Es una historia de lucha por nuestros derechos, que inició desde que algunas luchadoras y activistas, decidieron emanciparse del poder que ejercía sobre ellas, el Patriarcado, en busca de su propia identidad; reconociendo como prioridad la igualdad de derechos, en ese camino seguimos porque esta lucha continúa. No es, ni ha sido tarea fácil, necesitamos de nuestra unión y sororidad para poder avanzar en un mundo regido por hombres, que nos frena y nos expone como mujeres débiles que necesitamos de su aprobación. Nos meten el chip, desde pequeñas que sin ellos no somos nada y esta es y debe de ser una razón de peso para romper con esos paradigmas que tanto nos han dañado.
Pero bueno, conozcamos un poco de la historia de este grandioso día que busca reivindicar nuestra lucha
En el año de 1975, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) designó oficialmente el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer. Para llegar a esto, tuvo que pasar una tragedia 129 mujeres murieron en un incendio en la fábrica Cotton, de Nueva York, Estados Unidos, luego de que se declararan en huelga con permanencia en su lugar de trabajo.
Nada nos han regalado como mujeres, tenemos que salir a luchar por nuestros derechos. Empezamos solas, pero, poco a poco, nos acompañamos, nos hacemos fuertes y poderosas, derribamos cualquier muro que nos pretenda detener.
Somos herederas de muchas luchas, la historia las cuenta y entregaremos, a las mujeres jóvenes, buenas nuevas para que ellas continúen la lucha, hasta conseguir la igualdad plena entre todas y todos.
¿Cuáles son nuestras luchas?
Que ninguna mujer se quede sin estudiar, sin trabajar, que tengan salarios dignos e iguales que los hombres, para que sean madres por convicción y no por imposición.
Que nuestra hermandad siempre sea el fuego, sin apagar, que nutra los caminos que siempre juntas, vamos a andar. Que ninguna mujer sufra, que siempre estemos para ayudar, para reconfortar, para gritar, reír y amar.
Ni una muerta más, protejámonos en todo momento y lugar, que seamos plenas y felices, que nada nunca más nos atemorice.
Que hoy, más que nunca, el empoderamiento de la mujer sea una realidad. Velemos porque todas las niñas terminen los ciclos de la enseñanza. Procuremos que todas las niñas tengan acceso a servicios de atención y desarrollo.
Pongamos fin a todas las formas de discriminación contra todas las mujeres y las niñas en todo el mundo.
Eliminemos todas las formas de violencia contra todas las mujeres y las niñas en los ámbitos públicos y privados; incluida la trata y la explotación sexual y otros tipos de explotación.
Lucha feminista que continúa
Recuerden, mujeres mayoría, que gracias a la lucha “radical” de mujeres feministas, revoltosas y minoritarias, es que todas tenemos el derecho a leer, escribir, debatir, ocupar posiciones de poder, tener bienes propios, decidir nuestro estado civil, vivir una sexualidad libre y plena, decidir si queremos ser madres o no, viajar “solas”, etc., Todo esto, es por nuestras antecesoras feministas que no lo vivieron, pero que lucharon para que nosotras gozáramos de estos derechos de libertad, mi reconocimiento y admiración para ellas que, en su momento, fueron satanizadas, señaladas e incluso asesinadas. Me sumo a esa herencia de fuerza poderosa para dejar un mejor legado a nuestras futuras generaciones, junto con mujeres de todas partes del mundo que hoy seguimos en la lucha por la igualdad y peleando por aquellas que no gozan de las condiciones para vivir con estos derechos y que solo los miran como algo lejos de poder hacer y realizar.
Este día y siempre, demos voz a esas grandes mujeres que nos inspiran a seguir luchando por nuestros derechos y por la igualdad para todas y todos, incluso por ti, que piensas que el feminismo hace daño y estorba.
¡Superación por esfuerzo!
Janny Barrera, orgullosa socia del Club de Mujeres Profesionistas y de Negocios Hermosillo.