A la opinión pública:
Después de haber trabajado cotidianamente y desde la ciudadanía con los problemas de los obregonenses por más de tres años, he decidido unirme a la coalición Por México al Frente, puesto que es la opción político-electoral que más se acerca a la forma en que concibo la política: colocar el trabajo por encima de las disputas partidistas, unir a aquéllos que aparentan ser distintos pero tienen en común el objetivo de solucionar los problemas cotidianos de la gente. Esta voluntad de unión y de trabajo queda evidenciada, además, con el hecho de que fui invitado a esta coalición, a pesar de haber tenido diferencias públicas y notorias con actores relevantes de la misma.
Fue precisamente la ineficiencia del PRI-Gobierno la que provocó la unión del PRD con el PAN y MC, puesto que el país –en palabras de Ricardo Anaya, nuestro candidato presidencial– requiere un cambio inteligente, construyendo el primer gobierno de coalición en la historia del país.” Por ello, el Frente forma el único planteamiento que representa e incluye simultáneamente a la ciudadanía: es la coalición que promueve la participación. No se trata de uniones por alcanzar el poder, no es una coalición electoral, sino un proyecto de largo alcance cuyos objetivos están firmados hasta el año 2024. En palabras de Dante Delgado: “el Frente no es efímero como cualquier alianza, es un gobierno de coalición consistente y congruente. Es la primera vez en la historia del país que ocurre esto”. Lo cual es crucial, puesto que la sola existencia del Frente pone en evidencia que los problemas nacionales sólo pueden ser enfrentados desde la colectividad; ya hemos comprobado que los gobiernos centralizados y jerárquicos necesariamente terminan convirtiéndose en estructuras autoritarias y carentes de diálogo, completamente separadas de la población. En cambio, el Frente coloca al ciudadano en el núcleo del proyecto, porque sólo uniéndonos en torno a la población podemos crear mayorías duraderas.
Debería darnos vergüenza que seamos un país con cifras tan graves en sobornos, en desigualdad, en inseguridad, en precarización del salario; pero enfrentemos esta coyuntura con inteligencia: hay tres alternativas reales: i) continuar con el rezago y la inconsciencia que caracterizan al PRI; ii) sujetarse a las ideas nostálgicas y fracasadas de MORENA, a su estructura autoritaria y estática; o finalmente iii) construir con base en el Frente, un proyecto incluyente que apunta hacia un cambio profundo, fundado en el diagnóstico acertado: es la exclusión la que nos ha hecho débiles como país y, ante ello, no se trata solamente de plantear cambios, sino de hacerlos posibles. Ésta es precisamente la coyuntura y, como indica Alejandra Barrales: “la situación del país nos obliga a pensar una solución que antes pensábamos como imposible: la coalición. No es ni la izquierda ni la derecha, son los problemas de la gente. Necesitamos rescatar al país por medio de un proyecto de inclusión, de encuentro, que dialoga y respeta a los que pensamos diferente. No dejaremos a nadie fuera del proyecto”, ésta es la esencia de la democracia. Por ello, el Frente ha incluido numerosos intelectuales, académicos, organizaciones de la sociedad civil y ciudadanos que, como un servidor, hemos estado en el trabajo cotidiano y ciudadano desde hace ya algún tiempo.
Carlos Luis Nader Argumedo.