En medio de las interrogantes por las celebraciones del 18 de marzo que en enmarcó el 76 aniversario de la Expropiación Petrolera, una serie de manifestaciones y hasta el allanamiento de la casa de un activista social, vivimos un puente de locos y la semana comenzó de la misma manera.
El inicio formal de esta semana se dio ayer martes y por la tarde el Congreso Popular se dio cita en la BMV desde donde convocó a un movimiento lúdico-cultural para protestar. Con una jornada llena de vida, de entusiasmo y energía conjunta entre la manifestación, la cultura y un fuerte rechazo a la administración de Peña Nieto, debemos analizar un poco de lo que le espera al Congreso Popular y a los ciudadanos.
Desde mi particular punto de vista la clave a futuro de las acciones de dicho congreso, así como los resultas que pueda obtener y la influencia que pueda ejercer sobre las decisiones de gobierno depende de la sinergia que pueda generar.
Para tratar de explicar esta idea cuasi vacua en una primera lectura, quizás debemos referirnos a diferentes hechos y circunstancias llevan a hasta esta reflexión.
Enrique Peña Nieto y las redes sociales
Como sabemos el ámbito de las redes sociales ha sido el talón de Aquiles tanto de las televisoras, gobiernos, funcionarios públicos, autoridades, “ladys”, “gentlemen” y sobre todo de Enrique Peña Nieto; sin embargo, en los últimos meses creo que han ido a la baja las muestras de rechazo hacia el gobierno mexicano.
Partimos de este supuesto desde que comenzó 2014, y las razones pueden ser varias: Las reformas que tanto anhelaba el PRI ya las consiguió y como se dice “hazte fama y échate a dormir”, el Revolucionario Institucional y el Ejecutivo aplicaron esa misma… Primero se llevó a cabo un gobierno con afán reformista y a partir de 2014 le bajaron un par de rayitas a dicho afán.
Esa fórmula ha derivado en la baja del protagonismo de Peña Nieto, así como una serie de hechos que han acaparado el foco de atención, por lo que el priísta no ha sido en los últimos meses el objeto de las críticas en redes sociales. Incluso no ha cometido errores tan continuamente como nos tenía acostumbrados, salvo el de ayer.
Entre los temas que han acaparado a los medios están las autodefensas, el precio del limón, influenza, los conflictos internacionales como en Ucrania y Venezuela, así como toda clase de eventos deportivos y de espectáculos sobresalientes, los cuales regularmente toman gran parte de la audiencia y de la atención de las personas.
En cuanto a otros eventos más recientes y meramente políticos hay que resaltar el caso Oceanografía y Línea 12 del Metro, temas que han puesto en el ojo del huracán al PAN y al PRD. En este sentido el PRI y Peña Nieto han salido muy bien librados de estos últimos escándalos políticos, e incluso de manera opuesta, el show mediático que envolvió la captura de “El Chapo” les otorgó los elementos para quedar bien con la prensa internacional, aunque el país no ande nada bien.
Para ser más claro, debemos citar el cartón “Los tres cochinitos” de Guardado, el cual enmarca a tres cerdos uno del PRI, otro del PAN y del PRD, uno al otro se dicen “eres un cerdo”, mientras se avientan lodo entre ellos. Cada uno carga con una leyenda en su lodazal, la cual señala sus casos de presuntas corruptelas. Como observamos las del PAN y el PRD son recientes, mientras que la del PRI nos remite a las elecciones de 2012.
El cartón llama la atención porque lo he visto circular mucho en Internet durante estos últimos días y con ello trato de decir que el PRI ha sabido ocultar su lado oscuro, no quiero decir que sea perfecto o incorruptible dicho partido, pero tanto Peña como su partido han sabido mantenerse fuera de los escándalos desde que comenzó 2014.
Alto a las reformas: ¿Estrategia o coincidencia?
Me gusta repetir constantemente que en política no hay coincidencias y me parece que de nueva cuenta existe una estrategia del gobierno federal e incluso una apuesta.
La estrategia es clara, de acuerdo a lo arriba descrito, pero además se complementaría con el presunto uso de bots para contrarrestar los HT y menciones en contra de intereses particulares. Además es necesario mencionar el ingrediente secreto y al que le apuestan los gobiernos: La apatía, al desánimo y el olvido.
Históricamente somos un pueblo apático que suele olvidar, más apasionado del fútbol y las telenovelas que de los libros y de la información. Somos casi ajenos a las corruptelas y saqueo de la nación, pero no es nuestra culpa ya que el PRI siempre le apostó a la no educación a mantener a las personas ignorantes y con falta de capacidad analítica y entendimiento.
En este entendido en un futuro quizá salga a relucir nuestra idiosincrasia en las redes sociales y caigamos en ese México del “ya ni modo” y de la impunidad, porque las reformas ya fueron aprobadas y promulgadas, ahí están en la constitución y tarde o temprano nos van afectar, así como también los impuestos siguen y el salario mínimo no aumenta mucho que digamos.
En conjunto también cabría destacar las advertencias que ha hecho el periodista Jenaro Villamil, quien aseguró que la ley secundaria en materia de telecomunicaciones viene represora y que ello tendrá un impacto sobre el uso de Internet y redes sociales. Dicha situación posible quizá pondría en riesgo la libertad de expresión en los medios online.
De esta manera es que la crítica por los flancos mencionados podría disminuir considerablemente en un futuro no muy lejano.
La sinergia de la manifestación
Y es en este punto es en donde considero vital al Congreso Popular debido a que puede ser un motor anti-apatía, anti-olvido y anti-conformismo, es decir, la manifestación de este tipo de asociaciones ciudadanas tiene todo el poder para crear esa sinergia. De acuerdo a la Real Academia Española la sinergia es: Acción de dos o más causas cuyo efecto es superior a la suma de los efectos individuales.
De esta manera yo veo las causas complementarias en lo ya descrito, por un lado un pueblo que se manifiesta y el otro que no olvida y mantiene vivo el debate, si una de las dos partes falla la otra se debilita.
Si los que generan el debate, no lo mantienen vivo, las posibilidades de que los ciudadano se unan a la causa disminuyen, puesto que no puede haber una revolución sino hay una razón a priori, por lo que la información que se difunde a través de los medios de comunicación para denunciar y dar a conocer las deficiencias de nuestro gobierno son la llama para a vivar se debate, hacer conciencia, sostener el inconformismo y salir a la calle.
Para hacer una revolución tienes que saber por qué hacer una revolución; informarse sobre las deficiencias del gobierno es el primer paso. En este caso buscamos un cambio.
La otra parte viene cuando uno sale a la calle y no hay organización, ni convocatoria, toda la manifestación de inconformismo y las acciones que pueden surgir sobre el gobierno, se quedan perdidas. El caso aplica en sentido contrario, uno puede generar una convocatoria extensa, llena de gente furiosa contra su gobierno, pero si los líderes y los asistentes no saben el porqué, el movimiento quedará destinado al fracaso. Estar informado es el principio de un movimiento real, ya que así se evita esa deslegitimada protesta con porcentajes importantes de “acarreados”.
Es de esta manera que se debe generar dicha sinergia y el Congreso Popular tiene todos los ingredientes para logarlo. Retomando la definición de la RAE, estas son las dos causas, el debate y la información que viene de los medios, en específico de redes sociales y la manifestación, las cuales buscan desencadenar ese efecto superior a lo que puedan generar cada parte por su lado.
Conclusiones
El poeta argentino, Juan Gelman nos confió a sus lectores estas palabras: “Con estos versos no harás la Revolución, dice”; en términos de hoy, con un tuit no harás la Revolución, ni generaremos un cambio, a menos que lo llevemos a las calles y de eso se está encargando de forma extraordinaria el Congreso Popular.
Este grupo de personas han sabido encontrar la vía pacífica para demostrar su inconformismo y eso es digno de destacar y por su puesto hay que decirlo, han encontrado un equilibrio entre lo teórico, difusión en medios, organización y además llevar la protesta a la calle y todo ello de forma pacífica.
Es digno de aplaudir esta resistencia civil pacífica que han conseguido, el grado es tal que los medios indican un saldo blanco luego de las manifestaciones de ayer martes. Ahora el reto del Congreso Popular es encontrar acciones que tengan mayor efecto en las decisiones de gobierno.
Es probable que haya personas que piensen que las manifestaciones, el Congreso Popular y todas las protestas no tendrán éxito y en un mundo lleno de posibilidades no podemos descartar que no sean exitosos; sin embargo, siempre habrá otros dispuestos a informar y a formar frentes ciudadanos, que eviten al menos un poco, los abusos de los gobiernos.
En este entendido existen muchas personas que estamos inconformes con nuestro aparato político y las formas en que nos gobiernan. Tengo el placer de conocer a algunos mexicanos verdaderamente comprometidos con nuestro país y en ellos veo no sólo el futuro, sino el presente de México.
Por ello mi estimado lector, lo invito a que se una a este inconformismo que compartimos muchos mexicanos y que apoye a los que ya están ahí protestando y luchando por un mejor país.
“Es tan difícil construir y tan fácil destruir”.