Nuevamente la CNTE quiere demostrar quién manda y para ello está dispuesta a llegar a las últimas consecuencias, así sea paralizar Michoacán, provocar pérdidas millonarias y dejar sin clases a decenas de miles de niños, que eso debería ser lo más importante, lo que acapare todos los titulares, la educación de la niñez mexicana.
El conflicto Gobierno federal, estatal y la CNTE era algo que se veía venir, desde que el ahora presidente Andrés Manuel López Obrador decidió pactar y aliarse políticamente con el magisterio disidente más radical. En ese momento firmó un pacto para ceder a todas sus peticiones o afrontar las consecuencias, tal como ahora sucede.
Al parecer el gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles regresó de España con ánimo combativo y sin ganas de sentarse a negociar, entonces pensó que era mejor idea promover ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación una controversia constitucional para que sea por la vía judicial que se resuelva el conflicto generado por el bloqueo de las vías férreas en la entidad, mismo que mantiene la Coordinadora desde hace 15 días.
“Puede que el gobierno decida no usar la fuerza pública, pero un juez se lo puede ordenar”, expuso el mandatario al urgir un diálogo pues desde el 6 de diciembre y hoy nuevamente pidió por escrito a López Obrador una reunión para encontrar la solución y no hay respuesta.
A la mesa de diálogo “mandan al oficial mayor, y éste les va dar (a los que bloquean) un saludo afectuoso de parte de López Obrador”, y eso los alienta; por otro lado “el estilo” de la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, no ayuda. “Llama para regañar”, y de ahí se derivaron palabras que ya no permitieron el diálogo con Gobernación.
En tanto, López Obrador le manda “mensajes en sus mañaneras” y emite “discursos truqueados, amorosos pero muy incompletos (que) generan confusión y envalentonan a sus aliados de la CNTE”, advirtió Aureoles.
En algo tiene razón el perredista, el presidente envía mensajes conciliadores y llama a los maestros a tener conciencia, como si no conociera sus tácticas, los miembros de la CNTE han demostrado que no les interesa afectar a terceros con tal de obtener su propio beneficio, exigen cantidades millonarias, así como 2 mil plazas, pero eso si no ellos quieren asignarlas a su antojo, pues no aprueban la evaluación.
Pero el gran problema de Silvano es que sabe muy bien cómo eludir sus responsabilidades, trasladándola en su totalidad al gobierno federal, cuando es en realidad una responsabilidad compartida.
En tanto, son los niños de Michoacán quienes asumen las consecuencias, ya que son quienes pierden el acceso a una educación de calidad.
Pero también están las pérdidas millonarias que sufre el sector económico y productivo del país, en este sentido, ayer lunes el presidente de la Coparmex, Gustavo de Hoyos exigió al gobierno de López Obrador que resuelva los bloqueos en las vías férreas de Michoacán.
Una cosa sí es segura, el gobierno de AMLO jamás hará uso de la fuerza para retirar al magisterio de las vías del tren, la única solución posible es el diálogo y el pago justo de los salarios atrasados, que cabe la pena señalar si existen, eso es verdad, otra cosa son las exigencias estratosféricas de dinero.