a la CNTE en uno de los principales problemas políticos del gobierno, la negociación de dicha reforma entre la Secretarías de Gobernación y Educación nunca fue una opción, a pesar de haber intentos porque el diálogo primara, las acciones brutalmente agresivas de la Coordinadora convirtieron un problema en una crisis.   

En las primeras horas del pasado domingo trascendió la noticia de la detención del líder del movimiento magisterial disidente, Rubén Núñez, a manos de fuerzas de seguridad federales; la estrategia es muy clara y resultó sumamente fácil implementarla, el propio Rubén salió de su bastión y círculo de protección en Oaxaca para trasladarse a la Ciudad de México con motivo de la Asamblea Nacional Representativa de dicho movimiento magisterial, con lo cual facilitó el trabajo de las fuerzas armadas; ya en territorio desconocido, Núñez fue apresado y trasladado hasta el norte del país bajo los cargos de desfalco por un monto superior a los 1.3 millones de dólares, delito similar del que fue acusada la antigua lideresa magisterial Elba Esther Gordillo, apresada en 2012.

La inconformidad de la CNTE no inició por una verdadera lucha de transformación del magisterio y de la educación, surgió por el enojo y la frustración de su cúpula por la pérdida de posiciones políticas importantes y por el ataque del gobierno a su red clientelar y sumamente corrupta en los estados con mayor rezago en materia educativa y social. La Reforma Educativa promulgada en 2012 puso a temblar al movimiento disidente, la obligatoriedad de la evaluación magisterial desencadenó un encono contra el gobierno de la República; la CNTE y sus dirigentes estaban conscientes que ya no podrían negociar con las plazas de los maestros, se terminaría el control del flujo interminable de recursos provenientes de la federación a pesar de los pésimos y por demás vergonzosos resultados educativos, sabían que perderían paulatinamente el control político de sus estados.

A todo ello hay que sumar los interminables paros, plantones, huelgas, marchas y bloqueos en Oaxaca, Michoacán, Chiapas, Guerrero y por supuesto en la Ciudad de México. Por demás está recordar el ataque en contra de la dignidad de maestros y maestras a manos de “infiltrados” llevados por la CNTE a sus marchas, el bloqueo de autopistas federales y también de los Aeropuertos de Guerrero y la propia capital del país. Hace no más de dos semanas se intentó bloquear nuevamente los accesos principales al AICM, donde una intervención policial culminó con tan repudiables intenciones.

El jerarca de la CNTE, Rubén Núñez hoy dormirá preso en Sonora, sabe que es su fin al frente del movimiento disidente, quizá lo que más le duela sea perder sus ingresos estimados en 100,000 pesos mensuales, según cifras de la Asociación México Evalúa. Basta decir que en un análisis realizado por el diario El Universal, se determinó que el líder de la CNTE en 3 años aumentó su salario en 126.4%; ello gracias a que mantiene dos plazas como maestro regular y comisionado, esto a pesar de que no da clases dentro de un aula. Estamos a la espera de las acciones que la CNTE impulsará con el fin de obtener la liberación de su jerarca.